Canlubang (Filipinas). Las novicias del Noviciado Internacional S. M. Mazzarello en Canlubang (Laguna) en la Inspectoría Santa Maria Domenica Mazzarello – FIL comparten la experiencia formativa salesiana.
Las novicias del Noviciado Internacional S. M. Mazzarello son 10 de 6 países de Asia y de las Inspectorías CMY, CSM y THA.
El camino formativo, en preparación a la Profesión Religiosa en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, prevé el estudio y la profundización de las Constituciones.
Acompañadas de la Maestra del Noviciado sor Cynthia Calabig, las novicias han estudiado los artículos de las Constituciones sobre la vida comunitaria en el Instituto FMA y profundizado el tema confrontándose con el texto “De Jerusalén a Mornese y a todo el mundo”.
El estudio sobre la primera comunidad de Jerusalén y, en paralelo, sobre la primera comunidad de Mornese, ha ayudado a apreciar la misión educativa del Instituto FMA y a reconocer la conexión con la misión de la Iglesia. Esta experiencia ha reforzado el sentido de pertenencia a la Iglesia y a la misión que Jesús confió a los apóstoles.
En Jerusalén la comunidad, reunida en torno a María, la Madre de Jesús, se caracterizó por una triple fidelidad: a la Palabra, a la comunión fraterna, a partir el pan.
En Mornese las primeras FMA son mujeres humildes y pobres, siguen a Jesús que enciende en ellas su amor por quien es pobre y necesitado de atención y de educación. Son asiduas y concordes en la plegaria, dóciles al Espíritu, seguras de la presencia de María que las guía.
Hay por eso una profunda sintonía entre las dos comunidades que sacan fuerza de la misma fuente: Cristo, y por Él afrontan los desafíos y las pobrezas del contexto.
Lo que llama la atención es cómo las primeras FMA vivieron en la realidad sin esconder las debilidades y vulnerabilidades. Ello es una invitación a continuar creciendo en la relación con Jesús. Y el reto es aceptar serenamente y afrontar los pequeños imprevistos del día a día sin desanimarse.
Todas las novicias se han sentido enriquecidas por la comprensión más profunda de la Espiritualidad Salesiana y por el Espíritu de Mornese. Son más conscientes de la responsabilidad de continuar experimentando y testimoniando la herencia recibida de los Fundadores y de las primeras Hermanas.
