Manila (Filipinas) Del 1° al 31 de julio de 2020, ocho Hijas de María Auxiliadora de la Conferencia interinspectorial CIAO, pertenecientes a las Inspectorías S. Maria D. Mazzarello (FIL), Maria Nuestra Ayuda (CMY), María Auxiliadora (CIN) y María Auxiliadora (VTN), se encontraron online para vivir la experiencia formativa del Segundo Noviziado. El encuentro tenía que haberse llevado a cabo en mayo de 2020 en las Filipinas pero, a causa de la pandemia de Covid-19, eligieron la modalidad online para no perder la oportunidad.
En el curso de las jornadas, las FMA Formadoras afrontaron diversas temáticas: Instrumento de trabajo del Capítulo General 24º; “Deja que Cristo cuente tu historia” – Experiencias de plegaria contemplativa; Formación humana – Afectividad y comportamiento co-dependiente: Líneas guía para el juniorado; Una mirada a la misión educativa de las FMA – En diálogo con las Constituciones; El desafío de construir una casa en nuestra comunidad en diálogo con la experiencia de la primera comunidad cristiana y con la primera comunidad de Mornese; La presencia de María en la vocación salesiana FMA – Dimensión mariana de las Constituciones; Buenas praxis en la Pastoral Juvenil – Un plan pastoral para las Comunicaciones Sociales
La comunicación compartida de las FMA que participaron en la experiencia:
“Ha sido un mes lleno de gracia y de Espíritu Santo, en la revisión de la propia vida, en la confirmación de la presencia de Dios en nuestra historia de salvación, para mirar el camino vocacional personal a través de los ojos de Cristo y a la luz de Su Palabra. Ha sido también una experiencia de inmersión en la belleza de la alianza con Jesús como esposas suyas y una mayor clarificación de nuestra identidad de Hijas de María Auxiliadora. Los encuentros también han alimentado la dimensión comunitaria de nuestra vocación y nos han ayudado a renovar nuestra pasión por los jóvenes, en el estilo femenino de nuestra vida consagrada salesiana.
Cada Inspectoría y Comunidad a la que pertenecemos, nos ha apoyado garantizando un ambiente favorable al silencio, a la plegaria y a la reflexión, así como al acceso a las tecnologías y a la conexión a internet. Las Formadoras de la Inspectoría FIL nos proporcionaron un rico programa para poder vivir en profundidad en la belleza de nuestra vida consagrada salesiana y para confrontarnos con los retos actuales y con las modalidades concretas para afrontarlos.
El encuentro se enriqueció compartiendo experiencias de cada una y de la comunión entre hermanas provenientes de diversos Países y contextos. Todo es un don, y nuestros corazones no pueden sino ser como el de María en el Magníficat. Gracias al Instituto y a nuestras Inspectorías por cuidar nuestra vocación salesiana”.