Roma (Italia). El 30 de julio de 2024 es el Día Mundial contra la Trata de Seres Humanos, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013 para concienciar a las víctimas de la trata en la comunidad internacional y tratar de combatir este fenómeno.

A pesar de que la trata de seres humanos se considera una actividad delictiva y la mayoría de los países cuentan con leyes para combatirla, es fundamental seguir trabajando en un marco legislativo orientado a la prevención, protección de las víctimas y enjuiciamiento de los traficantes.

Leave No Child Behind in the Fight Against Human Trafficking (No dejar a ningún niño atrás en la lucha contra la trata de personas) es el lema del Día Mundial de la Trata de Personas 2024, que hace un llamamiento a la adopción de medidas urgentes para poner fin a la trata de niños. Los niños representan un porcentaje significativo de las víctimas de la trata de personas en todo el mundo, y las niñas se ven particularmente afectadas: a nivel mundial, una de cada 3 víctimas de la trata de personas es un niño.

En un contexto de múltiples crisis: conflictos armados, pandemias, crisis económicas y ambientales, etcétera. – Los niños son los más vulnerables a la trata. La proliferación de plataformas en línea conlleva riesgos adicionales, ya que los niños a menudo se conectan a sitios web y redes sociales sin las precauciones adecuadas. Los traficantes explotan las plataformas en línea, las redes sociales y la web oscura para reclutar y explotar a los niños, utilizando la tecnología para evadir la detección, llegar a un público más amplio y difundir contenidos relacionados con la explotación.

Hay varias formas en las que los niños son explotados: en el trabajo forzado, la delincuencia o en la actividad de los médicos, así como la trata para adopción ilegal, el reclutamiento en las fuerzas armadas, el abuso y la explotación sexual y en línea. Las causas profundas son muchas, como la pobreza, el apoyo inadecuado a los menores no acompañados en el contexto del aumento de los flujos migratorios y de refugiados, los conflictos armados, las familias desestructuradas y la falta de atención parental. En particular, en los países de bajos ingresos, los niños son a menudo objeto de trata para trabajos forzados, mientras que en los países de altos ingresos, la explotación sexual sigue prevaleciendo entre las víctimas infantiles.

Como afirma el Papa Francisco en su Mensaje para la X Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, para combatir la trata “hay que ir a la raíz del fenómeno, erradicando sus causas”. Sin embargo, también es indispensable contrarrestar lo que el Santo Padre llama la “globalización de la indiferencia”, que priva a la sociedad de la compasión, de la capacidad de llorar, de “sufrir con” los demás”:

“La trata de personas suele ser invisible. Los medios de comunicación, gracias también a valientes reporteros, arrojan luz sobre la esclavitud de nuestro tiempo, pero la cultura de la indiferencia nos anestesia. Ayudémonos juntos a reaccionar, a abrir nuestras vidas, nuestros corazones a tantos hermanos y hermanas que son tratados como esclavos. Nunca es tarde para decidirse a hacerlo”.

Es una llamada a no quedarse quietos, a movilizar todos nuestros recursos en la lucha contra la trata y a devolver la plena dignidad a quienes han sido víctimas de ella. Si cerramos los ojos y los oídos, si permanecemos inertes, seremos cómplices”.

Es una llamada que interpela fuertemente a las Hijas de María Auxiliadora, comprometidas de diversas maneras en el cuidado de los niños, en la promoción de la mujer, en la protección de la dignidad humana, especialmente de los niños, de las personas más vulnerables y desfavorecidas.

En varias partes del mundo, el Instituto FMA está comprometido con trabajos dedicados y con un amplio trabajo de sensibilización, prevención y protección de las víctimas de la trata. Hay varias iniciativas, como la creación de conciencia entre las sociedades y dentro de ellas sobre la trata y sus consecuencias negativas, exposiciones y manifestaciones, participación en reuniones de organismos internacionales, trabajo en red con otras organizaciones y congregaciones, como la Red Internacional de Vida Consagrada contra la Trata de Personas “Talitha Kum”.

Para detener este fenómeno, la necesidad actual es fortalecer la red con todas las personas que puedan poner en juego habilidades y energías concretas y orantes: el trabajo en red permite crear sociedades más resilientes y sostenibles, que protejan los derechos y la dignidad de todas las personas, especialmente de las que corren mayor riesgo de explotación en diversas formas.

En el año del Bicentenario del sueño de los   9 años de Don Bosco, y siguiendo las huellas de Madre Mazzarello, que como él dedicó su vida a la necesidad de sentido y de alegría plena de los jóvenes, las palabras del Papa adquieren aún más fuerza para no dejar sin escuchar este grito:

“Escuchemos su grito de auxilio, dejémonos interpelar por sus historias; Y junto con las víctimas y los jóvenes, volvemos a soñar con un mundo en el que las personas puedan vivir con libertad y dignidad”.

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