Roma (Italia). El 4 de marzo de 2021 se llevó a cabo la quinta cita de los “Jueves Salesianos en el Auxilium”, profundizaciones online sobre temas de pedagogía, espiritualidad e historia de las Hijas de María Auxiliadora, organizados por el Centro de Estudios sobre las FMA de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium” de Roma.
La Pfra. Eliane Petri, FMA, en continuidad con la cita anterior, profundizó el tema: “
“A ti te las confío”: en el horizonte de la esperanza”, en el contexto del Trienio de preparación al 150º de la fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, que en el 2021 están invitadas a profundizar la consigna ”A ti te las confío”.
El tema de la esperanza, que llega con toda su actualidad en el tiempo que se está viviendo y es destacado por el Papa Francisco en las intervenciones de su Magisterio y por el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco en el Aguinaldo 2021, fue presentado en forma dialogada, a partir de algunas preguntas guía que favorecieron el camino de reflexión sobre la vida de santidad de Maria Domenica Mazzarello, cofundadora del Instituto FMA.
¿Cuáles son los fundamentos de la esperanza en Maria Domenica Mazzarello?
La Pfra. Petri evidenció, como fundamentos de la esperanza, la inquebrantable confianza en Dios, Padre Providente, y la mirada sobre la realidad de la prospectiva final de la vida cristiana. Algunas frases de animación a las hermanas – “no te desanimes nunca por cualquier adversidad, tómalo todo de las manos de Jesús, pon toda tu confianza en Él y espéralo todo de Él “ (L 65,1 ) – y los gestos de invitación a mirar el crucifijo, conducen a la fuente de la esperanza que para Madre Mazzarello es la certeza de no caminar sola. La esperanza mueve en ella la voluntad de desear los bienes celestes y de vivir abandonada a la Providencia de Dios. Esperar por tanto significa vivir la espera, en la gozosa certeza de ser “creados para el Paraíso”.
¿Cuáles son los eventos de su vida en que brilla la esperanza?
Dos experiencias que marcaron fuertemente la vida de Madre Mazzarello son la enfermedad del tifus y la consigna “A ti te las confío”. Maria Domenica vive el momento de la enfermedad y de la convalecencia en la lógica de la fe, de la esperanza y del amor, donde, en el temor y en la incertidumbre, prevalece en ella la voluntad de servir a Dios y a los otros: “Durante la convalecencia, no se cierra en sí misma, en su sufrimiento que podría ser un riesgo, sino que reacciona de modo resiliente, buscando qué quiere Dios de ella”. Así, en la Visión de Borgoalto y en aquel “A ti te las confío”, siente que Dios le inspira algo grande: dar la vida por la educación de las niñas. Estos pasos, no sin sufrimiento, la llevan a “arremangarse”, a involucrar a otros en su proyecto y a cumplir con coraje las opciones que llevan a la expansión del Instituto.
En la Encíclica Spe Salvi, el Papa Benedicto XVI habla de algunos “lugares” de aprendizaje y ejercicio de la esperanza: ¿Cuáles son en la vida de Madre Mazzarello?
Sor Eliane focalizó la atención en tres “lugares” fundamentales para Madre Mazzarello: la plegaria, la acción educativa, la enfermedad y el sufrimiento. En la plegaria, Maria Domenica presenta sus fatigas y fragilidad, obteniendo la fuerza para ir adelante y vivir la misión. Una plegaria que es vida, se hace vida y lleva a la esperanza. Educar es el arte de esperar, de no rendirse ante las dificultades y de creer en los jóvenes respetando el camino de cada uno. El sufrimiento experimentado, a partir de las vicisitudes familiares, lleva a Maria Mazzarello a revelarse “madre”, en un auténtico espíritu de fe y de donación y a animar a los otros a superarse, para vencer los momentos de fatiga.
¿Cuál es el mensaje para nosotras, hoy?
La Pfra. Petri concluyó su intervención con una expresión de la Fratelli Tutti del Papa Francisco, en la cual se encuentra lo vivido por Maria Domenica Mazzarello y que ayuda a vivir este tiempo difícil de pandemia como un lugar “formativo”:
“La esperanza cristiana nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad, la belleza, la justicia y el amor […] La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna”. (FT 55)