Roma (Italia). “Strade di futuro. Un cammino di gioia e di audacia missionaria” (Caminos de futuro. Un itinerario de alegría y audacia misionera) es el título del volumen publicado por Paoline Editoriale Libri (Cinisello B.mo, 2024), editado por sor Gianfranca Franceschin, FMA, que contiene las Circulares de Sor Yvonne Reungoat, Superiora General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora de 2008 a 2021.
“La lectura del volumen, escrita con exactitud y precisión por Sor Gianfranca Franceschin, ofrece una visión clara del período que corresponde a los dos sexenios (2008-2014; 2014-2021) de animación y gobierno, en el que la Madre Yvonne se dedicó con sabiduría y amor a la dirección del Instituto. Excepcionalmente, la duración del segundo mandato fue de siete años debido a la pandemia de Covid-19”, explica la actual Madre General del Instituto FMA, sor Chiara Cazzuola.
En la Presentación, destaca varios elementos que emergen de la colección: la referencia constante a los valores evangélicos y carismáticos, a las Constituciones, que pide que se asuman vitalmente, a la santidad, como proyecto compartido con la comunidad educativa. “Es el secreto de la fecundidad del Instituto al que se vincula otro importante núcleo de contenidos: el del espíritu misionero y el de la animación vocacional”, observa Madre Clara, recordando algunos momentos históricos del gobierno de Madre Yvonne, como el 140° aniversario de la primera expedición misionera de las FMA, dirigida por Sor Ángela Vallese, y el Centenario de la Carta Apostólica Maximum Illud, en 2019, con ocasión de la cual animó al Instituto a vivir, en comunión con la Iglesia universal, el mes de octubre como un “Mes Misionero Extraordinario”.
Con respecto a la animación vocacional, recordó los Caminos de Conversión, emprendidos por el Instituto como camino postcapitular en el sexenio 2009-2014 y continuados en el sexenio siguiente, acompañados del aspecto de la alegría: “La alegría es un elemento fundamental para una animación vocacional eficaz, capaz de hablar al corazón de los jóvenes. Las felices Hijas de María Auxiliadora son mujeres plenamente realizadas y capaces de vivir su fidelidad en un don a los jóvenes, sin medida, signo de un seguimiento apasionado de Jesús”. También en la perspectiva de la animación vocacional, se pone de relieve “el acompañamiento como estilo y expresión de comunión y ayuda mutua para descubrir y vivir el plan de Dios sobre cada persona”.
Otros acontecimientos significativos durante su gobierno fueron el 140º aniversario de la fundación del Instituto, en 2012, y el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, en 2015, “vivido como una experiencia de gracia para relanzar la apuesta de la vocación que puede tener sus orígenes en el ‘contagio’ salesiano”. Madre Yvonne, en sus Circulares, también ofreció orientaciones concretas con motivo de la celebración del 150º aniversario de la fundación del Instituto, celebrada en 2022.
El recordatorio de la presencia de María Auxiliadora es constante: “María es sentida y presentada como Madre y Maestra, la ‘Virgen de los tiempos difíciles’ que guía a la esperanza en la peregrinación de la fe. Una mujer en camino, con la que podamos construir y difundir una cultura de paz”.
Madre Chiara también menciona el estilo: “el lenguaje es vivo, inmediato, personalizado; No solo invita a la lectura, sino que también se abre a la meditación sobre los valores propuestos, plantea preguntas y estimula la participación personal y comunitaria. Es un llamado familiar y constante para dar vida a lo que se propone”.
Es un “camino juntos” que Madre Yvonne nos invita a recorrer como FMA y como Comunidad, en un camino sinodal que fortalece la unidad y el sentido de pertenencia al Instituto, a la Iglesia, al mundo. A la importancia y a la preciosidad de este “encuentro mensual”, Madre Yvonne dedica la Circular nº 1000, que también marca un hito histórico.
Las palabras finales de la Presentación expresan la gratitud de Madre Chiara Cazzuola y de todo el Instituto por el don de su vida y su servicio de animación:
—¡Gracias, madre Yvonne! En estas páginas escritas con afecto, calor y pasión, podemos recorrer los trece años en los que, con amor y dedicación incansable, diste todo lo que eres en la dirección del Instituto con una apertura efectiva a la vida de la Iglesia y a los acontecimientos sociales que interpretaste como desafíos que no hay que despreciar, sino abrazar con valentía y con la fuerza del carisma siempre actual y fecundo de vida nueva.
Como Madre general te sentimos una presencia alentadora, previsora y cercana. Con tus sabias palabras, profundas y entusiastas, nos has ofrecido un luminoso testimonio de vida, de fidelidad y de amor a la Iglesia, sostenido por la Palabra de Dios, madurado en un tiempo fecundo de animación y gobierno del Instituto y en constante confrontación con los desafíos de la vida consagrada femenina en la variedad de sus carismas.
Que María Auxiliadora te bendiga y siga acompañando tu camino en los innumerables compromisos a los que la Iglesia te llama, aprovechando tu riqueza de experiencia y animación”.
