Nápoles (Italia). Del 28 de febrero al 6 de marzo de 2025, la Superiora General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Chiara Cazzuola, realizó una breve visita a la Inspectoría Meridional Nuestra Señora del Buen Consejo (IMR).
Los intensos días a causa de los largos viajes entre una Comunidad y otra en el vasto territorio de la Inspectoría estuvieron marcados por el tema «Fragmentos de Vida», ya que la Madre en las visitas, aunque breves, pudo experimentar pequeños «fragmentos de la vida cotidiana», conocer y respirar la amplitud y la intensidad del compromiso de las Comunidades y de la vida pastoral que anima a cada hermana, cada miembro de las Comunidades Educativas, la Familia Salesiana y los jóvenes, porción privilegiada de la misión.
A su llegada a la Casa Inspectorial de Nápoles el 28 de febrero, Madre Chiara fue acogida calurosamente por una hermosa representación de Hermanas, laicos, jóvenes, las Hermanas del Consejo Inspectorial residentes y la Inspectora, Sor Ivana Milesi, que expresaron con estas palabras la alegría de tenerla en la Inspectoría: «¡Queridísima Madre, aquí estás en casa! Hemos elegido no contarte cómo es la Inspectoría, sino hacerte conocer, aunque sea en pequeños y simples fragmentos, la vida que se te contará al vivo en los muchos encuentros que tendrás. ¡Gracias por estar aquí, gracias por ser el centro de nuestra casa, eres Madre Mazzarello hoy para cada una de nosotras!»
Durante estos días de gracia, la Madre, además de encontrar las Comunidades Educativas de varias Casas, el domingo 2 de marzo, pudo mantener profundos y vitales encuentros con las FMA de 1 a 20 años de Profesión, respondiendo a sus preguntas y reflexionando juntas sobre los caminos de esperanza y de futuro del Instituto y de la Inspectoría; y con las Directoras, que primero compartió los caminos del Instituto, con las alegrías y las dificultades, respondiendo preguntas sobre el ejercicio del servicio de la autoridad y de gobierno, y luego dio a cada una los consejos que sólo una Madre puede dar, para que cada una pueda vivir esta tarea en el don de sí misma por el bien de las hermanas y de las realidades confiadas.
En la tarde del 2 de marzo, hubo un momento de fiesta “insieme” vivido en Taranto, que involucró a toda la Inspectoría, reuniendo desde todos los rincones a FMA, adultos de las Comunidades Educativas y de la Familia Salesiana, sacerdotes colaboradores en las diferentes realidades, voluntarios, niños, adolescentes y jóvenes que fueron los primeros protagonistas de esta fiesta que, además de contar los «fragmentos de vida», rindieron homenaje a Madre Chiara, cubriéndola de afecto y gratitud con el calor típico e inconfundible del sur de Italia.
La fiesta, con varios momentos expresivos, estuvo marcada por la alegría salesiana característica y permitió que la Madre diera una mirada a toda la Inspectoría y se encontrara con muchos rostros, dando a cada uno una palabra, una sonrisa, un aliento, como acostumbra a hacerlo. Al final se dirigió a la asamblea con estas palabras:
«Llevo a todos en mi corazón. Sabía que la Inspectoría Meridional es una Inspectoría cálida, viva y afectuosa, pero hoy he tenido una experiencia directa con todos vosotros; Será imposible olvidaros, como espero también no ser olvidada por vosotros, y contar con el apoyo de vuestras oraciones y de vuestro aliento.
Permitidme decir unas palabras sobre la «Esperanza», una palabra que ha surgido muchas veces hoy. En la medida en que logremos vivir juntos momentos como este -que no son casuales, sino construidos juntos con mucha paciencia-, en la medida en que seamos capaces de hacer esto, juntos, podemos estar seguros de que somos personas de esperanza en un mundo que tiende al individualismo, al egoísmo, a levantar muros y crear separaciones. Este vivir “insieme” la aventura salesiana es un signo de esperanza y de luz para todos.
Os deseo que prosigáis este camino con valentía, tratando de interpretar el carisma salesiano tal como somos, en la diversidad de cada uno de nosotros, pero siempre juntos, como un don común, apostando todo en la fuerza del darse a los demás, la única fuerza que puede transformar la sociedad y el mundo. Don Bosco y Madre Mazzarello nos enseñaron esto y queremos ponerlo en práctica hoy, aquí, donde estamos y donde vivimos. Os deseo un buen camino, que podáis seguir siendo luz y esperanza en los diversos lugares donde vivís».
En su corto pero intenso viaje, la Madre recorrió las diferentes regiones de Italia pertenecientes a la Inspectoría: desde Campania – donde en Nápoles se encontró también con las comunidades de Ottaviano, Torre Annunziata y Gragnano (28 de febrero); a Puglia, con Cerignola (1 de marzo), Taranto (junto con las Comunidades de Corigliano d’Otranto y Spezzano) y Fragagnano (2 de marzo), Martina Franca (junto con la Comunidad de Brienza, Basilicata), Ruvo di Puglia (3 de marzo); a Calabria, con Soverato, Scandale (4 de marzo), Reggio Calabria (junto con las Comunidades de Villa S. Giovanni y Rosarno), Lamezia Terme (con la Comunidad de Spezzano Albanese), y luego regresar, el 6 de marzo, a Campania, Nápoles y finalmente Mercogliano. El 3 de marzo, también se conectó online con las comunidades de Sliema y Victoria-Gozo de Malta.
En las diferentes comunidades donde ha estado y donde hay comunidades de Salesianos de Don Bosco, pudo encontrarse con ellos y compartir un poco de la misión que se realiza juntos en esta parte del sur de Italia.
No faltaron oportunidades para encontrarse con los Obispos de las diversas Diócesis en las que las FMA se entregan a la misión educativa y que se hicieron presentes para las Celebraciones, para momentos de intercambio sobre el camino pastoral de las Diócesis de las que son Pastores, o incluso para un breve pero sentido saludo.
El último día, Madre Chiara pudo encontrarse con las hermanas del Consejo Inspectorial a las que expresó su gratitud por estos días intensos, pero ricos en encuentros y vida. Con ellas compartió los caminos, en particular el camino de rediseño, y los sueños de bien de la Inspectoría, animando a todas a continuar con esperanza en la certeza de la presencia del Señor.
Foto: Flickr FMA
