Roma (Italia). Sor Alessandra Smerilli y Sor Lucy Nderi, estudiante de doctorado, están entre los participantes, como auditoras, en la XV Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.”
La Asamblea sinodal se lleva a cabo del 3 al 28 de octubre de 2018. El proceso de preparación ha sido largo y articulado en algunas etapas en las que se ha hecho visible la presencia de algunos miembros del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. La Profesora Maria Teresa Spiga, docente del Auxilium, ha participado en la Comisión que ha elaborado el documento preparatorio; sr. Cristina Vargas, colombiana, representante de las jóvenes religiosas de América Latina, sr. Cynthia Calabig, filipina y Maestra de las Novicias, representante de los formadores/as de Asia y sr. Karla Marlene Figueroa, de Honduras, docente en la Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium” – Roma, representante de educadores/as de América Latina, han tomado parte en la Reunión presinodal, llevada a cabo del 19 al 24 de marzo de 2018) con el objetivo de dar la posibilidad a los jóvenes de presentar a los padres Sinodales un documento donde expresan su punto de vista sobre la realidad, sus ideas, su sentir, sus propuestas.
En estos días Sor Asessandra Smerilli, Docente de Economía política y miembro del Comité científico y organizador de las semanas sociales de los católicos de la Conferencia Episcopal Italiana, y Sor Lucy Muthoni Nderi, estudiante de doctorado en Psicología de la Educación, y hasta el último año operadora pastoral para los jóvenes con dificultad social y niños de la calle, educadora en una casa familia en Makuyu (Kenya), están tomando parte muy activa en todo.
“He comenzado sin tener grandes expectativas porque no sabía cómo era un Sínodo, pero debo decir que desde el primer día he captado en seguida la gran pasión, el gran amor que la Iglesia tiene por los jóvenes y esto me ha animado. Y esto lo he comprobado también en los trabajos de los círculos menores, donde ha habido un amplio espacio de discusión, donde hemos podido expresarnos libremente y se ha captado la exigencia que la Iglesia y los obispos tienen de conseguir hablar con los jóvenes. Pero lo mejor de todo, a mi parecer, es la necesidad de aprender a escucharlos y de que la escucha no sea pasiva. Se ha profundizado en particular el tema de la escucha que, cuando es auténtica, cambia tanto a quien habla como a quien escucha. Y por tanto se ha hablado del camino que se puede hacer con los jóvenes, escuchándolos.”
“Estoy muy agradecida de estar aquí en este Sínodo dedicado a los jóvenes: porque soy salesiana y porque ésta es una experiencia única en su género”, dice Sr. Smerilli ante los micrófonos de Radio Vaticana Italia. (cf. Entrevista Smerilli).
El Sínodo es un hito para la Familia Salesiana, ya que apunta al núcleo central del Carisma salesiano: los jóvenes. Seguramente ofrecerá elementos que ayudarán a discernir nuevos métodos y modos de servir a los jóvenes. Como ha dicho el Papa, se necesita más que nunca “Ardor y pasión evangélica que generan el ardor y la pasión por Jesús. Memoria que pueda desvelar y renovar en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y de visión en la medida en que nosotros, adultos o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir los sueños y las esperanzas que llevamos en el corazón.”
No se puede pensar en la Iglesia sin la presencia de los jóvenes. “Necesitamos a los jóvenes, piedras vivas de una Iglesia de rostro joven, pero sin maquillaje, es decir, no rejuvenecida, sino renovada por dentro”. En la homilía de la Misa celebrada en una Plaza San Pedro repleta de jóvenes y de Padres Sinodales, el Papa Francisco afirmó: “Los jóvenes nos llaman a cuidar de ellos con compromiso…No los dejemos solos”.
Entre los participantes en el Sínodo encontramos al Rector Mayor de los Salesianos Don Ángel Fernández Artime, y otros SDB elegidos o nombrados por el papado. Una tan amplia participación de Salesianos y FMA en el sínodo sobre los jóvenes favorecerá la difusión de las buenas prácticas salesianas en la Iglesia y la asimilación de los puntos de partida y de las conclusiones del Sínodo por parte de las dos Congregaciones.
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