Roma (Italia). El 6 de agosto de 2024 en Roma, en la Parroquia ‘Santa Maria della Speranza’ de los Salesianos de Don Bosco, once jóvenes de los Noviciados Internacionales María Auxiliadora de Castelgandolfo (Roma) y Sor Teresa Valsè Pantellini de Roma hicieron su Primera Profesión Religiosa en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.

“Ver a Cristo en cada persona” (C 56) fue el lema de las recién profesas, pertenecientes a las Inspectorías italianas ‘Sagrada Familia’ (ILO), María Auxiliadora (IPI), Santa María Mazzarello (ITV), Inspectoría ‘Nuestra Señora del Cenáculo’ (ILS) y de las Inspectorías ‘San Juan Bosco’ (SLK) de Eslovaquia y ‘Nuestra Señora de Jasna Góra’ (PLJ) de Polonia.

La Celebración Eucarística, animada en canto y liturgia por las Novicias y varias jóvenes FMA, fue presidida por el Inspector de la Inspectoría Central (ICC) de los Salesianos de Don Bosco, don Stefano Aspettati, y concelebrada por SDB y sacerdotes que acompañaron a las jóvenes en su camino.

La Superiora General, Madre Chiara Cazzuola, acogió a las nuevas profesas en el Instituto FMA. Además estuvieron presentes la Vicaria, Sor María del Rosario García Ribas, la Consejera para la Formación, Sor Nilza Fátima de Moraes, y algunas Consejeras Generales, las Inspectoras, familiares, jóvenes y las FMA de las Inspectorías de las neo-profesas.

Después del anuncio del Evangelio, las maestras, sor Maria Giovanna Mammarella y sor Luisa Menozzi, presentaron a las profesas y las llamaron por su nombre, mientras que el celebrante, en uno de los momentos centrales de la profesión religiosa, les preguntó si estaban dispuestas a entregar su vida al Señor y a vivir como Cristo casto, pobre y obediente.

En su homilía, el Inspector recordó el pasaje evangélico de las Bienaventuranzas elegido por las jóvenes (Mt 5,1-12a), diciendo: “Habéis elegido un Evangelio muy exigente, pero es el corazón del Evangelio para todos aquellos que quieren seguirlo. Pero no es un sacrificio: el de las Bienaventuranzas es una propuesta de felicidad”. Hablando entonces del “efecto mariposa”, según el cual una acción en una parte del planeta puede producir una propagación de los acontecimientos, don Stefano vinculó los “síes” de Don Bosco y de Madre Mazzarello: “en estos dos ‘batir de alas’ se creó un vórtice, una tormenta de bien. Dos personas que dijeron ‘sí’ produjeron una obra de Dios que provocó una tormenta de amor para todos los jóvenes del mundo y es hermoso pensar que hoy vosotras sois parte de esta tormenta de amor. Una tormenta que está educando a los jóvenes, y sabemos lo tormentoso que puede ser hacerlo, pero es algo bueno, de hecho, muy bueno, dijo Don Bosco”.

Por último, su augurio: “Este camino según el carisma salesiano nos muestra lo que es el cielo en la tierra y esto debéis mostrar con vuestra vida. Os deseo de verdad que lo hagáis todos los días, con la alegría que tenéis hoy, espero que caminéis junto a los jóvenes que os han sido confiados y que los acompañéis mientras vais vosotras mismas hacia esta hermosa meta.”

Después de la homilía, cada una leyó la fórmula de la Profesión Religiosa comprometiéndose, en respuesta al Amor de Dios Padre, a vivir los consejos evangélicos según las Constituciones del Instituto FMA.

La Madre General entregó las Constituciones y el Crucifijo, signos de la alianza esponsal con Cristo. Al final del Rito de la Consagración, las nuevas profesas se encomendaron a María con el canto Oh María Virgen poderosa

La celebración terminó con las expresiones de gratitud de las nuevas FMA al Señor por la llamada a vivir esta nueva vida según las Bienaventuranzas, a sus padres por el don de la vida y de la educación en la fe, a la Madre General y a las hermanas del Consejo, a las Comunidades del Noviciado, a las Maestras, por el acompañamiento en estos años y por el testimonio de dedicación – en particular a Sor María Giovanna,  que concluye el mandato, a los sacerdotes y a las FMA que las han guiado en su camino, a los familiares, a los amigos y a los jóvenes.

Madre Chiara Cazzuola ha querido agradecer de modo especial, en nombre del Instituto, a las familias “que nos han dado su mayor bien” y recomendar a las nuevas profesas a todos los presentes: “somos responsables de la fidelidad de estas hermanas, porque hoy, frente a nosotras, se han comprometido, por lo que también nosotras nos comprometemos a acompañarlas en este camino”. Y a ellas, el deseo: “Que seáis fieles y felices, FMA. Habéis escrito la frase de Don Bosco en la tarjeta de invitación: “Tened fe en María Auxiliadora y veréis lo que son los milagros”, lo digo a vosotras: confiad en la Virgen y Ella hará todo en vuestra vida. ¡Gracias por vuestro don!”.

Foto: Flickr FMA

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