Roma (Italia). El día 8 de septiembre de 2020, en la Fiesta de la Natividad de María, se erigió oficialmente la Conferencia Interinspectorial Medio Oriente Europa (CIME).

Un momento significativo para las 20 Inspectorías (ILO, ILS, IMR, IPI, IRO, ISI, ITV, AUG, BEG CEL, FRB, GBR, IRL, PLA, PLJ, POR, SLC, SLK, SPA, MOR) y dos Visitadurías (RMC e EEG). Las tres Conferencias Interinspectoriales CII, CIEP y CIEM, después de muchos años de confrontación, de búsqueda en común, de reflexión, de plegaria, de discernimiento a la luz del Espíritu, dan vida a la nueva configuración de la presencia en Medio Oriente y Europa: CIME. Un nombre que hace soñar, una llamada a una profecía: escalar las “alturas de las montañas para lograr la comunión y la unidad entre los pueblos, para curar las heridas de la Pandemia de Covid-19, para responder a las pobrezas juveniles y a los retos de la Contemporaneidad.

La Celebración se desarrolló online con la presencia de la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora sor Yvonne Reungoat, de la Vicaria General sor Chiara Cazzuola, Referente CII, de las Consejeras generales, Referentes de Conferencia, sor María Luisa Miranda (CIEP) y sor Paola Battagliola (CIEM), de las Inspectoras y de las Superioras de Visitaduría.

Después de la presentación del camino (PDF) emprendido y realizado juntas desde el 2004 y la escucha de la Palabra de Dios, se cumplió un gesto: el paso de las cuerdas de colores, representantes de cada Conferencia, que la Madre  entrelazó y confió a María Auxiliadora.

Después se solicitó la erección de la nueva Conferencia, a lo que la Madre General respondió con la lectura del Decreto de Erección.

Madre Yvonne, en su mensaje dijo:”El evento que estamos viviendo constutuye un Kairos, una etapa histórica en la vida del Instituto en Medio Oriente y Europa. La nueva Conferencia tiene una identidad sencilla, ágil, en construcción; es un lugar para ampliar la mirada, un signo profético en un mundo dividido; es testimonio de comunión, de fraternidad y de apoyo recíproco, de pertenencia al Instituto y una ayuda para estar preparadas y preventivas frente a los retos y a los caminos que se abren”.

El fin de la Conferencia es hacer concreto el camino de unión de todas, potenciar la dimensión vocacional, crear una red de interacción entre FMA, laicos y jóvenes, formarse en una mentalidad de comunión de estilo sinodal.

Después de la celebración, concluida con el canto del Magnificat, siguió el momento de la elección de los miembros del Consejo de la Presidencia y de la Presidente de la Conferencia.

A María se confió el camino de la CIME, para que esta conferencia sea un signo de su ternura para las FMA, las Comunidades Educativas, los jóvenes,  los laicos, las familias que la constituyen.

 

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