Castel Gandolfo (Italia) Don del Padre, gratuidad del amor, fecundidad apostólica, son los aspectos del voto de castidad que las Junioras Hijas de María Auxiliadora de la Visitaduría Maria Madre della Chiesa (RMC) profundizaron durante el Encuentro de Formación, del 7 al 9 de febrero de 2020, en la Casa Santa Rosa da Lima de la Inspectoría Romana San Giovanni Bosco (IRO) de Castelgandolfo, Roma.
Entre los objetivos del encuentro estaba el de vivir estas jornadas a partir de la propia experiencia y de los interrogantes personales. La intervención de sor Milena Stevani, FMA, “De lo vivido, a la libertad del corazón y al amor preferencial por el Señor”, dejó orientaciones para vivir y traducir el compromiso de castidad, aprendiendo a distinguir el ideal del proceso. Después de la escucha de sor Milena y el diálogo abierto, la tarde del 8 de febrero estuvo dedicada a la reflexión sobre las Constituciones FMA, a la búsqueda de caminos de libertad, de alegría, de fidelidad, de fraternidad y de donación apostólica en ellas indicados. Con el método del “World Cafè”, las Junioras entraron en profundidad en el voto de castidad, aprendiendo a verlo como un gran don que libera y ayuda a vivir plenamente el amor en la comunidad y en la misión.
Sor Piera Ruffinatto y sor Eliane Petri Anschau, Hijas de María Auxiliadora, presentaron después cómo Don Bosco y Madre Mazzarello vivieron la castidad, haciendo descubrir la amabilidad salesiana como don y tarea de predilección por los jóvenes y ayudando a releer el voto como realidad relacional y profecía. La jornada concluyó con el recreo y las Buenas Noches salesianas de la Superiora de la Visitaduría, sor María del Carmen Canales, que presentó la figura de sor Eusebia Palomino, una FMA que en su sencillez demostró una gran atención a los pobres.
La mañana del 9 de febrero, tres FMA – sor Adriana Silva Raquel, sor Maria Nguyen thi Quyen y sor Elisa Molinari – compartieron su experiencia de alianza conyugal con el Señor, contando cómo en su vida concreta viven el don de la castidad. La experiencia concluyó con el agradecimiento a sor María del Carmen Canales y a las Directoras de las Comunidades de la Visitaduría RMC, que compartieron estos días con las Junioras, por la oportunidad de poder pararse y adquirir mayor conciencia de la capacidad de generar vida y de responder en plenitud al don de la Consagración Salesiana.