San José (Costa Rica). El 7 de julio de 2021 se celebra la memoria litúrgica del nacimiento en el cielo de la Beata sor María Romero Meneses, Hija de María Auxiliadora del Centro América, que se entregó enteramente a los más pobres, viviendo en plenitud la virtud de la esperanza y confiando en la Providencia.
Nacida en Granada, en Nicaragua, el 13 de enero de 1902 y convertida en Hija de María Auxiliadora en 1923, en 1931 es enviada a San José de Costa Rica, que pasa a ser su segunda patria en la que se entrega por los “niños pobres y abandonados” durante 46 años.
En su obra de caridad incansable – que la lleva a iniciar 36 oratorios festivos, obras sociales, casas para las familias sin techo, un poliambulatorio para la asistencia médica a los pobres – nunca dejó de resplandecer la virtud de la esperanza. No obstante las pruebas y las dificultades encontradas, fiel al carisma del Fundador, San Juan Bosco, “esperaba contra toda esperanza” (cfr Rm 4,18).
En este tiempo de incerteza global, debido a la pandemia de la Covid-19, el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, Don Ángel Fernández Artime, en el Aguinaldo 2021 “Movidos por la esperanza: “He aquí que yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5)», invita a observar los ejemplos de esperanza de la Familia Salesiana: “En la santidad salesiana encontramos preciosos ejemplos y modelos de vida que nos animan a esperar como virtud y como actitud de vida en Dios”.
El secreto de la Beata María Romero era el abandono total al amor de Jesús y María, a quienes llamaba sus “Rey y Reina”, y por esto vivía con tanta serenidad y difundía la alegría. Algunos testimonios lo cuentan:
“Sor María ante las dificultades no se encogía, decía: “Mi Rey y mi Reina me ayudarán”. Era una persona de esperanza, creo que por eso vivió feliz y alegre; no la vi nunca triste, porque era optimista. Esperó sin límites lo que quería obtener” (Beata Calvo Brenes de Sánchez).
“La esperanza la mantenía serena, era de una equidad de carácter imperturbable, con una sonrisa bien definida en sus labios y una expresión en el rostro, como quien está segura de que su camino es recto y grato al Señor. Se fiaba contra toda esperanza” (Sor Teresa Rodríguez).
“Puedo decir que Sor María vivió llena de esperanza que reflejaba a través de su serenidad y alegría contagiosa. Colmaba de consuelo a las personas que se le acercaban tristes o casi desesperadas para pedirle un favor, haciéndoles ver que Dios las amaba y que no las desilusionaría. Muchas veces se la sintió repetir: “Sé de quién me he fiado””. (Sor Manuelita Andrade).
La esperanza es como un imán que atrae al Paraíso, hacia el gozo eterno. También sor María la deseaba: “Somos los peregrinos que van al Paraíso, la fe ilumina nuestro destino. La meta está en la eternidad, nuestra Patria es el Cielo, la esperanza nos guía y el amor nos lo hará obtener. El hombre alcanza su plenitud en el amor por los otros (F XII 75)».
El 7 de julio de 2021, en el 44º aniversario de su llegada a la Patria del Cielo, la Beata María Romero Meneses continúa siendo, para sus pobres y las Comunidades Educativas del mundo, “luz de esperanza”.
En la Casa María Auxiliadora “Obras Sociales Sor María Romero” en San José en Costa Rica, en la Inspectoría Nuestra Señora de los Ángeles de Centro-América Sur (CAR), fundada por ella, se continúa trabajando por los más pobres, ofreciéndoles esperanza y optimismo salesiano. Muchos peregrinos llegan para honrar a la Beata en el Mausoleo en que reposan sus despojos, reestructurado en 2020.
El 4 de julio de 2021, en el primer día del Triduo a ella dedicado, se tuvo el primer recital musical “Desde el corazón de Sor María Romero”, cuyas canciones forman parte del repertorio musical arreglado por Sor María, en el cual algunas piezas estaban compuestas por ella misma, que tanto amaba la música.
El 7 de julio de 2021, en el aniversario del nacimiento en el cielo de la Beata Sor María Romero, la Celebración Eucarística será transmitida por la pagina de Facebook de las Obras Sociales Sor María Romero.