Roma (Italia). El 27 y el 28 de noviembre de 2021 las Hijas de María Auxiliadora de la Comunidad Maria Ausiliatrice de la Casa Generalicia de Roma (RCG) tuvieron la transmisión del Capítulo General XXIV, con la finalidad de vivir juntas una experiencia de Espíritu Santo, recorrer el evento a nivel experiencial y de contenidos, compartir los dones recibidos, proyectarse hacia el futuro del Instituto FMA y expresar gratitud, alegría y esperanza por cuanto experimentaban.
El sonido festivo del canto “Danzano con gioia, le figlie d’Israele” y la acogida de cinco hermanas que representaban los “siervos”, introdujeron a las FMA de la Comunidad en la Sala S. Teresa, para participar en la “fiesta de las bodas” del texto del Evangelio de San Juan del que se extrajo el tema del CGXXIV “Haced todo lo que Él os diga” (Jn 2,5). Comunidades generativas de vida en el corazón de la contemporaneidad”.
Sor Gabriella Imperatore, Delegada del CGXXIV para la Comunidad, animó la experiencia capítular, proponiendo como primer paso una dinámica para compartir en pequeños grupos, a fin de sintetizar con una palabra la experiencia particular de la Comunidad de Casa Generalicia: una experiencia vivida directamente “en el campo” – aunque también fuera del Aula Capitular – en un clima de serenidad, oración y servicio en apoyo de las 172 hermanas Capitulares, provenientes de 58 Países del mundo.
Al compartir lo que habían experimentado, sor Gabriella habló de una experiencia única e irrepetible, dentro de una atmósfera de alegría y de responsabilidad. En el centro estaba siempre la Palabra de Dios, con el escenario de las Bodas de Caná y, sobre todo, la presencia constante de María, mujer preventiva. La escucha era la actitud prioritaria, junto a la docibilitas, indispensable para acoger las llamadas de Dios. De fundamental importancia fueron también el discernimiento personal y comunitario, la reflexión, el estudio, el silencio, para llegar a la elección de la Madre y de las Consejeras y a la opción de las líneas programáticas del próximo sexenio, a la escucha del Espíritu y de las llamadas de las/los jóvenes y de la historia.
La celebración inicial fue presentada con las palabras de Madre Yvonne. “Es importante desear escuchar Su voz, estar en alerta como un centinela, tener un corazón que espera con impaciencia el encuentro” y, retomando los versículos del texto de Juan, puso a la luz la obediencia como acto de confianza valiente, para permanecer, como María y los siervos, abiertas al Espíritu y acoger lo que Jesús pide.
Las FMA de la Comunidad entraron después en el núcleo del evento capitular, con una panorámica sobre las participantes, sobre el camino y sobre la metodología, sobre el trabajo de estudio y reflexión en las 5 Comisiones y 15 subcomisiones, cuyas síntesis eran presentadas a la Asamblea, en un clima de confrontación serena y de diálogo constante.
La Ponencia sobre la vida del Instituto en el sexenio 2014/2021, el relato de las experiencias en las que se encarna el Carisma, las Buenas noches, los recreos, fueron momentos en que las Capitulares pudieron palpar “cuánta vida hay” en el Instituto FMA. Particularmente intensa fue la semana del discernimiento, para llegar al momento de la elección. Sorprendente y excitante fue la visita del Papa Francisco, profundo e incisivo el mensaje conclusivo de la recién elegida Madre Chiara Cazzuola.
Las intervenciones de Don Erino Leoni, SDB, de Don Pascual Chávez Villanueva, Rector Mayor Emérito de los Salesianos de Don Bosco, del Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime, del Card. João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica y del Secretario Mons. José Rodríguez Carballo fueron preciosas para el trabajo.
Por la tarde del 28 de noviembre, la Comunidad entró nuevamente en el clima de escucha y de interiorización con el canto en lengua española: “Dame, Señor, tu mirada”. El tiempo de discernimiento se vivió con actitudes de reconocimiento, contemplación y silencio, a dejarse transformar para renovar la mente, a tener el corazón abierto y disponible.
Agradecimiento a la Madre Yvonne y a los Consejeros del sexenio anterior se hizo tangible al volver a ver algunas imágenes de los rostros gozosos entre las FMA, la gente y las/los niños/as, adolescentes y jóvenes que visitaron. Gratitud al bendecir el nuevo camino que les espera. También fue convincente la escucha de las entrevistas a las nuevas Consejeras y de las reelegidas, que respondieron a preguntas relativas a su vida, al mandato y al servicio en el Instituto que se abre para ellas.
Después la presentación del Documento final Con María, la profecía de una presencia creativa y valiente, que cuenta experiencias que expone las experiencias y los contenidos del CG XXIV y presenta las opciones prioritarias y las líneas de acción, la celebración del envío, ”De Caná a Cafarnaún”, invitó a retomar el camino “para compartir la vida y la misión junto a los jóvenes y a los laicos, para dejar respirar a Dios en nuestra existencia y afrontar con coraje los retos que encontraremos”.
En el canto final de las Bodas de Caná, las 5 hermanas, que representaban a los 5 continentes en los que el Instituto está presente, virtieron buen vino en las copas, una invitación a nuevos gestos para ser mujeres de esperanza, que generan vida en abundancia.
En el momento del brindis, sorprendentemente, la Madre General, Madre Chiara Cazzuola, entró en la sala, invitándolas a levantar las copas para celebrar “el milagro de la sinodalidad” y las animó a caminar juntas con audacia hacia un futuro de esperanza para el Instituto FMA.
Madre Chiara concluyó con estas palabras: “La alegría de Jesús en medio de nosotros – y de Su Madre – ha acompañado todo el trabajo pre-capitular, capitular, y post-capitular. Auguro también a vosotras que este camino sea fecundo de bienes y pueda ser para nosotras y para todas las FMA un camino de regeneración y de fecundidad vocacional. ¡Buen camino!”.