Segundo Noviciado CIMAC: “Hágase en mí”

San José (Costa Rica). Del 27 de junio al 28 de julio de 2024, siete Hijas jóvenes de María Auxiliadora de la Conferencia Interinspectorial CIMAC – de México, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana y Costa Rica – vivieron la experiencia del Segundo Noviciado en preparación a los votos perpetuos, en San José, en la sede de la Inspectoría Nuestra Señora de los Ángeles (CAR).

El objetivo principal de este tiempo, con el tema “Hágase en mí”, fue releer, en actitud de discernimiento, el propio camino vocacional para descubrir en los signos de la vida al Dios viviente que actúa en su propia historia. En un ambiente de oración y reflexión, las junioras profundizaron en la experiencia de la Alianza esponsal con Cristo y la dimensión comunitaria de la vocación de las FMA.

El segundo noviciado también quiere renovar la pasión por los jóvenes, para ser, al estilo de María, signo y mediación del amor de Cristo Buen Pastor. Este proceso de renovación incluyó el confrontarse con los elementos esenciales de la identidad de las FMA y “volver al primer amor”, según las Orientaciones para la fase Formativa del Juniorado.

Los temas tratados fueron variados y enriquecedores: la vida de oración de Santa Teresa y San Francisco de Sales, el espíritu de familia de Mornese y Valdocco, la Profesión como una alianza de amor y la interiorización del carácter esponsal y fiel de Dios según el Ritual de la Profesión, los Consejos Evangélicos en su dimensión psicológica y carismática, la Identidad Mariana de las FMA y la presentación de la figura de Sor María Romero. Cada una de estas temáticas fue seguida por una jornada de silencio y reflexión personal llamada VALPONASCA, dedicada a recoger lo recibido, reflexionar, evaluar e integrar estas enseñanzas en el Proyecto Personal de Vida de cada hermana.

En un clima de oración y reflexión, vivido con alegría y fraternidad, las FMA junioras, dejando de lado las actividades habituales, reexaminaron su propia vida a la luz del Espíritu Santo, disponiéndose mejor a hacer definitiva su respuesta de fidelidad a Dios en el Instituto. Esta experiencia intensa y profunda les permitió reafirmar su vocación y renovar su compromiso en la misión de ser signos del amor de Cristo para los jóvenes, inspiradas por el carisma de Don Bosco y Madre Mazzarello.

Al final, las hermanas expresaron una profunda gratitud por los dones de gracia recibidos durante este mes. Celebraron la simple fraternidad compartida entre ellas, la cálida acogida en cada casa visitada, la alegría de los encuentros con el Señor y la misión que Dios les confía hoy y siempre. Por lo tanto, el segundo noviciado fue una ocasión para gozar en Dios y renovar el compromiso con la vocación y la misión de las FMA.

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