Roma (Italia). El 14 de noviembre de 2023 en Roma, en el Aula Magna Juan Pablo II de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación «Auxilium» – en presencia de las y los estudiantes, Docentes, de la Gran Canciller Madre Chiara Cazzuola, Superiora general del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, de los Rectores de las Universidades pontificias, del Director del Instituto superior de Ciencias de la Educación y de la Formación “Giuseppe Toniolo” de Modena, de Autoridades religiosas y civiles – se inauguró oficialmente el Año Académico 2023/2024.

El acto académico de inauguración comenzó con la Celebración Eucarística presidida por el Cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación que, en la homilía, subrayó que una escuela no es un lugar donde prevalece la información técnica, sino un proyecto educativo “como respuesta a la vocación humana, como llamada al descubrimiento de sí, a lograr construir verdaderamente una unidad”, entendida como afirma el Papa Francisco, como una complementariedad “de cabeza, corazón y manos”, “una especie de danza de todas las dimensiones humanas, que hacen de coreografía de la vida”.

Continuó expresando la convicción de que “Una escuela tiene un gran impacto en cada uno de nosotros si despierta nuestra sed, si nos ayuda, no a encontrar respuestas rápidas, sino a comprender cuán importantes son las preguntas, si nos ayudan a abrir el corazón en una dimensión que va mucho más allá de la agenda de lo inmediato”.

A través de la metáfora de la cocina y la comida, que toca los sentidos y las emociones, el Card. Tolentino de Mendonça habló de la enseñanza, de la educación como “el arte de despertar el deseo”. Y planteó a los presentes esta pregunta: “¿De qué tengo sed al comienzo de este año académico? ¿Y en qué medida el hecho de estar aquí en el Auxilium está ampliando mi sed, mi capacidad de ser un sediento, una sedienta?”.

Retomando finalmente San Pablo en la carta a los Romanos, definió la Universidad como “una sala de parto”, donde cada uno está comprometido a colaborar en la mutua gestación, y cada camino universitario una especie de parto, una aventura, un patrimonio de generatividad, de encuentro profundo con la propia humanidad, de trabajo del Espíritu. Porque “la educación transforma, nos hace ganar alas, nos da perspectivas, nos hace decir ‘yo soy’. Si hay una ciencia en la que podemos poner nuestra esperanza, es la ciencia educativa”.

En el prólogo sobre el tema “Las pobrezas educativas en el actual contexto socio-económico: el papel de la Universidad”, la Profesora Antonella Sciarrone Alibrandi, recién nombrada Juez del Tribunal Constitucional Hizo su última intervención como Subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación,  recordando los cambios de paradigma propuestos por el Papa Francisco – el de la economía (“The Economy of Francesco”), de las relaciones sociales (“Hermanos todos”), de la relación entre el hombre y la creación (“Laudato” y “Laudate Deum”) y de las modalidades educativas (Pacto Global para la Educación) – en el que “Todo está conectado”, en una armonía de fondo.

Destacando un crecimiento de situaciones de pobreza educativa, según formas complejas y variadas, destacó “una crisis de la educación vinculada a una más profunda crisis de confianza en la vida, que afecta un poco a todos”, donde “la relación educativa es el instrumento más valioso también para alcanzar los paradigmas de los que habla el Papa Francisco”. La profesora Sciarrone Alibrandi concluyó expresando la convicción de que “si se quiere cambiar realmente este mundo, el camino más seguro, por más que requiera más paciencia, es únicamente la educación”.

“Peregrinos en busca de la verdad” es el título elegido por la Decana de la Facultad, sor Piera Ruffinatto, para el Informe sobre el Año Académico 2022-23, inspirándose en las palabras dirigidas el 3 de agosto por el Papa Francisco a los jóvenes universitarios de la Universidad Católica Portuguesa de Lisboa. En el “peregrino” – afirma el Papa Francisco – “se refleja la condición humana que se enfrenta a grandes preguntas cuyas respuestas no se encuentran de manera simplista o inmediata. Por el contrario, requieren hacer un viaje superando a sí mismos y yendo más allá”.

Consciente de que “en este momento histórico los desafíos son enormes y los gemidos dolorosos” y de que “podemos sentirnos abrumados corriendo el riesgo de pensar que el mundo está en agonía”, la Decana insta a escuchar al Papa Francisco, que asegura: “Estamos en el nacimiento de una nueva humanidad, de la que los jóvenes son los protagonistas si son capaces de hacerse cargo de redefinir el progreso en un proceso capaz de unir, en lugar de polarizar”, y de acoger la invitación “a levantar la mirada y a lanzarla en profundidad”.

La Decana concluyó deseando que la comunidad académica, “tan variada por vocaciones y proveniencias”, a través de su mandato educativo, continúe comprometiéndose “a construir juntos una sociedad más justa, más inclusiva, es decir, más desarrollada” con la sensibilidad femenina que la caracteriza.

Recordando a su vez “el dramático horizonte histórico en el que estamos viviendo” y el compromiso “para dar sólida esperanza a los jóvenes hambrientos de futuro y de certezas”, en su saludo Madre Chiara Cazzuola subrayó la importancia de la cultura del encuentro, “indispensable para la cultura de la paz” y para formar a la paz: “Hoy necesitamos profetas y artífices de la paz. Ateneos como el nuestro deben continuar en el compromiso de formar educadores y difusores de una mentalidad de paz, me atrevo a decir de una “espiritualidad de paz”: la paz es fruto del Espíritu”.

Terminando, recordó los 146 años de la primera expedición misionera a Uruguay del Instituto FMA, que tuvo lugar precisamente el 14 de noviembre de 1877, formada por hermanas muy jóvenes que, gracias a su “osadía y valentía, estamos hoy aquí, de todas las partes del mundo y en todas las partes del mundo” y auguró, a todos de tener como ellas, “un corazón grande y misionero que no se detenga ante las dificultades de nuestro tiempo, sino que siga confiando en la gracia de Dios y en la protección de María Auxiliadora”.

El último acto de la mañana fue la proclamación a Docente emérita a la Profesora Giuseppina Del Core, FMA, Docente de Psicología de la Orientación y ex Decana de la Pontificia Facultad «Auxilium» de 2010 a 2019. Sor Pina ha expresado su agradecimiento por la gracia, a lo largo de treinta años de trabajo en el Auxilium con diversos roles, de encontrar y acompañar a un gran número de jóvenes y de entrar en contacto con muchas personalidades de las instituciones académicas y de la Iglesia.

La mañana fue embellecida por el intermedio musical impartido por la Soprano Dominika Zamara que interpretó tres piezas musicales: de Schubert, Mozart y Francesco Paolo Tosti, acompañada al piano por el Maestro Marco Lo Muscio.

Foto: Flickr FMA

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