Valera (Venezuela). Del 9 al 21 de diciembre de 2023, quince jóvenes de la Inspectoría San Juan Bosco (VEN), provenientes de distintas ciudades del país, vivieron la experiencia “Acoger al Dios con nosotros” en Valera, Estado Trujillo, en el Centro de Orientación Vocacional de la Comunidad Nuestra Señora de la Paz, en preparación a la Navidad.
Ocho de ellas son las jóvenes que están realizando el Voluntariado en algunas de las comunidades de las FMA en Venezuela: Caracas, San Félix, Puerto Ayacucho, Isla del Ratón, Coro, Barquisimeto, Valencia, y Valera; mientras que las siete restantes son jóvenes del estado Trujillo que acompañan las hermanas del Centro de Orientación Vocacional Nuestra Señora de la Paz, ubicado en Valera, estado Trujillo lugar dónde se llevó a cabo esta actividad.
La casa “completó los adornos de navidad” el 9 de diciembre con la llegada de las jóvenes voluntarias, quienes a través de diferentes dinámicas y estrategias de acompañamiento hicieron síntesis del primer tiempo vivido en las comunidades.
El 15 de diciembre llegaron los jóvenes de Trujillo y se unieron en esta caravana navideña cuyo objetivo principal fue conocer y profundizar en los símbolos de la navidad desde los indicadores de madurez humana: construir el amor y la vida, autenticidad, aceptación de los límites y posibilidades, capacidad de diálogo y perdón, sentido del humor y admiración, solidaridad y gozo, encuentro con el Dios de Jesús.
El acompañamiento brindado por Sor Zoraida Duque directora de la comunidad y las intervenciones de Sor Juanita Guerrero, Sor Gladys Bonilla y Sor Libia Osorio, los diálogos personalizados con Sor María Eugenia Ramos, Provincial de las FMA en Venezuela, y la presencia cercana de Sor Marisol Docampo fueron claves, para que los jóvenes pudieran ahondar en sus raíces religiosas y cristianas a través de las costumbres navideñas de sus familias y que a su vez confrontaron durante las visitas a las familias de los sectores aledaños a la comunidad, allí tuvieron la misión de llevar la Palabra de Dios y bendecir las familias y los pesebres.
Otras de las experiencias significativas que les permitió acercarse al Dios de los pequeños y humildes fue la participación en las parrandas, los paseos en carruchas, las novenas, posadas y misas de aguinaldo (tradición venezolana durante el tiempo de navidad).
El 21 de diciembre después de media jornada de retiro donde los jóvenes recogieron vivencias, aprendizajes y logros vividos con la dinámica de los cofres navideños los abrieron, para compartirnos sus experiencias.
De las Velas-Luz me queda el compromiso de seguir iluminando la vida de los demás, sacar a la luz aquellos aspectos que aún siguen en oscuridad, reconocer por qué motivos quiero seguir desgastándome y por cuales ya no. De la estrella el permanecer, dejar huella y no una herida en el mundo. Iluminar en las situaciones y realidades de mi vida, no ser indiferente ante ellas. (Eusibeth)
Me llevo la sonrisa de cada uno de mis compañeros, el ver que cada joven es una misión por cumplir, la formación de los pastores, la Evangelización. (José Antonio)
La sonrisa de los niños, la Palabra de Dios, la alegría, el respeto, el poder reencontrar el verdadero sentido de la Navidad, las formaciones y todos los momentos vividos al lado de las Hermanas, voluntarias, misioneros y comunidad. Guardo el recuerdo de mi primera misión y mi primera novena de Navidad. (Yoselin)
Conocer algunos aspectos de mí misma y de los demás en los momentos de formación. Conocer la ternura y ver a Jesús en los rostros de los niños del Oratorio y de las personas que visitamos en los hogares. (Francia)
Debo sacar de mi corazón todo lo que le pertenece al mundo y dejarlo vacío, para que el Niño nazca en un espacio puro. (Adriana)
Es el momento de empezar a perdonar, reconciliarme conmigo misma y con Dios, empezar a decir “Sí” a Dios y practicar el Evangelio en vida. (Valentina)
Mi niño interior, mi felicidad, la compañía, la amistad, las misiones. (Liliexi)
La evangelización, las formaciones donde asociaba los símbolos de la Navidad con mi realidad, y el compartir fraterno. (Arianny)
Las FMA y el equipo que ha hecho posible la experiencia “Acoger al Dios con nosotros” dan gracias a Dios por permitirnos acompañar a los jóvenes en su camino de crecimiento humano y, sobre todo, en su encuentro con Jesús.