San Antonio (Estados Unidos). Del 17 al 19 de enero de 2025, las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría María Inmaculada (SUO) se reunieron en el campus de la Casa San Giovanni Bosco en San Antonio, Texas, para un tiempo de reflexión, verifica y celebración de la fidelidad al carisma salesiano hoy y de la fecundidad del XXIV Capítulo General.
La Santa Misa y la Adoración Eucarística fueron la fuente vital de esta asamblea, para confiar el discernimiento comunitario a la intercesión del Señor. Para crear unidad en toda la Inspectoría en este momento, también se puso a disposición la transmisión en vivo para las hermanas que no pudieron asistir en persona.
El encuentro comenzó con la celebración eucarística, invocando al Espíritu Santo para que guiara las decisiones al final de la semana. Veinticuatro delegadas, en representación de cada comunidad, se reunieron para evaluar el compromiso de la inspectoría para vivir los tres objetivos prioritarios del Capítulo General XXIV. Las otras hermanas se reunieron para hacer «bombas de semillas» con arcilla, tierra y semillas, que «explotarán» haciendo florecer coloridas flores silvestres dondequiera que se esparzan. Esta actividad de grupo fue atractiva y simbólica de la presencia vivificante de las FMA en el mundo.
El 18 de enero, la oración y la reflexión se centraron en la Laudato Si’. En la asamblea se examinó el uso de productos ecosostenibles y respetuosos con el medio ambiente, con una reducción específica en el uso de plástico y papel. Las conversaciones en la mesa se centraron en reconocer la implementación de los objetivos de la Laudato Si’ por parte de las comunidades y hacer sugerencias para el futuro. Las FMA presentaron sus resultados a la asamblea con entusiasmo y creatividad. La jornada finalizó con una animada recreación animada por las postulantes y novicias.
En el último día, la Inspectoría volcó su mirada al concepto de sinodalidad. Don Giuseppe Corpora, CSC, Exalumno Salesiano y antiguo amigo de las hermanas, celebró la Eucaristía. Por la tarde, las hermanas invocaron al Espíritu Santo para que guiara el discernimiento de las propuestas sobre el tema del Capítulo General XXV. La asamblea terminó con una fiesta hawaiana, que incluyó bailes, y con un momento de gratitud típicamente salesiano.
Las FMA expresaron gratitud por la oportunidad de reunirse y se regresaron a sus comunidades con el deseo renovado de ser presencias generadoras de vida entre los jóvenes.
