Rio do Sul (Brasil). El 16 de abril de 2021 se llevó a cabo la “ceremonia del paso” para las animadoras y coordinadoras de la Articulación de la Juventud Salesiana (AJS) del Instituto María Auxiliadora de Rio do Sul, de la Inspectoría Nuestra Señora Aparecida San Paolo Brasil- BAP.
La ceremonia del paso es un paso importante en la vida de las jóvenes porque lleva a asumir nuevos encargos y responsabilidades. Robson dos Santos Silva, Coordinador de la Pastoral Escolar, explica la diferencia entre los dos roles: “El animador es una referencia para los miembros del grupo y es responsable de la formación de los otros jóvenes. Da continuidad al sueño de Don Bosco, comprometiéndose a atraer a niños, adolescentes y jóvenes a Jesús. El rol del coordinador tiene más responsabilidad: además de ser un animador, coordina la formación y los encuentros relativos al grupo y a los otros grupos AJS”.
Dos estudiantes se han convertido en animadoras, por haber participado por un año en las actividades en la AJS y haber frecuentando la escuela de animadores, poniendo a disposición el propio tiempo, para ser un punto de referencia en la escuela y, sobre todo, trayendo alegría y siendo un ejemplo con la propia vida.
Cinco jóvenes, después de haber frecuentado la escuela de coordinación y participado, por un mínimo de dos años, en las actividades de la AJS, han llegado a coordinadoras. Este rol requiere mayor responsabilidad y disponibilidad de tiempo por la tarde y para las salidas. Las coordinadoras deben ser estudiantes del último año de las Escuelas Superiores, ejemplo en las evaluaciones escolares y comprometidas con la comunidad.
Algunos elementos simbólicos han dado relieve a la ceremonia del paso: la candela es símbolo del fuego que arde y purifica, signo de una mayor participación de las coordinadoras y animadoras en los grupos, cuya tarea es mantenerlo siempre encendido; la cruz, entregada a las animadoras, representa la obediencia y la fidelidad de Cristo al proyecto del Padre; el anillo de Tucum, recibido por las coordinadoras, quiere indicar la vida de fe y el compromiso a favor de los pobres, de los que no tienen voz. Para el mundo salesiano en Brasil, el anillo de Tucum, realizado con el leño de palma de la Amazonia, es símbolo de la opción preferencial por los niños y jóvenes.
Este evento constituye una tradición especial y emocionante para los animadores y los coordinadores, porque sella el camino acabado dentro de la ASJ y signa una nueva y más comprometida etapa. Como ha subrayado Robson dos Santos Silva: “Es una experiencia significativa, que aumenta el protagonismo juvenil, el compromiso y el liderazgo de las jóvenes. Es la actuación práctica de la espiritualidad juvenil salesiana, para formar a la vida”.
Al final de la ceremonia del paso, los participantes recibieron la bendición de María Auxiliadora para continuar el camino trayendo frutos abundantes.
