FMA que dejan huellas de alegría

Roma (Italia). El 27 de julio de 2024, el Señor de la alegría infinita llamó a si a la queridísima Sor Graziella Boscato, Hija de María Auxiliadora de la Inspectoría Triveneto Santa María Domenica Mazzarello (ITV).

Hay FMA que dejan huellas de alegría salesiana por donde pasan. Sor Graziella Boscato fue una de ellas. Nacida en Valdagno (Vicenza) el día de Navidad, 25 de diciembre de 1943, amaba la vida y sabía contagiar su alegría con un humor ingenioso e inteligente. De su padre heredó la vena poética, creativa y musical, de su madre la sencillez y la esencialidad.

Comenzó su formación en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora e hizo su profesión en 1963. Después de graduarse y obtener el título para enseñar Materias Literarias Materias Literarias, comenzó para ella un feliz y fructífero período de actividad en la comunidad y entre las jóvenes de la  Comunidad María Auxiliadora de Padova.

Después de unos diez años, se le pidió que colaborara con la revista para adolescentes “Primavera Mondo Giovane” en el Instituto Madre Mazzarello  de Cinisello Balsamo (Milán). La cual publicaba el primer número el 31 de enero de 1950; esta revista fue una opción del Capítulo General XI, celebrado en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, en respuesta a la “necesidad, del momento actual, de poner en manos de las jóvenes de nuestras escuelas, de nuestros oratorios, una revista hermosa y formativa” (Capítulo General XI, Apéndices 256).

Cuando, en 1979, Sor Graziella llegó a Cinisello, la revista ya estaba consolidada: era quincenal, se distribuía por suscripción postal en Italia y tenía 80 páginas en color. El equipo editorial estaba formado por FMA apasionadas por la educación y la comunicación, entre las que se encuentran Sor Bruna Grassini, Sor Graziella Curti y Sor Paola Guidali, que buscaban adaptar la propuesta a los destinatarios en un contexto que evolucionaba rápidamente.

A pesar del sufrimiento inicial, Sor Graziella también aportó lo mejor de sí en esta misión inesperada: sus habilidades poéticas y artísticas ya conocidas fueron de gran ayuda para ella. Logró compaginar su compromiso como responsable de la revista con la docencia en la Escuela Media, por lo que la relación directa con los alumnos siguió siendo fuente de inspiración para su trabajo en la redacción de la revista.

En sus veinte años en “Primavera”, Sor Graziella adquirió experiencia periodística que combinó con sus habilidades relacionales y educativas. En una entrevista al Boletín Salesiano en 1995, se le preguntó: “¿Cómo habla Primavera de Dios?” y ella responde: “Además de un modo específico (servicios, dosieres, columnas), ayudar a los niños a captar los mil signos de la presencia de Dios: en cada compromiso por la justicia, en cada elección de la verdad, en el respeto del propio cuerpo, en la amistad, en la belleza. Los jóvenes saben captar la presencia de Dios en las páginas de Primavera. Recuerdo siempre a una chica que nos escribía: “Los colores de la Revista, la forma en que saben hablar a los jóvenes, los dosieres que nos ofrecen, la alegría que nos dan… ¡Es demasiado hermoso para no ser Dios!”. Y continúa: “aunque la generación de los teenagers  actuales ha sido definida por los investigadores como la ‘generación de los vaciados’, creemos que es posible una ‘generación llena de vida’ para un mundo más bello y limpio”.

En 1999, cuando el Instituto decidió terminar con la publicación de la Revista “Primavera”, Sor Graziella vivió con dolor esta decisión. Es trasladada como profesora a Milán, al  Instituto María Auxiliadora, en via Bonvesin de la Riva.

En junio del 2000, el Presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, le concedió el título de “Commendatore al merito della Repubblica” como mujer excelente por los muchos años que pasó como directora de la revista “Primavera” apoyando la formación de los jóvenes.

En 2001, Sor Graziella aceptó una nueva e inesperada misión como Directora de la  Comunidad Jesús Nazareno  de Roma, Via Dalmazia. Al comenzar esta tarea cita a San Pablo, confiando en haber aceptado también sostenida por esta palabra: “No queremos ser dueños de vuestra fe; en cambio, somos los colaboradores de vuestra alegría, porque en la fe ya estáis firmes”.“. Y verdaderamente se convierte en colaboradora de la alegría de toda la Comunidad Educativa. Recuerda a una hermana que convivió con ella en aquellos años: “Siempre estaba allí… en el patio, en la comunidad, en los acontecimientos de la Iglesia, del territorio, del Instituto, ofreciendo a todos su contribución activa, sencilla, amistosa. Caminaba por los pasillos repartiendo sonrisas, bromas, simpatía y … algunas indicaciones aquí y allá, buscando siempre el bien de las personas y de la Obra…”.

En la escuela secundaria, un periodista y padre benefactor había coordinado una redacción periodística formada por niños y algunas profesoras FMA. Era la revista “WOW”. Sor Graziella no dudó en poner en juego la profesionalidad y la experiencia que había adquirido: se convirtió en su redactora jefe y obtuvo la membresía en la USPI (Unión Italiana de Prensa Periódica), de modo que en pocos meses “WOW” se convirtió en el periódico de toda la Escuela, impreso en color y distribuido gratuitamente a las familias. Para todos se convierte en una experiencia inolvidable.

Después de 16 años de dirección de la revista Primavera, escribió que se había encontrado en la dirección de otra “primavera”, la formada por casi 800 jóvenes siempre en lo más alto de su pensamiento y por una Comunidad Educativa deseosa de abrazar el territorio, la Iglesia y el mundo entero. Su alegría contagia e involucra: los padres participan y colaboran en la animación de los diversos eventos y fiestas.

Promueve el “Foro de Padres”, una pequeña semilla de animación formativa y recreativa de todas las familias: momentos de intercambio, oración, diversión salesiana, discusión seria y alegre, trabajo y compromiso, y la construcción conjunta del Proyecto Educativo que inspirará y guiará el año escolar. Todos se sienten parte de “un todo” en el que participar con sus habilidades técnicas y humanas, con su propio carisma. De esa experiencia nació un grupo de Salesianos Cooperadores que siguen activos y muy agradecidos por su orientación.

En 2007 regresó a Milán, al Instituto María Auxiliadora. Sigue siendo un ejemplo de gran pasión educativa, de intensas relaciones con padres, profesores y alumnos. Al igual que los años anteriores, estos son también años de una animada vida comunitaria, llena de intuiciones y propuestas vividas siempre con hilaridad y ligereza, con sentido del humor pero también con profunda sabiduría y sentido común.

Mujer de oración, sabe dar contenido a lo que hace y a lo que propone. En 2012-13 preparó la celebración del centenario de la fundación de la casa Bonvesin en Milán. En 2013 hizo una parada en Génova para colaborar en las actividades de la Escuela Primaria y del oratorio. De 2014 a 2017 volvió a Roma al Instituto Nazareno como Directora: sabia, deseosa de hacer crecer su comunidad en serena cordialidad, se implicó y promovió la participación y la cultura.

En 2017 regresó al Véneto, a Padova María Auxiliadora, con los primeros signos de una enfermedad que sería larga y penosa: cuando no podía hablar, una mirada evangélica permanecía viva en sus ojos de cielo, como la de un niño. Todavía se distingue por la serenidad y la sonrisa que habla de su alma mucho más de lo que pueden hacerlo las palabras.

Sor Graziella Boscato nació al cielo el 27 de julio de 2024, dejando nostalgia y gratitud por lo que era: una FMA apasionada y feliz, que había hecho de la comunicación el camino del encuentro con los jóvenes.

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