Roma (Italia). La Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, sor Chiara Cazzuola, abre la Circular nº 1041 recordando con gratitud los dos últimos Seminarios de animación generativa recién concluidos junto a las Consejeras Generales, durante los cuales ha podido  “vivir importantes encuentros de vitalidad carismática y profunda comunión con numerosas Hijas de María Auxiliadora de los cinco continentes” y admirar con asombro “la entrega generosa y apasionada de las hermanas y de las comunidades educativas en la misión que les ha sido confiada”.

Fátima: un acontecimiento de gracia para la Familia Salesiana

A continuación, la Madre comparte “la hermosa experiencia” vivida en Fátima, Portugal, del 29 de agosto al 1 de septiembre durante el IX Congreso internacional de Maria Auxiliadora promovido y organizado por ADMA, inspirado en el tema: Te daré la Maestra.

El Congreso tuvo como objetivo “dar a conocer cada vez más a María como Madre y Maestra que ha acompañado, acompaña y guía a toda la Familia Salesiana hacia Jesús y hacia los jóvenes más necesitados”, a partir del Sueño de los 9 años de Don Bosco, che hace volver a la dimensión oratoriana y es una fuerte llamada “a acoger el misterio de la vida como vocación y misión,  en un discernimiento que a menudo es fatigoso, pero fecundo en el bien”.

Además de ser una excelente oportunidad “para dar gracias por la animación mariano-misionera vivida en las realidades locales, y por compartir con los laicos y laicas la riqueza del carisma salesiano”, junto a las 60 FMA participantes, Madre Chiara recordó “que la identidad mariana de nuestro Instituto, junto con la Asociación ADMA, ofrece a la Familia Salesiana la especificidad de una espiritualidad que reconoce en María la presencia y el papel inspirador, desde sus origenes“.

De hecho, prosigue la Madre, la misión salesiana “es inexplicable en su nacimiento y en su progresivo desarrollo, sin la iniciativa inspiradora y preventiva de María y sin su constante presencia activa y materna”.

El poder de una mirada

Insistiendo de nuevo en el sueño de Juan Bosco, subraya el rol de la “Maestra”, de una maestra que deja una “huella” indeleble en su vida y en la “personalidad de los que lo conocieron y lo siguieron”, y del que -como sucede cuando se encuentra con un verdadero maestro- recibe “una herencia que lo compromete a declinar dos grandes valores en su propia vida:  responsabilidad y generosidad.

“Yo te daré la Maestra”, le viene dicho a Juanito, y esta Maestra nos viene dada también hoy con toda la riqueza de su don de gracia”.

María enseña a Don Bosco ante todo a “aprender a mirar” y, observa Madre Chiara, “también nos educa a nosotros, hoy, para saber ‘mirar’ con sus propios ojos como Madre y Educadora. ¡Mirar es mucho más que ver! María dirige esta invitación a Juanito: ¡mira!

La mirada de María es la primera experiencia mariana que “marca el alma de Juan Bosco”, una mirada “que irradia serenidad y santidad, una mirada que mira, custodia y cuida, que acaricia sin contenerse” (…)

Los ojos revelan al exterior lo que somos por dentro. A través de ellos, las personas, las situaciones y el mundo entran en nosotros y nosotros entramos profundamente en lo que vemos y experimentamos. La mirada es el primer signo evidente de la aceptación de la realidad que nos rodea con su historia, sus luces, sus expectativas y sus dificultades”.

Hay miradas, como la de María, que saben iluminar caminos de esperanza. Aprendiendo de ella, dice la Madre Chiara, “nuestra mirada sobre las hermanas, sobre los jóvenes, sobre las colaboradoras, sobre todos, debe ser similar a la suya. Esta es una misión urgente: es la alegría de la evangelización en los pliegues de la vida cotidiana”.

“Recorre la ciudad y mira a tu alrededor”

Esta es la sugerencia que don Cafasso da a Don Bosco para ayudarlo a orientar su misión educativa entre los jóvenes. Mirando a su alrededor en la ciudad de Turín, recorre las calles y plazas y sobre todo observando a los muchachos en las cárceles, “Don Bosco los reconoce, son los que vio en su sueño, diecisiete años antes. (…) Son lobos pero, con ella a su lado, Don Bosco ya los ve como corderos. ¡Si pudieran encontrar un amigo que los cuidara! Una intuición. Una llamada. Una tarea“.

“Recorran la ciudad y miren a su alrededor” es la misma invitación que – dice la Madre – sentimos resonar en nuestro corazón: “también nosotros, hoy, queremos escuchar la realidad en constante evolución, la cultura, los signos de los tiempos, los desafíos educativos que no podemos ignorar”.

Madre Chiara nos invita a encomendarnos a María, Auxiliadora de los Cristianos y educadora, “para que nos obtenga una mirada capaz de discernimiento en las opciones comunitarias de vida fraterna y de misión; Que nos obtenga la fuerza de la creatividad, la valentía de atreverse, la confianza plena y filial en su presencia que nos guía en la misión juvenil”.

Antes de concluir la Circular, recuerda el curso online titulado: “Te daré la Maestra” ofrecido a los diversos grupos de la Familia Salesiana en todo el mundo por el Ámbito para la Familia Salesiana, en colaboración con la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium“. El curso en inglés comenzará el 27 de septiembre y todavía es posible inscribirse (formulario de inscripción).

Circular n°1041

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