Roma (Italia). “Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura” es la misión, la confianza que Dios confía a cada cristiano. El da mihi animas coetera tolle animó a Don Bosco y a Madre Mazzarello a una fuerte pasión misionera y, aunque su deseo de ir no se tradujo en una partida geográfica física, enviaban hermanas, hermanos y jóvenes cada año, con el único deseo de anunciar a Jesús a todos, sin excluir a nadie.
En la Casa Museo Don Bosco de Valdocco, Turín, hay un objeto particularmente “usado”, pero muy significativo: el globo terráqueo que Don Bosco contempló con sus primeros jóvenes colaboradores. A partir de ahí, los horizontes de Don Bosco y de Madre Mazzarello primero, y luego de todos los miembros de la Familia Salesiana, se ensancharon hacia el Norte, Oriente, Occidente y Sur del mundo.
En 1875 la primera expedición misionera de los Salesianos, y en 1877 la primera expedición misionera de las Hijas de María Auxiliadora: desde entonces, un incesante e ininterrumpido envío misionero se ha extendido desde Europa a otras realidades.
De los datos estadísticos del Instituto FMA, se constata que desde el 14 de noviembre de 1877 hasta el 31 de diciembre de 2023, 3354 Hijas de María Auxiliadora partieron en las diversas expediciones misioneras a través de mandatos misioneros y con la entrega del crucifijo; Quedan excluidas de este número las hermanas que se han desplazado dentro del continente americano y han sido enviadas a otras naciones, para nuevas fundaciones.
Así que aún hoy, después de 150 años, muchos jóvenes en el continente europeo deciden dedicar un tiempo de sus vacaciones de verano o de su vida al servicio de otros hermanos y hermanas en alguna misión de las Hijas de María Auxiliadora o de los Salesianos de Don Bosco.
Son jóvenes que han seguido un camino de formación y preparación durante el año: en varias Inspectorías estos caminos son propuestos en colaboración entre SDB y FMA, dentro de los caminos de la Pastoral Juvenil Inspectorial o por la Asociación VIDES presente en varios países europeos y por la Fundación Madreselva de España.
En los próximos meses, cerca de 300 jóvenes saldrán de las Inspectorías FMA de Europa, y una veintena de hermanas FMA acompañarán a los grupos, que llegarán a estos destinos:
Albania (2 grupos); Benin; Bolivia; Bosnia y Herzegovina (Sarajevo); Brasil (3 grupos); Burundi; Campo Vides, Calais (Francia); Campo Vides Guînes (Francia); Campo Vides, en Portugal; Egipto (2 grupos); El Salvador (2 grupos); Etiopía (5 grupos); India; Kenia (2 grupos); La Marsa-Tunis (Túnez); Lituania; Madagascar (2 grupos); Menzel Bourguiba (Túnez); Moldavia; Mozambique (3 grupos); Nisida – Nápoles (en la cárcel de menores); Papúa Nueva Guinea; Paraguay; Rumanía (3 grupos); Senegal; Sierra Leona; Eslovaquia (2 grupos); Tanzania.
Los jóvenes que se van serán acogidos por las Comunidades FMA o SDB de los lugares donde irán, y realizarán diferentes tipos de actividades: animación y visitas a los pueblos, apoyo a los niños, apoyo al dispensario del pueblo; animación salesiana en el Verano Infantil del oratorio; asistencia a las personas afectadas o en situación de conflicto; visitas a los pobres y distribución de alimentos; visitas a las cárceles; acompañamiento a los jóvenes migrantes.
A lo largo de sus experiencias misioneras, muchos jóvenes “encienden el fuego” del deseo de ponerse en camino, de emprender un viaje en lo más profundo de su ser para recorrer caminos de búsqueda de Dios hasta ahora inéditos.
Nunca volvemos al punto de partida: son momentos en los que todos los jóvenes, además de las FMA y SDB a los que acompañan, son tocados en el alma e invitados a mirar más allá de sí mismos, para ampliar los horizontes de solidaridad y fraternidad universal a partir del encuentro con el otro.
Niccolò Fabi, cantautor italiano, en su canción de 2019 “Yo soy el otro” dice: “Yo soy el otro, yo soy el que asusta, yo soy el que duerme en la habitación de al lado. Yo soy el otro, puedes encontrarme en el espejo tu imagen reflejada, lo opuesto a ti mismo. Yo soy el otro, soy la sombra de tu cuerpo, soy la sombra de tu mundo, el que hace el trabajo sucio por ti”.
Al acoger al Otro, somos “otros” para los Otros: a todos los jóvenes, a las FMA y a los SDB que parten, ¡el augurio de que sean la bendición de Dios para aquellos que encontrarán en las diferentes rutas del mundo!
