Filipinas. Del 16 al 18 de diciembre de 2021, el tifón RAI, llamado localmente “Odette” y clasificado como ”super–tifón” de categoría 5, se abatió sobre el centro-sur de las Filipinas, con ráfagas de viento entre los 195 km/h y los 270 km/h.
En su recorrido, en el que se encuentran 16 millones de personas, causó inundaciones, deslizamientos de tierra, techos descubiertos, daños a escuelas, hospitales, gimnasios, oficinas, y destruyó cultivos enteros. Son cerca de 400 muertos y más de 300 mil desplazados. En Cebú, una de las ciudades más pobladas, falta la corriente eléctrica, no hay agua y las comunicaciones son difíciles, ya que los postes de electricidad y los repetidores han sido derribados por el viento.
El tifón azotó algunas Comunidades de las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría S.Maria D. Mazzarello (FIL): las tres Comunidades de Cebú, las más afectadas, dos Comunidades de la Provincia de Negros Occidental y la Comunidad de Puerto Princesa, Palawan.
En Cebú las FMA tienen dos escuelas: la Escuela Maria Auxiliadora con más de mil estudiantes – Infantil, Primaria, Secundaria de 1º y de 2º grado – y el Instituto Técnico Femenino María Auxiliadora, con cientos de estudiantes en los cursos técnicos y en la Escuela Secundaria. Ambas escuelas han sufrido graves daños, con parte de los techos llevados por el viento. Los cristales de las ventanas están destrozados y el agua ha entrado en las aulas, bibliotecas, laboratorios, dañando computadoras, útiles escolares y herramientas. Muchos árboles cayeron en los terrenos de las Escuelas.
También las habitaciones de muchas dependencias de las Escuelas han sido fuertemente dañadas. Las FMA han hospedado a unas treinta personas e inmediatamente se han comprometido a ayudar a la población y a tratar de limpiar las escuelas.
En solidaridad con las víctimas del tifón, las Comunidades FMA no afectadas han anulado los festejos de Navidad, para ayudar a los más necesitados. Todas las Comunidades educativas del norte, donde no ha pasado el tifón, están recogiendo fondos para comida y agua y otros bienes de primera necesidad.
En el espíritu de familia salesiano, las Hijas de María Auxiliadora desean llevar ayudas concretas para responder a las necesidades de estas poblaciones a las que el tifón ha despojado de todo. Es urgente contribuir de inmediato para restituirles una vida digna.
Emergencia Tifón Filipinas (PDF)
El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora colabora en la misión a favor de las poblaciones en situación de penuria, contando con la generosidad y la solidaridad de todos.
Es posible enviar contribuciones y ofertas en las modalidades indicadas en el Sitio web del Instituto FMA, indicando en la causal Emergenza Filippine.
En este tiempo de esperanza en que Dios se hace cercano para compartir la frágil naturaleza humana, la oración y la cercanía son la primera ayuda concreta que cada uno/a puede ofrecer:
“expreso mi cercanía a las poblaciones de las Filipinas castigadas por un fuerte tifón, que ha destruido muchas viviendas. ¡Que el Santo Niño lleve consuelo y esperanza a las familias con más dificultades, y a todos nosotros nos inspire ayudas concretas! La primera ayuda concreta es la oración, y las otras ayudas” (Papa Francisco, Ángelus, 19 de diciembre de 2021).
La Conferencia Episcopal Católica de las Filipinas (CBCP) invita además a las Diócesis del País a dedicar el 25 y el 26 de diciembre de 2021, Solemnidad de la Navidad y la Fiesta de San Esteban, a la oración por las víctimas del tifón Odette.
Son al menos diez las Diócesis fuertemente afectadas por el tifón en las regiones de Visayas y Mindanao; por esto el Obispo, Mons. Pablo Virgilio David, Presidente de la CBCP, exhorta a los católicos a recoger fondos para las comunidades castigadas: “Quizá más que gastar mucho en suntuosas fiestas de Navidad e intercambiar regalos, podamos juntarnos para contribuir a las operaciones de socorro”.
Las Diócesis han sido animadas a recoger una segunda colecta en todas las Celebraciones Eucarísticas del 25 y 26 de diciembre, para las operaciones de socorro de la Iglesia guiadas por Caritas Filipinas.
