Roma (Italia). El 23 de junio de 2024, durante la Santa Misa dominical, el párroco de la parroquia de los Santos Antonio y Aníbal María en Roma, el padre Pasquale Albisinni, rogacionista, saludó oficialmente a la Comunidad del Noviciado Internacional Sor Teresa Valsé Pantellini de Via Appia Nuova, y agradeció a las Hijas de María Auxiliadora por la feliz colaboración desde el año 2008/2009 hasta hoy. Erigido canónicamente en 2006, de hecho, se cerrará como presencia en Roma y continuará con un único noviciado en Castel Gandolfo.
En la celebración estuvieron presentes las Novicias de 2º año, que animaron el canto y las lecturas, la Maestra, Sor María Giovanna Mammarella, la asistente, Sor Mercedes Benavent y dos Hijas de María Auxiliadora que cuando eran Novicias realizaron su apostolado en la parroquia.
En su homilía, comentando el Evangelio de la barca en medio de la tempestad (Mc 5,34-31), el padre Pasquale comparó la vida -personal, comunitaria, familiar, parroquial- con una barca en medio de la tempestad. “La Iglesia es una barca en la que el Señor nos ha llevado con el bautismo y la vida está siempre en una tormenta, porque siempre está en movimiento: ahora un dolor, ahora una incomprensión, ahora un traslado como el vuestro… Siempre es una pequeña tormenta. Lo que nos hace sentir mal es el miedo, el miedo a morir”.
Luego enfatizó dos aspectos: “Jesús está allí en la barca, no en otra barca, en la tuya y en la barca de la vida, te llevó con él y tú lo tomaste ‘tal como es’. De hecho, el Evangelio dice: “Lo tomaron tal como era”. ¿Qué significa eso? Tal vez con su lógica, tal vez ya dormido, tal vez cansado… Pero está ahí en el bote contigo, así que está ahí. Y en segundo lugar, a veces Jesús está dormido en la barca de la vida, porque has puesto a dormir su presencia. Está dormido, como el Espíritu Santo, en nosotros desde el bautismo, está dormido. Por eso, es necesario despertarlo con el grito de auxilio, con el ejercicio de la esperanza, con la oración, con los sacramentos, para que intervenga y dé paz a tu corazón, para que diga a las olas, a la tempestad de tu corazón: ‘¡Calla, cálmate!'”.
A continuación, el P. Pasquale recordó los nombres de casi 50 novicias que han pasado por la parroquia en 16 años – la mayoría de ellas ahora Hijas de María Auxiliadora – que han ofrecido su servicio, con disponibilidad y alegría, en la catequesis y en el oratorio, junto con la anterior Maestra, Sor Antonella Terravecchia, y las demás FMA de la Comunidad: “Ha sido una gracia inmensa poder construir juntos el Reino de Dios en este largo tiempo y haber creado relaciones que perdurarán en el tiempo, estamos seguros”.
Al final de la Eucaristía, llamó inesperadamente al presbiterio a sor María Giovanna y a sor Elisa Molinari, FMA del primer grupo de novicias con las que, en 2008, comenzó la colaboración, para entregar como regalo de gratitud una placa conmemorativa y una planta de gardenia, “las flores de San Aníbal María de Francia”, que no conocían personalmente a Don Bosco. pero mantuvo correspondencia con él.
“Al noviciado de Via Appia Nuova en Roma con infinita gratitud por el Reino de Dios construido juntos en estos largos años” es la inscripción de la placa, que expresa bien el camino juntos, como Iglesia, “por el Reino de Dios”, en el compromiso con los niños, los jóvenes y los feligreses, y la gratitud recíproca por la fecundidad de las relaciones. que ciertamente continuará a través de la oración.
