Roma (Italia). El 8 de junio de 2024 en Roma, en la Casa Generalicia del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, se celebró el Convenio “El largo gobierno de un Instituto Educativo (1881-1924)” sobre Madre Caterina Daghero, en el Centenario de su muerte, promovida por el Instituto FMA y el Centro de Estudios sobre las Hijas de María Auxiliadora de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium”.

Al Convenio asistieron más de 150 personas – además de la Comunidad FMA María Auxiliadora  de la Casa Generalicia y del Sagrado Corazón – entre ellas la Madre General Emérita, Sor Yvonne Reungoat, la Superiora de la Visitaduría de María Madre de la Iglesia (RMC), Sor Jessica Salvaña, la Inspectora de la  Inspectoría San Juan Bosco  (IRO), Sor Gabriella Garofoli, la Presidenta de la Confederación Mundial Mornese  Exalumnas de las FMA, Dª María Carmen Castillón. También estuvieron presentes en la sala la sobrina nieta de Madre Caterina Daghero, Sandra, con su tía Silvana, así como el embajador de Haití ante la Santa Sede, S.E. Jean Jude Piquant, en agradecimiento por lo que las FMA hacen por los jóvenes de su país.

La Secretaria General, Sor María Luisa Nicastro, que coordinó la organización del Convenio, dio la bienvenida a los participantes -en la sala y conectados vía streaming en directo- e invitó  a Madre Chiara Cazzuola a subir al escenario. En su saludo, la Madre destacó la celebración del Centenario como una oportunidad providencial para redescubrir la grandeza de la primera sucesora de Madre Mazzarello:

“una Hija de María Auxiliadora que iluminó los primeros cincuenta años de la historia del Instituto, en una fase muy delicada, custodiando la fidelidad a los orígenes y, al mismo tiempo, cultivando y realizando el sueño de una misión cada vez más amplia. Una mujer humilde y sabia, que recorrió un camino difícil entre luces y sombras, en un tiempo lleno de desafíos y calamidades, luchando siempre por la meta con esperanza y confianza en el Señor de la historia, que hace que todo contribuya al bien en la vida de quienes lo aman”.

A continuación, la Madre Micaela Monetti, Presidenta de la USMI y Superiora de las Pías Discípulas del Divino Maestro, el P. Andrea Bozzolo, Rector de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS), Sor Piera Ruffinatto, Decana de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium” y natural de Cumiana, lugar de nacimiento de Madre Daghero, se turnaron para los saludos institucionales. También hubo saludos, a través de un mensaje o video, de Miguel Gotor, Concejal de Cultura de la Ciudad de Roma, Monica Canalis, Consejera de la Región Piamonte, Angela Bertero, autora de la biografía “El coraje de soñar con el futuro. Vida y misión de Madre Catalina Daghero”.

A continuación, el Convenio entró en el núcleo del tema con la proyección de un vídeo con las principales etapas de la vida de la Madre Daghero, producido por el Departamento de Comunicación del Instituto con el apoyo fotográfico y audiovisual del Archivo General, este preparó a los participantes para escuchar las ponencias.

Sor Grazia Loparco, profesora de la Facultad “Auxilium”, presentó a la moderadora, la periodista y escritora Ritanna Armeni, miembro del consejo de redacción de la revista “Mujer, Iglesia, Mundo” de L’Osservatore Romano quien, agradeciendo la oportunidad de conocer a “una mujer excepcional”, presentó al P. Francesco Motto, Salesiano de Don Bosco, uno de los miembros fundadores del Instituto Histórico Salesiano (ISS) y fundador de la Asociación de Estudiosos de la Historia Salesiana (ACSSA).

El P. Motto, con vivacidad y precisión, trazó un cuadro histórico sintético de la sociedad desde finales del siglo XIX hasta el primer período de posguerra – período de tiempo en el que Sor Caterina Daghero fue Madre General del Instituto FMA (1882-1924) – desde el punto de vista económico-social, cultural, político-diplomático y del mundo de las mujeres, subrayando estos aspectos como grandes desafíos para un Instituto encarnado en el territorio y entre las personas.

El cuadro pintado por el P. Motto, con la complejidad de los personajes y los factores históricos que cambian el escenario en el que Madre Daghero fue llamada a gobernar, dando lugar a procesos institucionales inéditos, constituyó la base de la intervención de Sor Grazia Loparco, que habló de las transformaciones del Instituto frente a la iniciativa de la Madre Catalina, revelándose a la altura de los tiempos,  dentro de una familia religiosa que crecía a un ritmo exponencial y con necesidades educativas cambiantes.

A continuación, interviene Sor Ana María Fernández, FMA argentina, estudiosa de la historia del Instituto, sobre “La dimensión misionera del gobierno de Madre Catalina Daghero y de Argentina”. Sor Ana María habló del ardor misionero de los inicios del Instituto, ciertamente respirado por la Madre en Mornese, mientras Don Bosco se preparaba para la primera salida misionera y las FMA se preparaban estudiando español.

Argentina jugó un papel particular en las primeras décadas de las misiones del Instituto, tanto es así que en 1895 la misma Madre Daghero viajó a Argentina para poder encontrarse con las hermanas y conocer las obras de diecinueve casas – diez de la Provincia de Buenos Aires, ocho de la Viceprovincia de la Patagonia y una de la Viceprovincia de San Miguel – regresando, después de dos años, enriquecida por el viaje. “con la posibilidad de mirar a Europa desde la perspectiva americana, de intuir, tal vez, en el Instituto que se estaba desarrollando en ultramar, aspectos de novedad que surgen del carisma encarnado en contextos tan diferentes, en contacto con culturas diferentes”.

Por la tarde, se reanudaron los trabajos con la charla de Sor Maria Concetta Ventura, miembro de ACSSA, editora del Diario con ocasión del primer viaje a América de la Superiora General Sor Catterina Daghero (1895-97) ella profundizó en las Cartas de Madre Daghero a las FMA, de las que está editando una publicación en dos volúmenes, que pronto saldrá a la venta.

Las Cartas de Madre Catalina Daghero que se han recibido son: 1098 cartas a FMA o a jóvenes que han querido serlo y 139 a otras personas, principalmente Superiores Salesianos. De la conferencia de Sor María Concetta emergió el mundo interior de la Madre, ya  que “la correspondencia de una persona es casi siempre una fuente de primera calidad en la reconstrucción de los acontecimientos vividos y más aún de las actitudes, intereses, emociones, sueños e intenciones interiores de la autora”.

“Escribir, recibir respuestas, poder leerlas es una necesidad funcional de los que se van, de los que están lejos, pero es también -y sobre todo- una necesidad funcional de los que vuelven: de los que han visto otro mundo y ya no quieren volver a ser simplemente lo que eran”. Así es como Giulia Galeotti, periodista de L’Osservatore Romano y escritora, relee las Cartas de Madre Daghero desde su perspectiva personal, sacando a relucir “una mujer que viaja incansablemente, inicia contactos, escribe continuamente, organiza, conecta a personas de los lugares distantes, crea vínculos, desencadena una amplia solidaridad”. Era también una mujer de extrema concreción, que no tenía miedo de mostrar su fragilidad, una mujer de testimonio, que supo atravesar las crisis de su tiempo.

Giulia Galeotti terminó su charla con una frase del escritor Italo Calvino: “La biografía, aunque sea pública, sigue siendo algo interior, ¿quién la atrapa?”. “Y quién sabe si la atrapé”, agregó, “¡pero ciertamente fue un intento interesante!”

Sor Piera Cavaglià, ex Secretaria General del Instituto FMA, profundizando en los “Aspectos Carismático-Educativos del Gobierno de Madre Caterina Daghero”, completó el precioso tapiz sobre la vida y el gobierno dado por el entrelazamiento de todas las ponentes, definiéndola como una mujer que, a pesar de vivir en realidades modestas -Cumiana, Mornese, Niza, St. Cyr-sur-Mer– “tiene el presagio de los nuevos tiempos”:

“Habita la historia con la sencillez de las acciones cotidianas, pero cultiva grandes visiones y educa para cultivarlas. Para ella, la misión educativa no es sólo una misión de evangelización, sino de “regeneración social”, como ella dice: “¡Trabajar! Debemos estar siempre a la vanguardia de la caridad”. Esta capacidad de apertura y flexibilidad se genera verdaderamente en ella por el ardor del ‘da mihi animas’, por el ‘te las confío’ de Madre Mazzarello”.

Después de un breve espacio dejado a las resonancias, la jornada terminó con una “sorpresa musical” a cargo de las novicias de los Noviciados Internacionales de Roma Sor Teresa Valsé Pantellini y María Auxiliadora de Castelgandolfo, que cantaron Ho visto in te” (He visto en ti), nacido del encuentro con Madre Caterina Daghero.

Ciertamente, el Convenio ha logrado sus objetivos, con comentarios positivos y agradecimientos expresados en chats de todo el mundo – Etiopía, Sudán del Sur, Congo, Brasil, Argentina, Haití, Timor Oriental, Indonesia, India, Polonia, Túnez, Mongolia… – destacando una figura polifacética, ambiciosa, previsora, mujer de extraordinarias relaciones, realismo y esencialidad, tierna y cercana a sus hermanas y al mismo tiempo firme y concreta.  llena de ardor misionero en el acercarse y conocer las realidades en las que vivían las hermanas. Una mujer y una hermana “conforme al corazón de Dios”.

Foto: Flickr FMA

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