Turín (Italia). El 25 de septiembre de 2022, en la Basílica María Auxiliadora de Valdocco, en Turín, diez Hijas de María Auxiliadora y diecinueve Salesianos de Don Bosco recibieron el Crucifijo misionero durante la Celebración Eucarística presidida por el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, con la presencia de diversos Consejeros generales e Inspectores SDB de varias naciones, del Consejero para las Misiones SDB, Don Alfred Maravilla y de la Consejera para las Misiones FMA, sor Ruth del Pilar Mora.
La Expedición Misionera, la 145ª para las Hijas de María Auxiliadora y la 153ª para los Salesianos de Don Bosco, estuvo cargada de emociones, de memoria agradecida a Dios, por los muchos SDB, FMA, jóvenes laicos que, desde aquel 11 de noviembre de 1875 – fecha en que Don Bosco, justo desde la Basílica de Turín, envió a los primeros SDB a Patagonia – continúan respondiendo ininterrumpidamente con un generoso “Aquí estoy, envíame”, para ser enviados a cualquier parte del mundo.
En la homilía el Rector Mayor subrayó que “sólo el corazón fuertemente misionero de Don Bosco ha hecho que aquí, en esta Basílica, estemos tantas FMA y SDB de todas las naciones. Somos un Instituto, una Congregación que cambia, que se renueva”.
La mayor parte de los Salesianos y de las FMA que recibieron el Crucifijo misionero provienen de África y Asia: algunos son los primeros misioneros de sus naciones. Don Ángel recordó que “todos nacimos como un don del Espíritu Santo, porque otros fueron a la misión de servir a Jesús y al pueblo”.
Finalmente, animó a los neo-misioneros a “Ir con gran entusiasmo a compartir la vida con la gente, con gran corazón y flexibilidad. Compartiendo recibiréis mucho más de lo que sois: no olvidemos que nosotros hemos nacido para encontrarnos con los niños, los jóvenes y los pobres”.
Después de haber bendecido los Crucifijos, el Rector Mayor los entregó a los misioneros SDB, mientras sor Ruth del Pilar Mora los entregó a las diez misioneras FMA.
La celebración de un mandato misionero recuerda lo que el Papa Francisco dice en la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium: “Cada cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; no digamos más que somos ‘discípulos’ y ‘misioneros’, sino que somos siempre ‘discípulos-misioneros’” (EG 120).
Acompañemos a los nuevos misioneros en su preparación para la misión para que, como Madre Mazzarello y Don Bosco, tengan horizontes amplios y luminosos y sean apasionados por Jesús, los jóvenes y los pobres.
Las neo-misioneras FMA continúan su camino, preparándose para el discernimiento en vistas al destino, con la Formación Misionera en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma y la formación específica para la misión ad gentes, acompañadas por sor Ruth del Pilar Mora y por las colaboradoras del Ámbito para las Misiones.
May God accompany your every step dear courageous missionaries. We are proud of you!
Que alegria, El Reino de Cristo, crece… Gracias por la generosidad seguir levando El Anuncio del Evangelico a muchos jovenes… Un abrazo misionero. Sor Aida