Roma (Italia). El 13 de febrero de 2022, día de la conmemoración mensual de Santa Maria Domenica Mazzarello, se llevó a cabo el 1er encuentro de la peregrinación virtual “Camminando con te, Main”, organizado por el Ámbito para la Familia Salesiana del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora con el objetivo de celebrar los 150 años de fundación del Instituto FMA junto a las Asociaciones acompañadas por las Hijas de María Auxiliadora, para renovar el espíritu de familia típico de los orígenes mornesinos, vivido entre consagradas y laicas/laicos.
El comienzo de la peregrinación se llevó a cabo en tres momentos online por continentes – Asia y Oceanía; Europa y África; América – con una participación global de cerca de 800 personas.
La Madre General del Instituto FMA, Sor Chiara Cazzuola, se hizo presente por medio de un video-mensaje, augurando a los participantes vivir este “santo viaje” dejándose “fascinar e implicar por la santidad de Madre Mazzarello y por la Primera comunidad de Mornese, una santidad que es muy actual hoy en un mundo sediento de autenticidad, de libertad y de esperanza”.
Sor Leslie Sándigo, Consejera General para la Familia Salesiana, les dio la bienvenida diciendo: “Entrar en esta tierra santa es un gran don para todos nosotros… y una experiencia de gozo y de conmoción por muchos que ven por primera vez estos lugares de los orígenes y los del crecimiento del carisma salesiano; para otros, en cambio, es quizá una vuelta después de una visita realizada en tiempos pasados y que ciertamente ha dejado una impronta y un poco de nostalgia, junto al deseo de poder repetirla”.
Después retomó la metáfora del camino y de los viandantes para animar a los laicos con las palabras de Madre Mazzarello: ¡Ánimo! Vayamos adelante con corazón grande y generoso” (C 47). Que sean éstos los sentimientos que nos acompañen a lo largo de esta pate del camino que recorreremos juntos como Familia, como Iglesia sinodal, como Comunidad, donde nos cuidamos unos de otros, más allá de la distancia, de la lengua, del continente… porque somos hermanos y hermanas de un mismo padre, Don Bosco, y de una misma madre que nos acoge, Madre Mazzarello”.
Significativo ha sido el momento de oración con el título “Doy gracias a tu amor y a tu fidelidad”, con el coro “San Bernardo”, dirigido por la Sra. Maria Dina Bertotti, Exalumna de las FMA, desde la Capilla del Instituto Immacolata de la Comunidad FMA de Novara, de la Inspectoría piamontesa Maria Ausiliatrice (IPI), que en el canto expresaba:
“Nuestro estar reunidos de todo el mundo habla de alegría por las grandes cosas que el Señor ha logrado a través de todas las Hijas de María Auxiliadora de ayer y de hoy, que han dado y que continúan dando con fidelidad su vida al servicio del Evangelio y de los jóvenes, en el estilo del carisma salesiano. ¡Los tiempos no son fáciles, pero todo lo vence la fuerza del Amor!¡Todo lo transforma y hace nuevo el Amor! En una profunda, misteriosa, pero real comunión, Don Bosco, Madre Mazzarello, todos los santos y los Beatos de la Familia Salesiana, están aquí con nosotros. ¡Cielo y tierra hoy están más cerca!”.
Serán ocho las etapas de la peregrinación, hasta el 22 de mayo de 2022, con diversas “Paradas mornesinas” y contenidos: en los Mazzarelli, “La vida nacida del amor”; en la Valponasca, “Mirada de vida para todos”; en la via Valgelata, “Siempre renacer”; en las casas del pueblo, “Ser casas para los niños”; en el Collegio, “El corazón habla al corazón”; en Nizza Monferrato: “La fuerza de tu sí”.
El itinerario concluirá con la dimensión mariana en la vida de Madre Mazzarello. Cada encuentro, de 90 minutos de duración, lo lleva a cabo un equipo constituido por laicas/laicos y FMA. Para las traducciones simultáneas en cinco lenguas, se ha constituido un equipo de jóvenes universitarios que prestan su servicio de voluntariado de manera alegre y profesional.
Esta peregrinación quiere ser, tanto para las/los laicas/laicos como para las FMA, un momento de cualificación del propio itinerario vocacional, una etapa de relanzamiento de la vida consagrada y cristiana, un reavivar la alegría de pertenecer a una gran Familia carismática.
