Roma (Italia). Se publicó el cuarto número de la revista Da Mihi Animas (DMA) del año 2023 que ha tratado la temática sugerida por la deliberación del CG XXIV del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora que pide a las Comunidades Educativas que emprendan un “camino concreto y continuo de conversión a la ecología integral, asumiendo en red los siete objetivos de ‘Laudato si’, en el espíritu del Sistema Preventivo”.
La revista profundizó el tema en cuatro binomios, uno para cada número, inspirados en los siete objetivos de ‘Laudato si’ y presentados en la portada según esta enumeración: 1° #justicia_cuidado (El grito de la tierra y de los pobres); 2° #sostenibilidad_compartir (Economía ecológica); 3° #mansedumbre_sobriedad (Estilo de vida sostenible) 4° #cooperación_vocación (Resiliencia y valorización de la comunidad). Los otros dos importantes objetivos – Instrucción ecológica y Espiritualidad ecológica – han sido tratados transversalmente, como caminos privilegiados para expresar el Carisma.
Sor Maria Ausilia De Siena, Consejera para la Comunicación del Instituto FMA, introduce en el editorial del 4° número el binomio #cooperación_vocación a partir de una expresión del Papa Benedicto XVI, en Caritas in veritate: «La sociedad cada vez más globalizada nos hace cercanos, pero no nos hace hermanos».
“Hoy” – comenta Sor Auxilia – “gozamos de oportunidades de comunicación y, sin embargo, paradójicamente, nos redescubrimos cada vez más solos, arrastrados en una carrera hacia intereses individuales, que deja en la indiferencia a los más frágiles y pobres. Quién sabe si descubriremos nuestra verdadera pobreza, ese vacío interior que tratamos de compensar sometiéndonos a la lógica del mercado, del consumo, de la eficiencia, del utilitarismo, de la imagen… (…) Así que nuestra mirada se repliega sobre nosotros mismos, ignora a los demás o los considera con fines utilitaristas”.
“Sin embargo” – continúa – “la persona humana, creada a imagen de Dios-Trinidad, es un ser relacional, ‘llamado’ a realizarse en la comunidad. Pero la cultura corriente parece haberlo olvidado, confunde la ‘conexión’ con la verdadera comunicación, el hacer espectáculo con la capacidad relacional, la ‘community’ con la comunidad, entendida como lugar de real comunión, donde se entrelazan dones y fragilidades humanas, pasos rápidos y lentos, conflictos y reconciliaciones, en un proceso dinámico compartido. No existe un punto de llegada, una meta a alcanzar de una vez por todas, pero la comunidad existe si se regenera cada día con la contribución de todos. (…)
No existe una comunidad perfecta, sino una comunidad en camino que, aun experimentando la fatiga, aprende cada día con paciencia a construir vínculos, a descubrir los propios recursos y los de los otros, a valorar lo que une superando los conflictos, a experimentar la belleza de compartir la vida. (…) También hoy nuestro ser comunidad es el don más hermoso que como cristianos podemos ofrecer a una sociedad que, aunque esté enferma de individualismo, busca, quizás inconscientemente, caminos concretos de unidad porque en el corazón de cada hombre está la semilla de «la vocación a formar una comunidad compuesta por hermanos que se acogen recíprocamente, cuidándose unos a otros» (Papa Francisco)”.
A través de las tres secciones de la revista – Form@re, 150° IFMA, Comunic@re – se desarrollan rúbricas de profundización, útiles para la formación personal o la propuesta de posibles caminos comunitarios o locales.
Los números publicados este año, como los de años anteriores, se pueden consultar en línea www.rivistadma.org