Ciudad de Panamá. Cotidianidad, sueños y crecimiento. Con ocasión de la Solemnidad de San Juan Bosco, Fundador de las Congregaciones de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora, TV2000 emitirá el jueves 31 de enero de 2019 a las 21:05 el primer docu-film “Aquí y ahora”, sobre los oratorios.
El Oratorio es la intuición salesiana educativa, dejada en herencia por don Bosco y Madre Mazzarello, que despliega todas las potencialidades juveniles. En los distintos continentes se revela como un lugar acogedor, alegre, abierto a las expresiones de vida de las jóvenes y de los jóvenes, capaces de educar a la fe y a la vida social.
En las distintas áreas geográficas el oratorio ofrece una gran variedad de caminos educativos, actividades y tipologías de reunión en las cuales niñas, niños, adolescentes, jóvenes pueden insertarse según sus intereses: grupos espontáneos, donde prevalecen líderes naturales e intereses inmediatos, y grupos más estructurados con un camino formativo determinado (grupos deportivos, culturales, de compromiso social, de profundización de la fe, de discernimiento vocacional, de sensibilización misionera).
El oratorio es un puente entre la calle y la Iglesia, un lugar de agrupamiento y formación que acompaña a los jóvenes en el propio camino de crecimiento.
Para muchos jóvenes el ambiente oratoriano es una segunda casa, un lugar adonde ir y volver.
Los oratorios están difundidos en todo el mundo salesiano y son una realidad viva y fecunda. Y concretamente en cinco oratorios lombardos (Clusone, Gonzaga en Milán, San Faustino y San Juan en Brescia, Lomazzo) está ambientado el documental Qui è ora, dirigido por Giorgo Horn, y producido por Oratori della Lombardia y Fundación Ente Speccacolo.
Una narración coral, que reúne 5 parroquias de la Lombardía y profundiza el tejido social que gira alrededor de ellas en una perspectiva distinta de la propuesta usualmente por los medios de comunicación. Seguimos a un sacerdote joven de ciudad, un educador senegalés, a una anciana religiosa, a un grupo de adolescentes y al párroco de un pueblo de montaña.
Estas historias, aparentemente separadas, están destinadas a mezclarse unas con otras. Como explica el director, Giorno Horn, el propósito de esta realización ha sido el de narrar “Un mundo, el de los oratorios, siempre en movimiento, con innumerables actividades, ideas, reflexiones y mil colores. Un universo hecho de jóvenes que construyen el propio futuro y la propia personalidad con la ayuda de los sacerdotes, los educadores, los voluntarios.”
Qui è Ora refleja a los jóvenes desde un punto de vista distinto del que estamos habituados a contemplar, como por ejemplo el grupo de adolescentes del oratorio San Siro (Lomazzo) que deciden emprender un camino de vida comunitaria en un apartamento parroquial. Estos jóvenes, entre los compromisos escolares, los encuentros con los amigos y la discoteca el sábado por la noche, se preguntan sobre el sentido de la propia existencia e imaginan el propio futuro entre mil interrogantes. En el docu-film se cuentan también historias de verdadera integración como por ejemplo la historia de Akon, un joven senegalés llegado a Brescia una decena de años atrás, que trabaja como educador en el interior del oratorio San Faustino, situado en el centro antiguo de la ciudad y lleno de muchísimos niños casi todos inmigrantes de segunda generación.
Después está don Mattia Bernasconi, joven treintañero que, después de una titulación en ingeniería aeroespacial y una importante propuesta de trabajo en China, decide entrar en el seminario. Don Mattia sigue las actividades oratorianas con dinamismo y convicción, implicando así a muchísimos jóvenes. Analizando con profundidad los aspectos más importantes de la sociedad contemporánea de una gran metrópoli como Milán, don Mattia se compromete a ayudar a los más débiles con almuerzos que son, más que una sencilla mesa para pobres, unos momentos para pasar el tiempo en compañía.
Si la vida fuese un film, el oratorio estaría representado por aquel preciso momento: un retorno a casa para quien lo frecuente, un momento de serenidad apartado de las lógicas del mundo pero, sobre todo, un conjunto de experiencias, de vivencias y de relaciones humanas. Cada oratorio es un pequeño film en sí mismo: una experiencia de comunidad que, a menudo, impacta de modo dulce e imprevisible a quien lo frecuenta