Indianápolis (Estados Unidos). Del 17 al 21 de julio de 2024, trece Hijas de María Auxiliadora de las Inspectorías de Estados Unidos y Canadá – San José (SEC) y María Inmaculada (SUO) – participaron en el 10° Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis, Indiana, en los Estados Unidos de América.
Este gran evento eclesiástico fue la culminación de un período eucarístico de tres años iniciado por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos en 2022, con el objetivo de fortalecer el amor de los católicos por Jesús, a través del encuentro con Él en la Eucaristía.
El Congreso comenzó en los dos meses anteriores con una peregrinación con Jesús en la Eucaristía que “se abrió camino” en cuatro itinerarios diferentes, partiendo de California, Minnesota, Connecticut y Texas. La peregrinación ha implicado a muchas diócesis, reuniendo a muchas personas a lo largo del camino para las procesiones, las misas y la adoración, y reavivando la unidad de la Iglesia en torno a la “fuente y cumbre” de la fe: Jesús verdaderamente presente en la Eucaristía.
La sesión inaugural del Congreso, el 17 de julio, comenzó con la llegada de los peregrinos que han caminado permanentemente con Jesús durante los últimos 60 días, al enorme estadio de fútbol de Indianápolis, para ser adorado por más de 50.000 personas. En un silencio palpable, se percibía una sensación de asombro y deseo de renovación… Y esto fue solo el comienzo.
Cada noche había testimonios de aquellos que habían sido transformados por el encuentro con Jesús en la Eucaristía, seguido de las intervenciones de oradores entusiastas, luego la multitud se unía para reavivar el fuego en sus corazones con la alabanza y adoración de Jesús en la Eucaristía presente en la custodia.
Por la mañana, los participantes tuvieron la oportunidad de reunirse como un solo cuerpo para celebrar la Misa en diferentes idiomas y ritos. El número de seminaristas, sacerdotes, obispos, religiosos y religiosas, jóvenes y familias que participaron y recibieron el Cuerpo de Cristo con tanta confianza y devoción fue impresionante.
Las jornadas fueron amenizadas por varias conferencias dirigidas por ponentes católicos, teólogos, expertos y músicos que compartieron sus historias y animaron a la asamblea, ofreciendo formas prácticas de reavivar la fe. Entre los oradores destacados se encontraban el Cardenal Luis Antonio Tagle, Pro-Prefecto de la Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares del Dicasterio para la Evangelización, el Cardenal Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en los Estados Unidos de América, Mons. Robert Barron, Obispo de Winona-Rochester, el Padre Mike Schmitz, Director de los Ministerios de Jóvenes y Jóvenes Adultos en la Diócesis de Duluth, Minnesota, Matt Maher, compositor de música cristiana, Sor Miriam James Heidland, SOLT, teóloga y autora, y Madre Olga del Sagrado Corazón, fundadora y madre asistente de las Hijas de María de Nazaret en la Arquidiócesis de Boston.
Otro momento significativo fue la procesión eucarística por las calles del bullicioso centro de Indianápolis. La policía bloqueó las calles principales, mientras Jesús, en la custodia, rodeado por los miles de participantes en el Congreso, abandonó una vez más la Iglesia e irrumpió en la vida cotidiana de los transeúntes, que interrumpían sus compras, paseos u ocupaciones, a menudo arrodillándose en reverencia y oración a su paso. El olor del incienso, el sonido de cantos alegres y voces fervientes en oración, la vista de muchos niños con sus ropas de Primera Comunión y la multitud de congregaciones religiosas y familias, las vibraciones de los tambores y los pasos de baile de los diferentes grupos culturales, envolvieron las calles, hasta un breve momento de adoración pública que terminó con la Bendición desde las escalinatas del Monumento a la Guerra Mundial de Indiana.
En la sede del Congreso, se dedicó una gran sala de exposiciones con stands para dar a conocer y promover diferentes congregaciones religiosas, universidades, servicios de apostolado y empresas. La presencia en el stand salesiano dio a las Hijas de María Auxiliadora la oportunidad de encontrarse con muchas almas hermosas: ex alumnas, bienhechoras, familiares y amigos de las hermanas, muchos de los cuales tenían una gran devoción a San Juan Bosco y estaban felices de conocer a Santa María Domenica Mazzarello y a la Familia Salesiana.
A menudo, las personas llegaban al stand siguiendo el “aroma de Cristo” del encuentro con una FMA o escuchando sus palabras – muchos de ellos habían escuchado la mini-catequesis de Sor Elfie Del Rosario (SEC) – para hacer preguntas y aprender sobre el carisma, jugar o rezar con las reliquias de los santos salesianos. Las FMA también han podido compartir el sueño de las dos columnas de Don Bosco y su gran devoción a Jesús Eucaristía y a María Auxiliadora.
