Turín (Italia). El 24 de mayo de 2024, la Superiora General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Chiara Cazzuola, vivió las celebraciones de la Solemnidad de María Auxiliadora en Valdocco.
Llegando a Turín el 20 de mayo para participar en el Consejo Mundial de la Familia Salesiana, junto al Rector Mayor, el Cardenal Ángel Fernández Artime y a la Consejera General para la Familia Salesiana Sor Leslie Sándigo, pudo vivir las celebraciones en honor a La Santísima Virgen y luego, en los días siguientes, visitar las Casas de las hermanas ancianas o enfermas de la Inspectoría María Auxiliadora (IPI).
Fueron días intensos, llenos de fuertes momentos de oración, de invocaciones a la Virgen y de encuentros fraternos. Estuvieron presentes, desde Roma, las misioneras FMA del Curso de Formación Permanente y las nuevas misioneras, con sor Ruth del Pilar Mora, Consejera General para las Misiones y colaboradoras del Ámbito, las estudiantes de la Casa Madre Ersilia Canta, de la Visitaduría de María Madre de la Iglesia (RMC) con sus profesoras, las jóvenes del Período de Prueba y Orientación de la Comunidad María Santísima Consolata con las formadoras; el 24 de mayo se sumaron las FMA que participaban en la Consulta del Movimiento Juvenil Salesiano. Sin contar las FMA, residentes de Turín y sus alrededores, que acudieron a la Basílica para celebrar las alabanzas a María.
Lo más destacado de estos días fue la celebración de la Primera y Segunda Vísperas, la Celebración Eucarística del día 24, presidida por el arzobispo de Turín, monseñor Roberto Repole, que en su saludo de apertura se expresó de la siguiente manera:
“Sabéis que vuelvo aquí de muy buen grado al Santuario de María Auxiliadora, por una deuda personal que tengo con Don Bosco y con la Familia Salesiana, pero creo como Obispo que comprendo cada vez más que tenemos varias deudas como Iglesia que está en Turín hacia Don Bosco, no solo por lo que fue, pero hoy lo vemos claramente en esta solemnidad, por lo que él nos ha ayudado a ver: María que es verdaderamente una ayuda, una ayuda para todos los cristianos. Nos ayudó a ver lo mucho que necesitamos que nos cuiden y acompañen en nuestras vidas”.
Por la noche, la Basílica acogió a todos los peregrinos para un momento Mariano, sustituyendo la Procesión Solemne que la fuerte lluvia, junto con tanto granizo, no se pudo realizar. La oración fue presidida por el P. Stefano Martoglio, Vicario del Rector Mayor.
Las instituciones locales estuvieron representadas por pancartas y estuvieron presentes la vicealcaldesa de Turín, Michela Favaro, y diversas autoridades civiles y militares. La celebración fue precedida por la actuación de la Fanfarria del 3er Regimiento de Carabinieri de Lombardía. Madre Chiara Cazzuola, con sor Emma Bergandi, Inspectora del IPI, y numerosas FMA, rezaron intensamente junto al Pueblo de Dios.
También fue significativa la buena noches la víspera del 23 de mayo, en la sede de la Inspectoría IPI, a través de la cual Madre Chiara llegó a todas las FMA en directo.
La Inspectora, Sor Emma Bergandi, saludando a la Santísima Virgen, le ofreció como regalo una imagen de María sobre metal, explicando su particularidad: “Hasta ahora ha estado en uno de los nuestros, en un rincón ni siquiera visible, de una manera muy discreta. Y esto nos hace pensar que es uno de los muchos signos que hay en nuestras casas que nos recuerdan la presencia discreta y cotidiana de María a nuestro lado. Y luego está esta otra peculiaridad: no sabemos de dónde viene, no sabemos quién es el autor porque no hay firma. Entonces nos hace pensar que es ciertamente la obra de alguien a quien Nuestra Señora amó mucho y que la quiso de manera discreta. Quería que toda la atención se centrara en ella y no en la firma del artista. Este es el amor a María que queremos tener y que ciertamente está muy vivo en el Instituto”.
“Es una gracia estar aquí, podría convertirse en una tradición, pero cada año es nuevo. Porque realmente nace del deseo de encontrar a nuestra Madre. Y siempre es muy bonito entrar en la Basílica, poder entregarle todo y sentir una paz profunda, una serenidad profunda”. Dijo la madre después de agradecer el regalo. Hablando del sueño de 9 años de Don Bosco y de la maternidad de María, citó al Papa Francisco diciendo:
“María es una madre cercana que nunca nos pierde de vista. Tenemos la certeza de que María está con nosotros, acompaña nuestras vidas, nos acompaña personalmente y nunca, nunca nos abandona. Es posible que a veces nosotros estemos distraídos. Pero ella nunca se distrae. Es una madre de verdad que nunca nos pierde de vista. Don Bosco quería que nos sintiéramos así, pero quería algo más para nosotros. Omejor dicho, quería que fuéramos realmente hijas. Hijas de María Auxiliadora… La madre da a luz a su hija, y no solo físicamente, la genera en espíritu y en la capacidad de enfrentarse a la vida, en la capacidad de ser otra persona, diferente a ella, pero que lleva dentro de sí los rasgos de la madre. Así lo concibió Don Bosco”.
A continuación, indicó el camino para ser “auxiliadoras” de los y las jóvenes:
“Nosotras somos enviadas a los jóvenes. Ellos son los primeros, son los que esperan que les demos esa ayuda verdadera, que no es solo ayuda física, es ayuda para superar la pobreza material, el hambre y la sed de conocimiento, educación, etc., sino también esa orientación a Jesús. Somos Salesianas, Hijas de María Auxiliadora. Nuestro primer compromiso es educar evangelizando y evangelizar educando. Nadie debe quitarnos esto, ni de nuestras mentes, ni de nuestros corazones, ni de nuestras vidas.
Y, por último, dirigió un augurioa todas las FMA y a las jóvenes en formación: “Entonces tenemos la tarea de generar a Dios en el corazón de los jóvenes… esta es la mejor manera de celebrar a María Auxiliadora. Pedirle que realmente nos ayude a no tener miedo, a no tener temor, a tener valor. Ser capaces de leer dentro de las preguntas explícitas y ocultas de nuestros niños, de nuestros jóvenes y de nuestras niñas. También de las hermanas, porque el Sistema Preventivo comienza siendo ante todo una forma de vivir, de compartir la comunión y comienza en el espíritu de familia que todos estamos llamados a vivir en comunidad”.