Mesa redonda sobre Madre Rosetta Marchese

Roma (Italia). El 20 de octubre de 2022 se cumplen los cien años del nacimiento de la Serva de Dios Madre Rosetta Marchese (1922-1984),

Superiora general del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, sexta Sucesora de Santa Maria Domenica Mazzarello.

Para recordarla, se organizó una mesa redonda que “puede constituir una ulterior ocasión para dar gracias por la historia de santidad suscitada por el Espíritu Santo en la vida del Instituto y para profundizar el carisma como ha sido actualizado y testimoniado por Madre Rosetta”. (Circ. 1021)

Situada en el contexto del 150º aniversario de la Fundación del Instituto, la conmemoración recuerda que las vidas de las Santas de la Congregación son nuevos gérmenes de vida y paradigmas de futuro para las FMA y para la juventud que educan y acompañan con el estilo del Sistema Preventivo. Son un fragmento de kairos, contienen una especial gracia carismática, fruto del Espíritu Santo y signo de la intercesión de la Virgen María.

Madre Rosetta, con su pasión por Dios y por la educación, impulsa a reavivar el compromiso de cuidar y de caminar junto a las nuevas generaciones, a creer en el cambio, por la presencia de Dios en la historia, como clave interpretativa de la realidad y de los procesos educativos  (Cf. Actas del Capítulo general XXIV).

“La educación es cosa del corazón y sólo Dios tiene la clave de ella”, afirma Don Bosco. Madre Marchese, inspirada por el Espíritu Santo, tiene el arte de llevar a lo humano la experiencia de lo divino, de acompañar en el camino de la santidad a los que le son confiados con gran interioridad y maternidad. Dios en la historia, Dios en los otros, Dios en sí y ella misma en Dios: es el códice interpretativo de su existencia, vivida siempre espiritualmente en el ofrecimiento del “Cum Ipso, per Ipsum, IN Ipso” – Con Cristo por Cristo y en Cristo – hasta recibir la gracia eucarístico-mariana de la inhabitación eucarística, de la presencia permanente del Cuerpo de Cristo en ella después de la comunión.

En el epistolario con las cartas a su padre espiritual, el Siervo de Dios Mons. Francesco Fasola, ella quiere describir el misterio inefable de la presencia de Cristo en ella, identificándola ahora como la llaga abierta del Costado de Cristo, después como el corazón traspasado de Cristo del que brota esa sangre redentora en la que sumergir a cualquiera que pase junto a ella: hermana, joven, laico, sacerdote. Se manifiesta también como un continu Pentecostés en que el Señor se sirve de sus pobres labios para comunicar en la Iglesia y, particularmente entre las hermanas y los sacerdotes, el don del Espíritu Santo.

Es propio de los místicos sentir los misterios divinos en los demás. El 31 de enero de 1980 escribió al Padre Espiritual, en una carta de gran inspiración misionera y mariana: “¡Ayúdame, Padre! Este misterioso regalo me llena de dulzura, de inmensa gratitud, pero también de temblor. Necesito mucho que me ayuden a vivirlo en adoración, en el más profundo recogimiento interior, en la oración y en el servicio  total, con el inmenso deseo de que Jesús santifique a cada alma que me toca, como Juan santificó en el encuentro entre María e Isabel”.

En la mesa redonda que se llevará a cabo el 20 de octubre en la Casa Generalicia del Instituto FMA, transmitida en directo streaming, tendremos la oportunidad de poder “encontrar más profundamente” a Madre Rosetta: para conocer cómo el don de Dios al Instituto se ha actualizado en su persona y poder beber, como en Caná, “el vino nuevo del carisma que alimenta la fecundidad vocacional, potencia la alegría y la emoción de la llamada a ser comunidades misioneras: ‘Mornese en salida’, comunidades que anuncian a Jesús con la vida” (Actas del Capítulo General XXIV) porque estáis llenos hasta el borde por el poder del Espíritu Santo.

Quienes deseen compartir un testimonio o una gracia recibida pueden escribir a animazionesantitafma@cgfma.org

Programa:

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