Roma (Italia). El 29 de julio de 2024, el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, el Cardenal P. Ángel Fernández Artime, Padre y Centro de Unidad de la Familia Salesiana, al concluir la sesión plenaria de verano del Consejo General, anunció el tema del Aguinaldo para el año 2025:
“Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”
El tema fue elegido por el Rector Mayor en colaboración con su Vicario, el P. Stefano Martoglio, que asumirá la dirección de la Congregación desde el 17 de agosto hasta el 29º Capítulo General (16 de febrero – 12 de abril de 2025).
La presentación, iniciada como es tradición en julio, para orientar “a quienes tienen que planificar el nuevo año pastoral educativo que comienza en septiembre”, está escrita “a cuatro manos”, mientras que luego don Martoglio “preparará y desarrollará en el texto el comentario al Aguinaldo, que presentará a las Hijas de María Auxiliadora y a toda la Familia Salesiana”.
“La esperanza” es el tema central de un camino que la Familia Salesiana recorrerá con los jóvenes durante 2025, “un año extraordinario” para dos aniversarios importantes: el gran evento eclesial del Jubileo Ordinario del año 2025, que el Santo Padre Francisco ha convocado con la Bula Spes non confundit (La esperanza no defrauda, Rm 5,5) y el 150 aniversario de la primera expedición misionera enviada por Don Bosco a la Argentina, acontecimientos que motivaron la elección del tema.
Entre las diversas ideas propuestas, el texto habla de los sueños de los jóvenes, llevados adelante con “auténtica esperanza” y llenos de futuro: “Los jóvenes tienen derecho a soñar con un mañana mejor, tienen en sus manos la posibilidad de renacer y volver a empezar siempre, de estudiar y trabajar, de construir un futuro rico en humanidad y esperanza”.
A modo de ejemplo, son presentados algunos de ellos con esta invitación:
“Como ellos, día tras día, debemos continuar nuestra peregrinación diaria, recorriendo un camino que lleve a los jóvenes a vivir en la esperanza, porque los jóvenes saben que es posible soñar, convencidos de que, cuando los sueños están garantizados por el Señor que los sostiene, se harán realidad”.
