Roma (Italia). Del 7 de mayo al 5 de junio de 2024, un grupo formado por Hijas de María Auxiliadora, Salesianos de Don Bosco, Salesianos Cooperadores (SSCC), Voluntarias de Don Bosco (VDB) y laicos pertenecientes a las Inspectorías de América, realizaron una peregrinación de 28 días a los lugares significativos para la Familia Salesiana, que marcaron el inicio de un Carisma, don para los jóvenes y para la Iglesia.
Con esta peregrinación a Italia, el grupo concluyó una experiencia formativa de cuatro años de “Iniciación a la Salesianidad”, ofrecida por el Centro Salesiano de Formación Permanente de America (CSFPA) de Quito, Ecuador, que en 2024 cumple 50 años al servicio de la formación permanente de la Familia Salesiana en América.
El objetivo de la experiencia era vivir la identidad carismática peregrinando, comunitariamente, por los lugares que marcaron la vida y obra de Don Bosco y, de este modo, realizar una síntesis personal en vistas a un proyecto educativo – pastoral – misionero – comunicativo en los ambientes en los que trabajan los participantes.
El 3 de junio, en Roma, fueron acogidos en la Casa Madre de la Congregación Salesiana de los Salesianos de Don Bosco y en la Casa General del Instituto de las FMA, donde pudieron visitar la exposición del Carisma y el Aula Mariana, y después en la sede de la Postulación General de la Familia Salesiana.
De manos del Rector Mayor, Cardenal Ángel Fernández Artime, los 24 participantes recibieron el diploma de finalización del curso de 4º nivel de Salesianidad, tras un significativo recorrido de estudios, lecturas, reflexiones, puesta en común de experiencias y profundizaciones sobre el Carisma Salesiano a través del método histórico-crítico-experiencial. Estudiando los hechos históricos con una mirada crítica, comparando diferentes fuentes y disciplinas, recurriendo también a la experiencia personal y comunitaria como fuente de conocimiento.
Si por un lado la Peregrinación “Tras las huellas de Don Bosco” es la conclusión de este itinerario formativo, por otro es una gran oportunidad para visitar -llegando desde el continente americano- Turín, Annecy, Génova, Mornese, Valdocco, I´ Becchi, la Basílica de María Auxiliadora, la Basílica del Sagrado Corazón de Roma… que han dejado así de ser meros lugares de estudio, para formar parte de la vida de cada participante y de su encuentro personal con Don Bosco y Madre Mazzarello.
Al concluir la experiencia, una de las participantes, Sor Cecilia Gayo, FMA de la Provincia Inmaculada Concepción (URU), destaca el regalo del encuentro con los lugares “donde todo comenzó” y el valor de la experiencia de grupo:
“Es un gran regalo poder pisar la tierra de los orígenes, tocar esos muros con nuestras manos, contemplar los paisajes que contemplaron nuestros Santos, rezar donde ellos rezaron. Es allí mismo, ¡donde los libros cuentan lo que pasó!
Otro gran regalo de Dios es hacer este itinerario con un grupo de personas que hemos conocido, con las que hemos crecido, compartiendo reflexiones, experiencias, alegrías e incluso penas. Caminando juntos, siendo comunidad, siendo uno con el otro. Y juntos sentimos esa invitación renovada a ser signos de Su Amor”.
¡Después de una “inmersión” en la Salesianidad, desde estos lugares que hoy acogen a la Familia Salesiana de todo el mundo, los peregrinos son enviados de nuevo a realizar el sueño misionero de Don Bosco en sus propias realidades!
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