Alì Terme (Italia). Del 13 al 20 de septiembre de 2024 en la  Casa María Auxiliadora de  Alì Terme, Messina, en la  Inspectoría Madre Maddalena Morano (ISI), donde descansan los restos de la Beata, se celebraron los Ejercicios Espirituales para las Inspectorías de la Conferencia CIME de Oriente Medio y Europa.

Los Ejercicios, sobre el tema del discernimiento a nivel personal, comunitario e inspectorial, fueron dirigidos por don Giuseppe Cassaro, salesiano de Don Bosco.

La Vicaria General, Sor María del Rosario García Ribas, se unió al grupo para la clausura de los Ejercicios y para la visita al Santuario de Nuestra Señora de Tindari, donde las FMA pudieron conocer la historia del Santuario y contemplar la hermosa estatua de Nuestra Señora, que data de alrededor del año 800 d.C., procedente de Turquía y Oriente Medio y traída a Tindari por los marineros en la época bizantina.

La estatua, tallada en madera, se encuentra sobre el altar, y a sus pies hay una cita bíblica en latín, tomada del Cantar de los Cantares: “Nigra sum sed Formosa” – “Soy morena pero hermosa” (Cantar de los Cantares 1:5). El friso de la nave central también representa a San Juan Bosco, Santa María Domenica Mazzarello, Santo Domingo Savio y muchos otros santos. La visita a este santuario mariano se completó con una comida tradicional siciliana de pescado y marisco.

El 21 de septiembre, las Inspectoras y la Vicaria General se reunieron para la Presidencia de CIMA, guiadas por el tema “Rediseñar”, un proceso en el que todas las Inspectorías están actualmente comprometidas. La reflexión comenzó con la elección de una imagen para describir la propia Inspectoría en el momento presente, seguida de un intercambio en pequeños grupos. A continuación, se pidió a cada uno que pensara en las tres preguntas más importantes que cada Inspectoría debe afrontar en este momento y que las compartieran en los grupos, para luego encontrar tres preguntas comunes para llevar a la asamblea. El intercambio, muy enriquecedor, puso de manifiesto que, a pesar de las diferencias territoriales, se enfrentan a los mismos retos. Algunas de las preguntas:

¿A qué nos llama el Señor a medida que avanzamos hacia el futuro? ¿Cómo podemos seguir acompañando a las hermanas, a los laicos, a los jóvenes en el futuro? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestras comunidades sean verdaderamente vocacionales? ¿Cómo ayudamos a las hermanas mayores a transmitir el Carisma con alegría? ¿Cómo se puede garantizar la sostenibilidad económica de las Inspectorías en el futuro? ¿Cómo podemos ayudar a las Comunidades Educativas a responder a las necesidades de los jóvenes de hoy? A estas preguntas no se les dio respuestas definitivas, pero era importante intercambiar ideas y escucharse unas a otras.

A continuación, se examinó detenidamente el reto del “rediseño” y lo que significa para cada una. La idea más fuerte que surgió es la de “tener la oportunidad de hacer algo de una manera nueva que sea fructífera para todos”. El compartir en pequeños grupos las experiencias sobre cómo se está viviendo este proceso, con las alegrías y las dificultades, ha aumentado el sentido de unidad entre las Inspectoras, en la conciencia de las situaciones actuales de envejecimiento, aumento del coste de la vida, disminución de las vocaciones, pero también con el gran deseo de asegurar un futuro apostólico a las hermanas que vendrán. Y, sobre todo, con el consuelo de afrontar todo esto “juntas” con apoyo mutuo en la oración y aliento para emprender el camino hacia el futuro.

El intenso día terminó con una velada de fraternidad junto a la comunidad local, abierta desde la llegada de la “aristocracia medieval”, con comida, música y bailes tradicionales sicilianos.

El domingo por la mañana se reanudaron los trabajos, examinando las fases de preparación con vistas a la evaluación trienal que se realizará en Fátima en enero de 2025. Se invita a cada Inspectoría a enviar sus propias respuestas a las preguntas, sin exceder en extensión. El equipo de planificación ha tratado de mantener el proceso lo más simple posible.

El lunes 23 de septiembre el grupo tuvo la oportunidad de visitar Siracusa. El día comenzó con una visita al Santuario de Nuestra Señora de las Lágrimas, donde en 1953 Antonina Iannuso fue sanada mientras presenciaba lasa lagrimas que brotaban de una efigie de yeso que representaba a la Virgen en la casa de los padres de su esposo. La imagen fue retirada y colocada en la Basílica construida en 1954 que, durante su visita en 2002, el Papa Juan Pablo II elevó al rango de basílica menor.

Después de un tiempo de reflexión personal y oración, se continuó con  una visita a las Catacumbas de San Juan, luego a la Basílica de San Juan Evangelista, a la Catedral de Siracusa, con la capilla dedicada a Santa Lucía, y a la fuente de Aretusa, un manantial de agua dulce a pocos metros del mar.

De vuelta en Alì Terme, las Inspectoras participaron en la celebración Eucarística, en acción de gracias por todo lo que habían vivido, visto y compartido. Después de la cena, expresaron su gratitud a la Comunidad de Ali Terme por todo lo que habían hecho en silencio para que su estadía fuera cómoda y placentera. Un agradecimiento especial a Sor Ángela Maria Maccioni y a su Inspectoría por la calurosa acogida.

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