Roma (Italia). El 19 de enero de 2024, en la segunda de las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana en Valdocco, Turín, los trabajos cobraron vida con la Mesa redonda sobre el Aguinaldo.
Después del vídeo resumen del día anterior, se presentó otro Grupo de la Familia Salesiana: los Salesianos Oblatos del Sagrado Corazón de Jesús, fundados por el obispo salesiano Mons. Giuseppe Cognata, Siervo de Dios.
A continuación fueron llamados al escenario los ponentes de la Mesa Redonda (Vídeo) el moderador Tullio Lucca, que comenzó explicando el tema: “intentaremos reflexionar sobre cómo el Sueño es fundacional para la Familia Salesiana y cuán importante fue para Don Bosco”.
“Génesis de una vocación” es el tema tratado por Don Bruno Ferrero , SDB, Director del Boletín Salesiano quien, con la vivacidad y la pasión que lo distinguen, identificó algunos aspectos del sueño: la alegría que surge de la respuesta dada a la vida – “Si cuando te levantas por la mañana estás contento con lo que tienes que hacer, tienes la vocación adecuada” – el signo de lo Alto reconocido por Juan en el sueño, la asistencia continua a los jóvenes pobres y sin hogar, la presencia de la Maestra, una madre y una mujer que lo acompaña con ternura y le proporciona un método – “No con golpes, sino con mansedumbre” – y le indica una misión, el campo en el que trabajar: “Hazte humilde, fuerte, robusto (resiliente)”.
Y: los destinatarios – “niños, perros, gatos, osos” – en las calles, en las periferias; una Obra, que se le indica cuando está “oprimido y enfermo”, una “iglesia estupenda y blanca” – “Cuando entres en la Basílica, recuerda siempre esto: estás entrando en el sueño de Don Bosco” – El testamento de Don Bosco, que “servirá para dar a conocer cómo Dios mismo ha guiado todo en todos los tiempos; servirá como un entretenimiento agradable para mis hijos“. Con emoción, Don Bruno concluyó: “Es maravilloso cómo comienzan las Constituciones de los Salesianos, es un acto de fe: ‘con un sentido de humilde gratitud, creemos que la Sociedad de San Francisco de Sales nació no sólo por proyecto humano, sino por iniciativa de Dios’… y este es el sueño”.
La Dra. Emilce Cuda, argentina, Secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina ante la Santa Sede, ofreció una lectura teológica sobre “Los sueños de Dios, por una vida en abundancia para nuestros jóvenes“, relacionando el sueño de Don Bosco con el Magisterio social del Papa Francisco. “El Papa Francisco dice que ‘hay que organizar la esperanza’ y no es fácil de entender, si no pensamos que el sueño de Dios para todos nosotros es ser a ‘imago Dei’, es decir, tener una vida divina”. A partir de su experiencia, subrayó la necesidad de escuchar los sueños de los jóvenes.
“El sueño de Dios es que todos, todos, todos – como dice el Papa Francisco – podamos tener un sueño y podamos hacerlo concreto. ¿Cuál es el sueño? Dignidad, una vida digna. Por eso el Papa Francisco nos llama a organizar los sueños de nuestros jóvenes, a organizar la esperanza, virtud teologal sobrenatural que tiene la posibilidad de llevarnos a ser imago Dei”. La Dra. Cuda finalmente dejó estas preguntas: “Hoy en el mundo, ¿quién organiza la esperanza de nuestros jóvenes? ¿Estamos seguros de que somos nosotros? ¿Estamos seguros de que escuchamos los verdaderos sueños de nuestros jóvenes y trabajamos para organizar esta esperanza, o hay otras voces -tecnología, virtualidad, consumismo, individualismo- que toman sus sueños y los organizan en otra dirección?”.
La palabra pasó luego a Don Rafael Bejarano, SDB colombiano, del Sector de Pastoral Juvenil Salesiana, quien habló de un “trabajo institucional”, en sinergia entre los Grupos de la Familia Salesiana, que provoque un cambio en la sociedad y en la propia cultura, porque “El sueño es siempre local, es allí donde los hacemos realidad”.
Don Rafael expresó así los desafíos institucionales para responder, como Familia Salesiana, a este tiempo, a través de la humildad, que hoy se manifiesta en la amistad social, es decir, “sentir al otro, pensar en el otro, establecer relaciones sanas e inclusivas que conduzcan para dar energía a las sociedades en las que vivimos como espacios de calidez humana”, lo que en términos salesianos se traduce en acompañamiento. Expresó también la necesidad de “ser fuertes“, de fortalecer la propia institucionalidad en virtud de la responsabilidad que Dios confía de defender la dignidad de los más vulnerables, de liberarse de la desintegración que proviene del ego y de la improvisación, que es decir, de no actuar en conjunto con un proyecto común.
“Ser robustos” es el último punto en el que habló de la sinodalidad: “Debemos caminar juntos para garantizar esta dignidad como institución cuidando las herramientas, los procesos y la conciencia de ser comunidad para la salvación de todos. (…) La Familia Salesiana, siendo parte activa de la Iglesia, asume la sinodalidad y configura todas sus obras a través de las Comunidades Educativas Pastorales (CEP) según esta identidad de comunión”.
Sra. Blažka Merkac, de Eslovenia, del Consejo Mundial de los Salesianos Cooperadores, habló de su experiencia con las Hijas de María Auxiliadora, a quienes conoció en un campamento sobre Laura Vicuña, de su trabajo en la pastoral juvenil y de la importancia que asumió para ella “estar con y para los jóvenes”.
“Ahora trabajo con jóvenes con necesidades especiales. Mi principal directriz es el pensamiento de Don Bosco: ‘En cada joven es accesible un punto de bondad, y es deber primordial del educador descubrir ese hilo sensible del corazón para sacar lo mejor del joven’. En mi experiencia, los jóvenes con los que he trabajado y con los que trabajo aprecian la honestidad, la autenticidad y no ser falsos. Reconocen inmediatamente quién está con y para ellos. Si no estamos presentes ante todo y sobre todo con ellos en el lugar donde están, si no son nuestra prioridad, entonces nuestros patios estarán vacíos y el sueño de Don Bosco… será sólo un sueño”.
Al finalizar la mesa redonda, se presentó el vídeo sobre la Confederación Mundial “Mornese” de Exalumnas/os FMA, después los participantes, divididos en grupos, se reunieron con los ponentes para profundizar en los temas.
Por la tarde, el programa continuó con la visita a algunas sedes salesianas, con el trabajo en los grupos lingüísticos sobre el Aguinaldo del Rector Mayor y con la Celebración Eucarística en la Basílica de María Auxiliadora, presidida por el Cardenal Ángel Fernández Artime (Vídeo). En la homilía, el Vicario General, Don Stefano Martoglio, SDB, retomando los verbos de la misión de los Doce – permanecer con Él, experimentarlo, portarlo (testimonio) y no separarnos nunca de Dios, de lo contrario viene el maligno – dijo : “El sueño de Dios en nuestra vocación exige siempre que soñemos con Él y no nos cansemos de Él, de lo contrario podemos arruinar hasta el regalo más grande que Él nos da”.
La intensa jornada concluyó, después de la cena, con la adoración en la Basílica y las buenas noches de la Superiora general del Instituto FMA, Madre Chiara Cazzuola, quien, subrayando la centralidad de la figura de María que el misterioso Personaje identifica como la “Maestra”, terminó diciendo:
“En el sueño, paradigmático y carismático, Jesús nos confía a nosotros y a nuestra misión a su Madre. Es con la mano en la suya que podemos traer esperanza, amor y paz. De hecho, es siempre ella quien continúa realizando maravillas en nuestras vidas, en nuestra misión educativa y en la historia de toda la familia humana.
Estamos aquí, ante la Auxiliadora a la que Don Bosco definió como “la Virgen de los tiempos difíciles”, para pedir juntos y con confianza su intercesión por el don de la paz en todo el mundo, especialmente en los países en guerra y donde diversas formas de violencia e injusticia impiden que las generaciones jóvenes y las familias miren hacia el futuro con esperanza. Que María, Reina de la Paz y Madre de la humanidad, acoja nuestra oración” (Vídeo).
Foto: Flickr FMA