Encuentro online de formación – Ámbito Misiones

Roma (Italia). Del 10 al 12 de febrero de 2023 tuvieron lugar los encuentros para las Coordinadoras inspectoriales y misioneras ad gentes del mundo organizados por el Ámbito para las Misiones del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.

Sor Ruth del Pilar Mora, Consejera general para las Misiones, junto con las hermanas del Ámbito y los miembros del GLOBAL MISSIO TEAM – formado por una Coordinadora inspectorial Misiones ad gentes de las FMA y un laico por cada continente, con la tarea de preparar y animar los encuentros de animación y formación coordinados por el Ámbito- realizó estos encuentros de animación y formación previstos en la programación del sexenio del Capítulo General, dirigidos a las Coordinadoras inspectoriales Misiones ad gentes y para las misioneras ad gentes de cada continente.

El tema desarrollado fue “El voluntariado misionero, como camino vocacional” con la intervención misionológica carismática de Don Pascual Chávez, Rector Mayor emérito de los Salesianos de Don Bosco, y la puesta en común de las buenas prácticas de la “Semana misionera” de sor Monaliza Bernardino Machado, de la Inspectoría Nossa Senhora Aparecida (BAP).

En el saludo inicial sor Ruth nos invitó a reflexionar sobre este tema “desde la perspectiva de la presencia que genera vida, como nos ha invitado el Capítulo General XXIV. En este sentido, fortalecer o emprender caminos que promuevan el voluntariado misionero significa redescubrir lo importante que es “estar ahí” como FMA, laicos y laicas llamados a vivir el Bautismo como don y respuesta a Dios que nos hace sentir su amor y nos empuja salir de nosotros mismos, encontrarnos con el otro para encontrar juntos el sentido de la vida en Jesús”.

“El voluntariado misionero -precisó la Consejera- es una escuela de vida en la que concretamente es posible unir corazón, cabeza y manos, tejer relaciones positivas entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos, aprender el arte del cuidado personal, del otro, de la creación. Además, nos ayuda a ser responsables del crecimiento de personas y comunidades solidarias que sepan ‘ponerse el delantal’ para servir a Jesús en cada persona, especialmente en las más probadas por la pobreza y los sufrimientos de diversa índole”.

Don Pascual Chávez – partiendo de la insistencia del Papa Francisco en ser una “Iglesia en salida”, misionera y sinodal – hizo un excurso de los principales documentos de la Iglesia sobre la vocación del laico comprometido en el mundo y en la sociedad. “La Iglesia no vive al margen de ser Pueblo de Dios” -recordó- sino que está comprometida con el proyecto de la nueva evangelización y nosotras FMA y SDB, en sintonía con el pensamiento de Don Bosco, no pretendemos vivir al lado, sino dentro de este movimiento eclesial, viviendo con la gente”.

El 9º sucesor de Don Bosco subrayó que “el voluntariado es ante todo una actitud, una especie de ‘fuego sagrado’ que debe impregnar todas nuestras acciones, si queremos vivir en un mundo digno de ser vivido. El voluntario es el verdadero apóstol y vive sin distinción alguna entre el egoísmo y la generosidad, la actitud de entrega y la entrega al otro, y siempre agraciado por el deseo de querer dar sentido a la propia vida, que es la verdadera raíz de toda acción”.

Don Pascual concluyó diciendo: “No somos filántropos sino misioneros que revelan que Dios es Amor. La íntima participación personal en la necesidad y el sufrimiento del otro se convierte así en participarlos de yo mismo: para que el don no humille al otro, debo darle no sólo algo mío sino de mí mismo, debo estar presente en el don como persona. El amor y la ley universal del don, que nace del amor, son las formas más completas, más nobles y evolucionadas de salir de uno mismo”.

Los encuentros – con buena participación e implicación no sólo de las hermanas interesadas, sino también de muchas comunidades FMA – fueron vividos en sencillez y fraternidad, en un rico compartir en los grupos Zoom, que sensibilizó a las personas sobre las experiencias de bien presente en las comunidades FMA en todos los rincones del mundo y, al mismo tiempo, animaron a los participantes a tomar conciencia de la importancia de salir, de caminar con los jóvenes y de ser multiplicadores de esperanza, artesanos de misericordia con las manos, con los ojos, con oídos atentos y cercanía.