Roma (Italia). El 24 de enero de 2025 es el Día Internacional de la Educación, establecido en 2018 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para destacar el papel esencial de la educación en el objetivo de lograr la paz y el desarrollo, crear conciencia sobre las emergencias educativas y apoyar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos los ciudadanos del mundo.
Promovido por la UNESCO – la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-, este año profundiza el tema IA y educación: preservar la acción humana en un mundo de automatización, abordando cómo la IA puede ser una herramienta para transformar las prácticas educativas, mientras que la educación orienta hacia un uso ético y humano de estas tecnologías.
Este tema refleja la creciente interacción entre la tecnología y el aprendizaje, invitando a la reflexión sobre cómo la educación puede proporcionar a las personas y a las comunidades las herramientas para comprender y dar forma al futuro tecnológico, manteniendo al mismo tiempo como centro la autonomía humana.
El foco se pone en explorar la integración ética y eficaz de la inteligencia artificial en el ambiente educativo. Entre los principales objetivos están:
- Transformación educativa con IA: Identificar cómo la IA puede mejorar la enseñanza, la gestión escolar y los métodos de evaluación.
- Alfabetización crítica en IA: Desarrollar competencias que permitan a los educadores y estudiantes comprender e influir en el desarrollo de las tecnologías de IA, siguiendo las directrices de la UNESCO.
- Equilibrio entre la tecnología y la humanidad: Garantizar que la automatización apoye aspectos fundamentales de la educación, como las conexiones interpersonales y el desarrollo emocional.
La IA en la educación: innovaciones y desafíos
El uso de herramientas de inteligencia artificial, como los algoritmos de aprendizaje automático y los sistemas generativos, ha traído cambios significativos en la educación. Los estudiantes utilizan la IA para hacer las tareas escolares, mientras que los profesores aprovechan esta tecnología para calificar las tareas, planificar las lecciones y predecir los resultados académicos. En la educación superior, la automatización se aplica en procesos que van desde la admisión hasta la certificación.
A pesar de los beneficios, surgen desafíos éticos y sociales. Delegar las decisiones educativas a las máquinas plantea preguntas sobre cómo mantener la intencionalidad humana en un entorno cada vez más automatizado. Para abordar estos problemas, es esencial garantizar que las decisiones impulsadas por la IA respeten los valores éticos, privilegiando la transparencia y la responsabilidad.
La educación orientada a las competencias en IA debe preparar a las nuevas generaciones para enfrentarse a tecnologías avanzadas, que requieren algo más que conocimientos técnicos. Es crucial promover un análisis crítico de los impactos sociales, culturales y éticos de las herramientas de IA.
El Cuadro de las Competencias de la UNESCO proporciona directrices para integrar las temáticas relacionadas con la IA en los sistemas educativos. Este enfoque tiene como objetivo garantizar que profesores y estudiantes reconozcan las limitaciones de la tecnología y sepan cómo usarla de manera ética y responsable, sin comprometer la autonomía humana.
Preservar la autonomía en un mundo automatizado
En un contexto de creciente automatización, el papel de la educación es garantizar que las personas mantengan el control sobre las tecnologías que dan forma a sus vidas. Alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, esta visión subraya la importancia de dirigir el uso de la IA hacia la construcción de una sociedad más inclusiva y justa.
En noviembre de 2024, varias Hijas de María Auxiliadora participaron en un seminario en línea organizado por la Comisión de Educación de la UISG, que trató el tema: “Inteligencia artificial, un desafío educativoa”. Después, el Ámbito para Pastoral Juvenil del Instituto FMA preparó un folleto «PJ en Comunión«, el nº 18, que resume el seminario de la UISG y anima a todas las comunidades educativas a profundizar en este tema.
El Día Internacional de la Educación 2025 reafirma el papel transformador de la educación en la construcción de un futuro más sostenible, ético y centrado en el ser humano. En un mundo tecnológico que cambia rápidamente, la educación sigue siendo esencial para formar ciudadanos críticos, creativos y socialmente responsables.
«Que puedan los fieles cristianos, los creyentes de diversas religiones y los hombres y mujeres de buena voluntad colaborar armoniosamente para aprovechar las oportunidades y hacer frente a los desafíos que plantea la revolución digital, y entregar a las generaciones futuras un mundo más solidario, justo y pacífico». (Papa Francisco)