Roma (Italia). Del 14 al 18 de noviembre de 2022, en Roma en Casa Generalicia (RCG), se llevó a cabo el encuentro de las Hijas de María Auxiliadora misioneras ad gentes en Europa, animado por sor Ruth del Pilar Mora, Consejera General, y por las colaboradoras del Ámbito para las Misiones del Instituto FMA.
“Ser misioneras ad gentes en una Europa que cambia” fue la temática desarrollada en el encuentro, en el que participaron doce misioneras provenientes de ocho Inspectorías de Europa, convocadas por la Consejera General, a través de las inspectoras, con la intención de “refrescar la pasión misionera, reflexionar sobre el significado de nuestra presencia, de nuestro testimonio aquí en Europa en este 150º aniversario de la Fundación de nuestro Instituto”.
En 1872, hace 150 años, el Instituto FMA nacía, y de Mornese en brevísimo tiempo se expandió en todo el mundo: las primeras misioneras salidas de Italia llegaron a “aquellos lugares del fin del mundo” y en todas partes floreció la vocación de las Hijas de María Auxiliadora. Gracias al generoso “sí” de muchas hermanas, todos los Continentes han sido abrazados por el Carisma salesiano.
La semilla fue echada y ahora muchas FMA, con la misma disponibilidad, están respondiendo para ser misioneras ad gentes en Europa, poniendo en marcha nuevas estrategias para reevangelizar Occidente: El “Viejo Continente”, que una vez fue una reserva de vocaciones y una fuente de recursos para la cooperación, es hoy un lugar de cambios sociales y culturales, de modo que incluso la fe cristiana necesita ser propuesta de nuevo en formas nuevas.
Particularmente significativa ha sido la fecha del inicio del encuentro, coincidente con el 145º aniversario de la 1ª expedición misionera de las Hijas de María Auxiliadora, tenida el 14 de noviembre de 1877.
En un momento de celebración, el grupo recordó los últimos momentos antes de la partida de las primeras hermanas – sor Angela Vallese, sor Giovanna Borgna, sor Angela Cassulo, sor Angela Denegri, sor Teresa Gedda, sor Teresina Mazzarello – en presencia de Madre Mazzarello y de Don Bosco, desde el puerto de Sampierdarena, Génova:
“En la mañana del 14 de noviembre de 1877, Don Bosco y Madre Mazzarello están allí, en el puerto de Génova, para saludar, confortar y enjugar las lágrimas que ellos mismos no pueden contener. Las hermanas parten con un bagaje especial: mucha confianza en Dios, alegría por anunciar el amor de Jesús, humildad para acoger nuevas costumbres y nuevas culturas, disponibilidad para afrontar los sacrificios, la cruz y el martirio si la situación lo requiere, sabiendo que el bien cuesta mucho de afrontar, en la convicción de que ¡cuando Dios pide, lo pide todo! (Cron. II, pp. 276 – 291)”.
Sor Ruth exhortó así: “Empezamos este encuentro como signo de la dulce Providencia, precisamente hoy, 14 de noviembre, celebrando el 145º aniversario de la primera expedición misionera de las FMA. Ir más allá de los confines conocidos para encontrar nuevos pueblos y culturas fue característico del estilo de las primeras comunidades, deseosas de llevar al mundo el anuncio más sorprendente e impactante: la ternura del Dios-Amor. Desde entonces comenzó una página de la historia que, aún hoy, sigue siendo escrita por muchas FMA en 98 países de todo el mundo. El único objetivo de la expedición era vivir con audacia y creatividad, de palabras y de hechos, los lemas “Da mihi animas cetera tolle” y “A ti te las confío”.
Hoy nos encontramos un pequeño grupo de hermanas provenientes de 8 de nuestras inspectorías presentes en Europa, fruto de la acción del Espíritu en la vida de muchas FMA, para sentir profundamente la llamada del Señor a hacer de nuestra vida una misión y a renovar nuestro compromiso para hacer visible, accesible la presencia del Reino a través de nuestra vida y la vida de nuestras comunidades, siempre abiertas a construir un nosotros en el que todos podamos hacer experiencia del Señor Jesús, razón y sentido de nuestra existencia”.
Durante las jornadas, el grupo tuvo la posibilidad de conocer directamente y de interactuar con algunos representantes de las Pontificias Obras Misioneras (PP.OO.MM.) y de las Fundaciones Migrantes y Missio, organismos de la Pastoral de la CEI – que ofrecen también una mirada sobre el fenómeno migratorio, con datos estadísticos y con un enfoque pastoral orientado a una Europa en cambio – con las finalidades de sensibilizar y solicitar su inserción en las redes eclesiales locales.
La intervención de sor Grazia Loparco, Profesora de Historia de la Iglesia en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium”, las Buenas noches de las Consejeras Generales y de la Madre General emérita, Sor Yvonne Reungoat, el almuerzo compartido con las hermanas del Curso de espiritualidad de la Casa Madre Ersilia Canta, con la Superiora de la Visitaduría Maria Madre della Chiesa (RMC), sor María del Carmen Canales, reforzaron el espíritu de familia y de fraternidad sencilla y espontánea, dejando en todas el deseo de “ir adelante con corazón grande y generoso” (cfr. L 47,12).
Las misioneras de Europa, que participaron con entusiasmo y alegría en este primer encuentro inicial, expresaron el deseo de continuar el camino juntas “como, donde y cuando Dios quiera”. Para vivir la misionariedad ad gentes no es tan importante el lugar geográfico como la pasión por el Reino, el sentirse “en la misma barca” y caminar sobre la tierra con el cielo dentro, mirando lejos y dilatando los horizontes del corazón hasta el mundo.