Sevilla (España) A la casa de Sanlúcar la Mayor, desde los distintos puntos de la geografía española han ido llegando hermanas y seglares para celebrar, del día 31 de octubre al 3 de noviembre, nuestro I Capítulo inspectorial. Un total de 166 personas (141 hermanas, 2 novicias y 23 seglares). Todo preparado, sobre todo los corazones abiertos al Espíritu para, en clima de discernimiento, aportar la voz de la inspectoria al Capítulo general XXIV que, en el próximo mes de septiembre, se celebrará en Roma.
En sus palabras de saludo y apertura del Capítulo, sor Chary García, inspectora, agradece a todos su presencia como representantes de todas las Casas y obras educativas de la Inspectoría. Un agradecimiento especial a los seglares, jóvenes y adultos. Todos participantes y todos protagonistas.
Es bonito sentir también que no estamos solos en este camino precapitular, que muchas inspectorías del mundo están viviendo en estos días también su Capítulo inspectorial, entre ellas las inspectorías de Italia y Portugal. También agradecemos las palabras de aliento de Madre General y sor Mª Luisa Miranda, consejera general referente para la CIEP, en sus respectivos saludos.
Se presenta el Informe de la realidad inspectorial (2017-2019) por parte de las hermanas del Consejo y Coordinadoras de los Ámbitos y Ambientes. Un rico informe lleno de datos, gráficas, encuentros vividos, documentos redactados que pretenden recoger una intensa y corta vida de dos años, un informe con nombres y rostros detrás de cada una de sus páginas.
Además, se reflexiona y se dialoga intensamente en las 15 comisiones de trabajo sobre las síntesis de las aportaciones de las 57 casas y sus comunidades educativas sobre las tres preguntas propuestas por Madre General en su Carta de convocatoria, síntesis elaboradas por una Comisión precapitular. Un trabajo sinodal que nos lleva gran parte de estas jornadas.
El sábado, día 2, contamos además con la iluminación de don Koldo Gutiérrez, sdb, director del Centro Nacional salesiano de Pastoral juvenil de España, con su ponencia “Líneas esenciales para la Pastoral juvenil después del último sínodo”. Unas sabrosas palabras síntesis de lo que para él queda como tesoro tras tres años de presínodo, sínodo y postsínodo sobre los jóvenes en la Iglesia, proponiéndonos conjugar 4 verbos: mirar, escuchar discernir y caminar juntos.
También se han dialogado en la asamblea las propuestas al Capítulo general XXIV presentadas para conocer las motivaciones planteadas y así poder proceder a la votación de las mismas. Así mismo se ha procedido a realizar las votaciones oportunas para elegir a las hermanas delegadas y suplentes para el Capítulo general XXIV, saliendo elegidas por la Asamblea capitular como Delegadas, sor Paloma Bravo y sor Charo Ten, y como suplentes sor Mª Paz Castillo y sor Maite Seva. Ellas serán la voz de todas nuestras Comunidades educativas al Capítulo general.
No faltaron tampoco en estos días ratos de oración y de fiesta, de adoración y de fraternidad. Agradecemos la presencia fraterna en estos días, de los dos inspectores salesianos de España que han presidido la Eucaristía del primer y último día.
Al final de la Eucaristía, S. Chary hace entrega a cada directora de un detalle de dos pequeñas tinajas con la Palabra de Dios que nos acompaña en este camino capitular: Haced lo que Él os diga. De sus palabras conclusivas entresacamos este párrafo: “Para escuchar hay que estar presente, quizá sea esta una perla preciosa a custodiar, el ESTAR. Una palabra preciosa que ha salido muchas veces aquí en nuestra asamblea, la hemos dicho, la hemos matizado, no queríamos que se nos perdiera… ¡pues que no se nos pierda! ESTAR es una perla preciosa a custodiar. Participar activamente en la vida de los jóvenes no es una posibilidad, es una opción irrevocable que no se puede dejar. No es una posibilidad que tenemos, es nuestra opción de vida”.
