Setúbal (Portugal). El 15 de septiembre de 2021 la Comunidad de la Casa S. Anna de Setúbal, de las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría N.S. de Fátima (POR), vivió una peregrinación al Santuario de Fátima para confiar a María el año escolar y pastoral.
El la peregrinación participaron las niñas y las jóvenes de la Casa de acogida, con algunos miembros del Equipo Educativo y algunas FMA de la Comunidad.
La jornada se inició con la visita a la Casa de los Pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco, tres niños de gran sencillez que, el 13 de mayo de 1917, asistieron a la aparición de la Virgen, cuya historia contó a las chicas la Directora, sor Santos María da Conceição.
Don Claudio, de la Diócesis de Setúbal, acompañó al grupo y presidió la Eucaristía en el Calvario Húngaro, punto final del Vía Crucis ofrecido por los católicos de Hungría. En la homilía el sacerdote habló del vientre de María y de cómo Jesús vino al mundo “simplemente”, desde el vientre de una mujer.
Don Claudio guió después la visita en pequeños grupos desde la Basílica de la Santísima Trinidad a la Cova de Iria, lugar de la Aparición, por medio de un juego para descubrir los lugares más representativos.
En la Capilla de la Adoración, lugar central del Santuario, sor Linda Vieira condujo un momento significativo de silencio y de diálogo con Dios, para presentar a Él las fatigas y las alegrías.
En la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, con sor Santos María, las chicas hicieron la experiencia de sentirse vecinas de los pastorcitos, niños como ellos que tuvieron la gracia de contemplar a la Virgen cuando eran aún “pequeños de estatura”, pero con un corazón grande y humilde.
La visita a la Casa de las Llamas, el espacio museístico de la Fundación Francisco y Jacinta Marto – que por medio de la exposición de algunos objetos personales y representaciones artísticas propone a los visitantes una lectura de la vida de los dos Beatos – condujo a las chicas al estupor y las ayudó a profundizar al camino de santidad de los pastorcitos.
La Peregrinación de la Comunidad concluyó con un momento de plegaria presidido por don Claudio en la Capillita de las Apariciones, con la consagración de los corazones y el confiar el año a la Virgen de Fátima, para un sereno inicio. Las jóvenes vivieron una experiencia de luz, con la oportunidad de conocer y profundizar el Milagro de la Aparición de la Virgen a tres niños sencillos, propiamente como ellos.