Malta. El 2 y el 3 de abril de 2022 el Papa Francisco ha realizado su 36° viaje apostólico a la isla de Malta, siguiendo los pasos de San Pablo, acogido en el año 60 d.C. “con rara humanidad” por los habitantes, tras el naufragio mientras se dirigía a Roma.
En el centro de las rutas que conectan Europa, África y Oriente Medio, Malta es un lugar de encuentro entre culturas heterogéneas, definidas por el Papa como “el corazón del Mediterráneo. Pero no sólo por la posición: el entrelazamiento de acontecimientos históricos y el encuentro de poblaciones han hecho de estas islas durante milenios un centro de vitalidad y cultura, de espiritualidad y belleza, una encrucijada que ha sabido acoger y armonizar influencias de muchas partes”.
La esperada visita del Santo Padre recordó a toda la población como signo de consuelo y esperanza para renovar el espíritu de acogida, generosidad y esa “rara humanidad” dirigida a quienes llegan a estas islas.
Las Hijas de María Auxiliadora, presentes en el archipiélago de Malta con dos Comunidades de la Inspectoría meridional Virgan del Buen Consejo (IMR), en Sliema y en Gozo, han participado en distintos momentos de la visita. La Comunidad de Gozo estaba presente en el Santuario Nacional de Ta’ Pinu, el 2 de abril, mientras las FMA de Sliema, con algunos/as niños/as han ido a esperarlo después de su llegada y junto a los/las jóvenes y voluntarios/as del oratorio-centro juvenil han vivido algunos de los otros momentos en programa.
Los testimonios de algunos jóvenes:
“El Papa Francisco ha venido a Malta para dialogar con todos los hombres y las mujeres de buena voluntad, pero también para hablar como Pastor a los cristianos. En el primer Discurso a las Autoridades y al Cuerpo Diplomático en la “Grand Council Chamber” del Palacio del Gran Maestro en La Valletta ha hecho un atento análisis político y con los migrantes en Hal-Far ha vivido un encuentro profundamente humano. A través de ambas experiencias ha ofrecido una visión de la justicia social e internacional por medio del arte de la política y la cultura humanística, enfatizando la muerte de la civilización cada vez que uno se siente amenazado e indiferente al “otro”.
En el santuario de Ta’ Pinu y en la Cueva de San Pablo, ha hablado en cambio como un discípulo misionero de Cristo, como pastor del rebaño, como Pedro, la roca sobre la que descansa la Iglesia. En su homilía en Floriana durante la Santa Misa, el Papa Francisco ha recordado que, al final, no son sólo nuestros nobles – pero demasiado humanos – esfuerzos para con la justicia lo que hay que salvar, sino sólo mirando la Misericordia de un Dios que verdaderamente perdona.
El Papa ha exaltado la “luminosidad de las islas maltesas”, aquella luz que hemos recibido por medio del Apóstol, cuyo anuncio ha transformado nuestra “rara gentileza” en la fuerza de ser no sólo una civilización que abraza todas las culturas, sino Iglesia que reconcilia a toda la humanidad. En su humanidad, en su intensidad de presencia, vemos en el Papa Francisco a un hombre que actúa inspirado por el Espíritu. Esto es lo que sorprende cada vez que lo vemos “tocar” las heridas de los otros.
Nos auguramos que como Iglesia de Malta podamos ser Luz para el mundo, que este desembarco en el Mediterráneo que se nos ha confiado para que nos cuidemos se convierta en un verdadero puerto de encuentro, un puente de civilización norte-sur- este-oeste y un faro de esperanza y de reconciliación, para testimoniar la paz de Dios. Ésta es nuestra tarea. Ésta es la gracia por la que rogamos después de esta visita apostólica”. (Nadia, Delegada de Pastoral para la Archidiócesis di Malta)
“Ver cómo el Papa Francisco valoriza a los que dejamos en los márgenes de la sociedad, que tendemos a excluir, me ha dado un impulso de energía y de compromiso hacia aquellos cuya voz está ‘sumergida’… metafóricamente, pero desafortunadamente a veces incluso literalmente. Terminar la visita a Halfar entre los migrantes que han arriesgado su vida por atravesar desde Á frica a Europa, para mí ha sido particularmente significativo. El Papa nos ha dado un verdadero ejemplo de cómo mirar a nuestros hermanos y hermanas a los ojos, de cómo acogerlos en nuestra sociedad y respetar su dignidad. ¿Cómo podemos decir a otro ser humano “Lo siento, ¿estamos completamente reservados?’ Duele ver que cuando un inmigrante se lesiona o incluso muere en un arsenal, nadie parece saber su nombre, su procedencia. Hace reflexionar sobre el importante mensaje que cada vida humana cuenta, … no son sólo los números”. (Marvic)
“Para mí y para muchos otros ha sido una gran alegría, un evento importante, sobre todo para los jóvenes, poder experimentar la alegría de la renovación de nuestra fe, la animación a trabajar por los jóvenes. La visita del Papa ha sido una bendición para Malta después de algunos eventos tristes como las protestas y la pandemia de Covid-19. Además, ha dado a la gente la ocasión de sentirse unidos como País. (Kathleen)
“La visita del Papa Francisco a Malta ha traído alegría a los fieles y, en cierto sentido, ha reforzado nuestra religiosidad y espiritualidad. Ver al Santo Padre ha sido una experiencia maravillosa e inolvidable. Asistir a la S. Misa ha sido un gran honor. Espero volver a verlo un día, si Dios quiere”. (Nada)
El Papa Francisco en el Angelus del 3 de abril ha agradecido a los malteses la acogida, recordando que “la fe crece en la alegría y se refuerza en el don”. Al fin se ha dirigido a los jóvenes animándolos a no olvidar las raíces:
“Queridos amigos jóvenes, comparto con vosotros la cosa más bella de la vida. ¿Sabéis cuál es? Es la alegría de gastarse en el amor, que nos hace libres. Pero esta alegría tiene un nombre: Jesús. Os auguro la belleza de enamoraros de Jesús, que es Dios de la misericordia – lo hemos oído en el Evangelio-, que cree en vosotros, sueña con vosotros, ama vuestras vidas y no os decepcionará nunca. Y para ir adelante siempre con Jesús también con la familia, con el pueblo de Dios, no os olvidéis de las raíces. Hablad con los viejos, hablad con los abuelos, hablad con los ancianos!”.
