Ecuador. El 25 de agosto de 2024 se cumplen 55 años del nacimiento al cielo de la Beata María Troncatti, Hija de María Auxiliadora misionera en Ecuador (1883-1969). La  Comisión Beata María Troncatti  de la  Inspectoría Sagrado Corazón (ECU) propone un Triduo para los jóvenes y para las comunidades.

Esta extraordinaria Misionera Hija de María Auxiliadora, con gran dedicación y espíritu de sacrificio, ya en el siglo pasado vivió  la ecología integral ‘ante litteram’, escuchando el “grito de los jóvenes, de los pobres y de la tierra” (Actas del Capítulo General XXIV, 38), en plena sintonía con la Encíclica Laudato sii y con la Exhortación Apostólica Postsinodal Querida Amazonia.

Madre Chiara Cazzuola, en la Circular nº 1040, afirma: “Tenemos una hermosa herencia espiritual y carismática que, desde el nacimiento del Instituto hasta hoy, es fecunda en ricos e incisivos modelos de santidad”.

En los 47 años de misión en Ecuador, Sor María siempre ha defendido y cuidado la vida en todas sus formas. Escuchó el grito de los pobres e indefensos y, con su profunda sensibilidad al sufrimiento y al dolor, supo como misionera, “doctora” y defensora, convertirse en precursora de “la ecología integral como dimensión de la vida y de la misión educativa” (Actas del Capítulo General XXIV, 38).

Desde un inicio, se extendió entre los indios y los colonos la noticia de que había llegado “la madre física”, del término francés phisicien (doctora), misión que siempre llevó a cabo con disponibilidad y hospitalidad, sin contar los sacrificios, en la totalidad de la entrega, atravesando intrincados bosques y peligrosos ríos, enfrentándose a animales venenosos y riesgos de todo tipo para curar, consolar, apoyar y defender a los pobres. Se dedicó al cuidado de los cuerpos y se interesó activamente por las almas.

Desde que llegó a Macas en 1925, y luego hasta su muerte, recibió en su botiquín -farmacia, clínica, centro de consejería y más- a hombres heridos por la ley de la venganza o enfermos de epidemias, víctimas de envenenamientos, niñas y adolescentes que habían huido de una ‘chivaria’ donde las familias se peleaban, mujeres golpeadas con el hacha por maridos violentos y borrachos,  niños no deseados, bebés huérfanos o destinados a la muerte, los cuales recogía y entregaba a mujeres colonos o jóvenes shuar  ya evangelizadas, para hacerlas crecer y educarlas.

Cuidó y defendió la vida abriendo internados, el  hospital Pío XII  y con las innumerables visitas en su consultorio o en las casas de los enfermos. Sor María mostró un amor muy especial por los huérfanos, a los que trataba con exquisita maternidad y heroica caridad. Son innumerables los niños que eran destinados a morir, por ser ilegítimos, a los que Sor María salvó y cuidó con sacrificio y valentía, educándolos de manera cristiana en la misión.

Un día, una niña llegó a la misión con un bebé recién nacido en brazos. El bebé nació en el momento en que su madre murió por envenenamiento. A partir de ese momento, esas dos criaturas se convirtieron “de María”. El recién nacido fue bautizado con el nombre de José María y la Beata fue su madrina. José María declara: “No recuerdo a nadie en mi vida, sino solo a Sor María, que fue una verdadera madre para mí”.

Sor María defendió y cuidó la vida de esta manera, combinando un profundo espíritu de oración. Cada vez que la llamaban a cuidar de los que sufrían y a salvar y educar a los niños, Sor María estaba siempre dispuesta a decir: “Vamos” y a llevar el botiquín de primeros auxilios en una mano y el rosario en la otra. Antes de ponerse a trabajar, decía: “¡Un momento!”. Es un tiempo breve de discernimiento, de valentía, de decisión y de fuerza para actuar y repetir: “¡Jesús mío! ¡María Auxiliadora, ruega por nosotros!”. y rezar las “Ave Marías” para sentirse guiada y sostenida por la fuerza de Dios y de la Virgen.

Orando, como pide Madre Chiara, por el éxito de su Causa de Canonización, la Beata María Troncatti estimula con su ejemplo a reavivar el impulso de la evangelización y la educación con una sólida vida eucarística y mariana.

Triduo para los jóvenes

Triduo para las comunidades

1 COMENTARIO

  1. Grazie alla Commissione B.M.Troncatti dell’ECU per questa bella proposta del Triduo, attrezzata dal materiale significativo che unisce elementi carismatici, sociali, del magistero pontificio e della vita reale dei poveri attorno alla figura della nostra Beata, facendoci ricordare attualità del suo impegno ed offerta per la giustizia e per la pace. Ho goduto tanto delle immagini, pensieri e canti, inseriti nella presentazione, fin dal primo giorno del Triduo.

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