Roma (Italia).María Inmaculada es para las Hijas de María Auxiliadora una presencia familiar y una referencia para el camino vocacional y para la misión educativa. Entre las Hijas de María Auxiliadora en camino hacia los altares, de la Sierva de Dios sor Antonietta Bohm (1907 – 2008) no hay ningún escrito en el que ella hable expresamente de sus devociones, pero a través de diversos documentos y testimonios se pueden deducir tres grandes devociones marianas: la Inmaculada Concepción, María Auxiliadora y la Virgen de Guadalupe.
Es muy probable que Madre Antonietta haya conocido y cultivado, desde su adolescencia, la devoción a la Virgen Inmaculada dado que, después de la muerte de su madre, se va a vivir con su hermano a Essen, un pueblo situado en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en Alemania. En aquella región, en otro pequeño pueblo llamado Neviges, existe un santuario mariano, centro de peregrinaciones desde finales del siglo XVIII. La imagen que se veneraba allí era un grabado en cobre de la Inmaculada Concepción.
Además, hay evidencias en las crónicas de la casa de Essen, lugar donde Madre Antonietta conoció a las FMA y donde hacía asistencia en el oratorio, que las hermanas visitaban aquel Santuario. En la crónica del 8 de mayo de 1983 se narra:
“Paseo en Neviges donde la Virgen invocada con el nombre de la Inmaculada Concepción es venerada en un famoso Santuario. Renovemos nuestra fe ante la imagen milagrosa de nuestra Madre y con el ofrecimiento de nuestra persona, unamos con confianza la oración de gracias y bendiciones sobre nuestra venerada Madre General, sobre nuestra Congregación y sobre todos nuestros seres queridos. Por una concesión especial, podemos besar la milagrosa imagen y con su sonrisa y su maternal bendición volvemos a casa”.
Por lo demás, en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la Solemnidad de la Inmaculada ha sido desde los orígenes una de las principales fiestas y una devoción muy querida, dado que precisamente a una Ave María recitada con Bartolomé Garelli, el 8 de diciembre de 1841, en la sacristía de la Iglesia de San Francisco de Asís en Turín, Don Bosco hace surgir la obra salesiana.
Madre Antonietta solía expresarse así sobre la Virgen: “Ánimo, estate tranquila y serena, el Señor y la Virgen están contigo”. Y aún: “La Virgen está a tu lado y te ayudará, ten fe y confianza”. “Tenemos mucha fe y confianza en Nuestra Señora, porque su intercesión es eficaz”.
La principal evidencia de la devoción de Madre Antonietta a la Inmaculada está en la oración que ella misma acuñó para dar la bendición, en la que invoca a la Inmaculada Concepción de María y le atribuye un gran poder de intercesión:
Oh María, Madre mía, haz ver el poder del Ave María.
Virgen Santísima, bendícelos, protégelos, libéralos de todo peligro del alma y del cuerpo.
Madre mía, por tu Inmaculada Concepción,
por la sangre preciosísima que Cristo derramó, en el camino del Calvario,
por aquella llaga dolorosa que sufrió en la espalda cargando con la cruz,
con fe, con confianza, concede a todos los que escuchan, tu maternal bendición, tu materna protección.
Te lo pedimos con fe, con confianza, Madre mía, escúchalos, Madre mía, protégelos.
María Auxiliadora, Virgen poderosa, interceda por todas las necesidades que tiene cada uno.
Madre mía, María Auxiliadora,
guíalos, ilumínalos, que la paz y la alegría estén siempre con cada uno de ellos.
María auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Todos los que se dirigen a Madre Antonietta, constatan que ella continúa intercediendo ante la Inmaculada Virgen María por las necesidades de los más pobres.
Sobre el perfil Facebook dedicado a esta FMA en camino hacia los altares, se encuentran informaciones y video que ilustran su figura y sus características espirituales, además de recoger peticiones de oraciones y gracias recibidas a través de su intercesión.