Calais (Francia). Del 6 al 20 de julio de 2024, Vides Bélgica y Francia organizaron un campamento de voluntariado en un centro de acogida de refugiados en Calais, al que asistieron 4 Hijas de María Auxiliadora, 8 jóvenes voluntarios, un salesiano de Don Bosco, tres salesianos cooperadores, un miembro del equipo educativo de la Escuela San Juan Bosco de la Comunidad de Güines, de la Inspectoría Notre-Dame des Nations (FRB).
Algunas actividades se llevaron a cabo en la Comunidad de Güines, mientras que otras tuvieron lugar en Calais, en un centro de acogida en colaboración con el “Secours Catholique Caritas France”, con el objetivo de llevar ayuda a los refugiados, que acuden allí para bañarse y lavar su ropa, comer un bocadillo, tomar café o té, cargar sus teléfonos, jugar juntos y encontrarse.
Sor Nathalie Nkalamo Mumba, de la Inspectoría Sagrado Corazón del Norte de Bélgica (BEG), también participó en el campamento con Baian, una joven musulmana siria, que vive con las FMA en la Comunidad de Bruges y con Christian, un joven estudiante congoleño.
Aunque fue por unos pocos días, los/las voluntarios/rias dieron lo mejor de sí mismos, llevando un poco de alegría a los demás, donando su tiempo al traducir los mensajes a los refugiados, jugando con ellos, sonriendo a quien lo necesitaba…
“Cuando me tocó el turno de encontrar a los refugiados en los campamentos, fue un shock total. No lo podía creer, estaba arrepentida, enojada, porque era inimaginable que la gente, los niños, sufrieran tal atrocidad y me dije: ‘¡Esta es la realidad!’. ¡Y lo que más me inquietaba era mi impotencia!” (sor Alejandra)
“El campo Vides en Güines y Calais nos permitió conocer a personas exiliadas, tomar conciencia de su realidad, escucharlas, ayudarlas y sentir empatía y compasión hacia ellas”. (Marie)
“Este momento fue intenso y fuerte para mí, porque yo también lo había vivido, pero ver como otros todavía viven en la precariedad, siento la necesidad de gritar al mundo, para que las formas de tratar a las personas puedan cambiar”. (Baian)
“Creo que ver imágenes de refugiados en la televisión es diferente a la realidad. Pensé que los medios de comunicación estaban exagerando, pero ahora tengo frente a mí a personas desesperadas, que buscan una vida mejor, pero que viven en la precariedad. Me pregunto, ¿qué hacen los gobiernos de nuestros países que aceptan la desigualdad? Es necesario que el mundo haga algo“. (Cristiano)
Al grupo se unió el P. Daniel Federspiel, SDB, Inspector de la Inspectoría San Francisco de Sales de Francia-Bélgica Sur (FRB), quien tuvo un gran éxito con sus trucos de magia hechos por y para los jóvenes refugiados. También propuso el espectáculo de títeres, compartido con los refugiados acogidos en el “Secours catholique de Calais”.
“Hablar y estar en el Centro de Acción del Secours Catholique, escuchar las situaciones a veces aterradoras, y al mismo tiempo ver la alegría en los rostros cuando hacíamos un espectáculo de títeres, o los niños bailando y jugando con nosotros mientras nos tomaban de la mano, fue conmovedor, hermoso y me devolvió la fe en la humanidad. Esperábamos que les sucediera lo mejor, a pesar de las tragedias que probablemente volverían a vivir. Y que, al pasar tiempo con ellos, ofreciéndoles un poco de alegría, podríamos ayudarlos a salir momentáneamente de los momentos difíciles”. (Cendre)
¿Qué te dejó este servicio?
“Es muy importante que los jóvenes se involucren en la situación de los migrantes, que la entiendan desde dentro y desarrollen más compasión, solidaridad y espíritu fraterno. De esta manera puedes tratar de cambiar mentalidad y permitir que los corazones se abran a los demás. Quizás cambiar los estilos de vida personal hacia los demás pueda ayudar a que el mundo crezca en la visión general para tratar de proponer iniciativas que puedan llevar al cambio”. (Hermana Nathalie)
Todos queremos justicia social, paz, igualdad y respeto para todos. Exigimos que se detengan las guerras y buscamos urgentemente cómo salvar nuestro mundo de los problemas económicos y del cambio climático. (Cristiano)
“Este campamento ha despertado en mí una mayor humanidad, un respeto integral por la persona; de ahí nació esta responsabilidad y esta necesidad que debo alimentar, de amar y ver el bien, especialmente del ser humano, creado a imagen de Dios, que es mi hermano, mi hermana, a pesar de nuestras diferencias, porque Dios quiso que lo fuéramos”. (SorAlejandra)
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