Roma (Italia). El 24 de enero de 2022 la Familia Salesiana celebra la Fiesta de San Francisco de Sales, Obispo y Doctor de la Iglesia, en el 400º aniversario de su muerte (1622-2022).
En la introducción a la Strenna 2022 “Fate tutto per amore, nulla per forza” (San Francisco de Sales), el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, destaca las raíces comunes de la Familia Salesiana, que se nutre diariamente de la espiritualidad del Santo:
“Las Constituciones de los Salesianos de Don Bosco contienen muchos elementos y características de la espiritualidad de San Francisco de Sales. Lo mismo se diga para las Hijas de María Auxiliadora y para muchos otros grupos de la Familia de Don Bosco, ya que su identidad tiene muchos elementos salesianos”.
El art. 45 de las Constituciones FMA nombra a S. Francisco de Sales entre los patronos dados al Instituto por el Fundador para acompañar su camino, en comunión con la Iglesia: “Nos confiaremos a estos nuestros Hermanos buscando en su vida el ejemplo y en su intercesión la ayuda, seguras de participar con ellos en la única comunión de la Iglesia”.
En el año del 150° di Fondazione dell’Istituto FMA (1872-2022), es interesante recordar algunas referencias a S. Francisco de Sales presentes en las fuentes del Instituto, profundizadas por sor Piera Cavaglià, Secretaria General emérita:
“Como para la Congregación Salesiana, también para el Instituto femenino Don Bosco estableció que una de las fechas decisivas del proceso de fundación cayese en la fiesta de S. Francisco de Sales. Se trataba de un discernimiento a cumplir y por tanto tenía que ser realizado en el espíritu “salesiano”: el 29 de enero de 1872” (Cfr Cronohistoria I, 273-274).
En el día de la Profesión religiosa (5 agosto 1872), en una conversación familiar con las primeras FMA, Don Bosco recuerda a S. Francisco de Sales como modelo de delicadeza de trato (Cf Cronohistoria I, 300).
En las primeras Reglas del 1878 se indica la Filotea adaptada a la juventud de S. Francisco de Sales entre los textos para la lectura espiritual. Se prescribe celebrar “con particular devoción y solemnidad las fiestas de S. José, S. Francisco de Sales, Santa Teresa que son los Patronos particulares del Instituto”.
En los artículos sobre la Maestra de las novicias, insertos por don Bosco, se encuentran referencias implícitas, pero evidentes, a S. Francisco de Sales cuando se esboza la figura de la formadora que debe ser “afable y llena de bondad” y cuando se describe el espíritu del Instituto: “No olvidéis que el espíritu del Instituto es un espíritu de caridad y dulzura…”.
Se hallan evidentes sintonías también con la espiritualidad de Santa Maria Domenica Mazzarello. El compromiso de transformar en amor cada punto de aguja, cada acción, cada momento del tiempo, evoca un enfoque de vida unificado por el valor fundamental de la vida cristiana: el amor.
En la recomendación a las hermanas: “Haced con libertad todo lo que requiere la caridad” (C 35,3) encontramos el parecido con una consigna esencial escrita en mayúsculas por San Francisco de Sales a la Chantal: “¡Debemos hacer todo por amor y nada por fuerza!” (Cartas a la baronesa de Chantal 14-10-1604, en Oeuvres XII 359). Viene de esta frase el tema elegido por el Rector Mayor para el Aguinaldo 2022.
Hay además una evidente correspondencia entre la concepción de la “verdadera piedad religiosa” de María Domenica y la “devoción” salesiana. Madre Mazzarello decía: “La verdadera piedad religiosa consiste en cumplir todos nuestros deberes a su tiempo y lugar y sólo por amor a Dios” (Cronohistoria II 338).
Francisco de Sales escribe: “La verdadera devoción consiste en abrazar con prontitud y amor lo que agrada a Dios; en hacer cada cosa con espíritu de suavidad y dulzura, con calma y humildad…” (Introducción a la vida devota, Oeuvres III 15).
El humanismo del Santo Obispo de Ginebra está impregnado de optimismo, por lo que, con frecuencia, escribe a sus penitentes palabras de aliento: “Vive en la alegría, porque nuestro Dios es el Dios de la alegría”. “Sanos o enfermos, caminemos siempre con alegría”. “Vivid en la alegría incluso en medio de todas vuestras aflicciones”.
Maria Domenica recomienda a las FMA la alegría, es más, la exige, porque es prueba auténtica de santidad; es “señal de un corazón que ama mucho al Señor” (C 60,5).
La herencia salesiana de don Bosco y de Maria Mazzarello fue conservada e interiorizada con gran cuidado por las FMA, no tanto a nivel de profundización doctrinal, cuanto de experiencia espiritual vivida en Comunidad. Sobre todo en las primeras FMA, la espiritualidad salesiana era enraizada y continuamente revitalizada por medio de lecturas, reflexiones y recuerdos de las Superioras. Variadas son las tesis de licenciatura sobre aspectos específicos del espíritu y del estilo comunicativo de S. Francisco de Sales presentadas por FMA para conseguir el título.