Roma (Italia) El 24 de mayo de 2024, con motivo de la solemnidad de María Auxiliadora, Maria Dina Bertotti, profesora de religión y autora de varias meditaciones musicales, entre ellas las inspiradas en las vidas de Madre Mazzarello y Madre Catalina Daghero, ofrece su testimonio como autora del texto de la canción “Yo te daré la Maestra” (Texto: Maria Dina Bertotti, Música: Luca Canneto).
Cuando me lo propusieron, percibí un tema, un título que me gustó de inmediato. Se me pidió que la transformara en una canción que pudiera introducir de vez en cuando el Curso de formación online sobre María propuesto por el Ámbito para la Familia Salesiana del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, en colaboración con la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium” para profundizar y revitalizar la dimensión mariana del carisma.
“Yo te daré la Maestra”, un título muy sugerente, que nos remite a otra fecha importante de la historia salesiana: los doscientos años del sueño de los “nueve años”, un sueño programático que condujo toda la vida de Juan Bosco.
María fue y sigue siendo una Maestra, una protección segura en las adversidades de la vida, una sabia educadora que a través de la pedagogía del corazón nos enseña la autenticidad del encuentro y nos conduce al Señor. “Su manto es un refugio seguro… ¡Certeza del paraíso!”
María abrazó todo el horizonte de la experiencia bíblica, y sigue siendo un importante punto de referencia también en la tradición y en el Magisterio de la Iglesia. Precisamente por eso la he llamado “Ancilla Domini” y “Estrella de la Mañana”, la estrella que acompaña al hombre hasta el amanecer del nuevo día. Nombres antiguos que han llegado hasta nosotros, ricos en tanta poesía y devoción.
María tomó de la mano a Juan Bosco, le mostró su campo, le mostró el camino, se convirtió en una presencia preciosa y confidente para él… ¡La Madre!
¡Y no podía no brotarle la gratitud! ¡Gratitud grande y visible! Ese “monumento vivo” que son sus Hijas que en todas partes del mundo la honran y la invocan como poderosa Madre y Auxiliadora de los cristianos.
El compromiso se renueva y se materializa en el presente. Por eso, “os pedimos que améis con el corazón, antorchas encendidas de fraternidad”.
Que cada uno sienta esta palabra con fuerza dentro de sí mismo. “¡Yo te daré la Maestra!” Es la certeza de que ya no estamos solos.
Thank you for this beautiful song! Mary is indeed our mother, teacher and guide in our journey to holiness……