Roma (Italia). La Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Chiara Cazzuola, inicia la Circular n° 1033 recordando dos experiencias que ha vivido recientemente: los ejercicios espirituales con las Inspectoras de América, animados y organizados por el equipo del Proyecto de Espiritualidad Misionera (PEM) en la primera casa de las FMA en Villa Colón – Montevideo, “Mornese” de América; y los ejercicios espirituales de las Inspectoras de los Continentes de Asia y Oceanía, en Sam Phran, Tailandia, en el mes de octubre.
“En cada una de estas experiencias – afirma la Madre – todas hemos crecido en la conciencia de que en todas partes se constata la fecundidad del carisma, si somos dóciles a la voz de Dios que nos llama a un fuerte testimonio de santidad”.
Alabad a Dios por todas sus criaturas
En continuidad con la Circular n° 1032, en la que mencionó la publicación de la Exhortación apostólica del 5 de octubre de 2023, la Madre Chiara se detiene en la Laudate Deum, que el Papa Francisco ofrece en continuidad con la Encíclica Laudato si’. El documento fuertemente orientado a la acción se centra en las negociaciones de la próxima COP 28 (Conferencia de las Partes) – que tendrá lugar del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 en Dubai, en los Emiratos Árabes, y en el que, del 1 al 3 de diciembre participará también el Papa Francisco – y que “podría ser decisiva para acciones que eviten la irreversibilidad del cambio climático”.
“En el documento, con valentía y capacidad de síntesis, se dan luces sobre la situación actual y sobre la confusión generada por las resistencias al cambio, que llevan también a mistificar la realidad” (LD, nn. 5-19). De hecho, la Conferencia podría marcar un punto de inflexión en el abandono de los combustibles fósiles y la transición a las energías limpias: en la COP 28 esto deberá expresarse en objetivos concretos para poner fin a la era de los combustibles fósiles.
Al identificar la clave de lectura de Laudate Deum, « recordar que no hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración en la forma de vida y en las convicciones de las sociedades, y no hay cambios culturales sin cambios en las personas.» (LD, n. 70), la Madre insta a las Comunidades Educativas a preguntarse si se ha hecho todo lo posible para educar en una cultura del respeto y a la conversión ecológica: “¿Estamos haciendo crecer personas sensibles, mentes críticas, corazones agradecidos por el don de la creación, de la que somos parte?”.
Nuestro aporte educativo: ciudadanía y ecología
Como “ciudadanos del mundo”, dentro de un desafío que requiere la contribución de todos y una verdadera cooperación internacional, teniendo como objetivo el bien común, “también nosotros” – dice la Madre – podemos ser parte activa en estos espacios de conversación, de consulta y participación. Nuestras organizaciones, asociaciones, redes, universidades pueden ser lugares para hacer oír una voz consciente y firme para la denuncia y la propuesta”. Y plantea la pregunta: “¿Nuestras redes llegan a hacer oír su voz? ‘Honestos Ciudadanos’ hoy significa sentirse ciudadanos del mundo, huéspedes de un planeta que nos acoge y con el que estamos en relación”.
Madre Chiara anima, además de defender el planeta, a alimentar espacios de reflexión y pensamiento y “una teología de la creación renovada y con raíces profundas, una pedagogía de la ecología integral, un compromiso social que sepa reconocer que todo está conectado”.
“Como Hijas de María Auxiliadora estamos presentes en los cinco continentes y tenemos entre nuestras manos el instrumento más potente y eficaz, el de la educación: los jóvenes, lo hemos visto, y lo vemos cotidianamente, son los más sensibles. Con las jóvenes y los jóvenes podemos educarnos en un camino de ecología integral, y con ellas llegar a hablar a los gobiernos y a los grandes de la tierra”.
La Madre exhorta a las FMA a una reflexión sobre los propios comportamientos: “¿Cómo estamos viviendo nuestros caminos de conversión ecológica? ¿Estamos también entre los que se muestran sensibles, que realizan algunos gestos, pero luego no tienen el valor de implementar cambios sustanciales, cuando estos nos incomodan en nuestros hábitos cotidianos?
En esta línea es la tercera opción operada por el CG XXIV inherente a la ecología integral – «Escuchemos el grito de los jóvenes, de los pobres y de la tierra, para realizar, como comunidad educativa, en red, opciones evangélicas valientes en la óptica de la ecología integral» (Actas CG XXIV, 35.3) – junto con la Deliberación capitular, que interpela a todas las FMA y a las Comunidades Educativas a emprender con decisión «un camino concreto y continuo de conversión a la ecología integral, asumiendo en red los siete objetivos de Laudato si’, en el espíritu del Sistema preventivo» (Actas CG XXIV, 36). En ambas, la constante es la de “asumir la ecología integral como aspecto clave de la misión educativa”.
En consecuencia, la Madre anima a asumir el compromiso de la ecología integral, como una dimensión importante de la fe, que interpela a nivel personal y comunitario, “porque nos insta a cuidarnos unos a otros, comenzando por nuestra comunidad, a devolver a las relaciones humanas la importancia debida”.
La ecología integral – sostiene además – requiere una profunda conversión interior que, si se asume a nivel vital, “nos ayudará a ser generadoras de vida, a crecer en la capacidad de cuidar no solo de los niños/as y de los/as jóvenes en la misión, sino de nuestras comunidades”.
Por último, recuerda cómo la espiritualidad salesiana es espiritualidad de relación desde los orígenes y cómo el Sistema preventivo de Don Bosco nace dentro de una llamada a la relación de cuidado educativo: en el “sueño de los nueve años” María, la Maestra, invita a Giovannino a cuidar de sus compañeros.
Madre Chiara sugiere la lectura de la revista Da Mihi Animas con profundizaciones sobre el tema de la ecología integral.
Maria ilumina y acompaña el camino sinodal
En la proximidad de la Solemnidad de la Inmaculada, la Madre agradece al Ámbito de la Familia Salesiana la preparación de la Novena con referencias a los textos: Para una espiritualidad de la Sinodalidad y Una Iglesia Sinodal en misión. “Contemplaremos en María el dinamismo de amor al partir al encuentro de Isabel, como imagen del camino sinodal de acogida, escucha, alegría y compartir al que nos ha invitado el Sínodo que acaba de concluir”.
Invita también a profundizar, en la reflexión y en la oración, la Relación de síntesis confiada al pueblo de Dios desde la primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, haciendo nuestro el clima de escucha y de diálogo que ha caracterizado el Sínodo y testimoniando la fraternidad evangélica. “Es importante colaborar en todos los niveles para una cultura del encuentro, premisa indispensable para la paz, y comprometernos a construir la paz es obra sobre todo de la educación”.
Al concluir la Circular, invita a rezar intensamente por la paz en la Novena de la Inmaculada y en el tiempo de Adviento: “Implorémosla como el don precioso de la Navidad, porque Jesús es la verdadera paz”.
Junto con las hermanas del Consejo general, desea a todas las FMA, a sus familias y a las Comunidades Educantes, a los jóvenes y jóvenes, a/las adolescentes y niños/as, una santa Navidad de paz y esperanza. Dirige, además, un saludo especial de felicitación y oración al Cardenal y Rector Mayor don Ángel Fernández Artime, a los Hermanos Salesianos y a toda la Familia Salesiana, y expresa su cercanía a las Comunidades Educativas que viven en situaciones de guerra, violencia, persecución, pobreza.