Roma (Italia). Fue una Fiesta de Familia el encuentro de los Salesianos de Don Bosco, de la Familia Salesiana, del Movimiento Juvenil Salesiano y de todos los devotos de Artemide Zatti, que de distintas partes de Italia y del mundo se reunieron, el 8 de octubre de 2022, en la vigilia de la Canonización del Beato Artemide Zatti, en el Aula Paolo VI del Vaticano, para la Santa Misa con el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, Don Ángel Fernández Artime, y la Audiencia con el Papa Francisco.
Junto al Consejo general de los Salesianos de Don Bosco, al Rector Mayor Emérito, Don Pascual Chávez Villanueva, a los Cardenales, a los Obispos y a diversos Inspectores Salesianos, estaban presentes la Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Chiara Cazzuola, con las Consejeras en sede, la Presidenta de la Conferencia Mundial de Exalumnas/os de las FMA, Maria Carmen Castillon, el Presidente de la Confederación Mundial de los Exalumnos de Don Bosco, Sr. Bryan Magro, el Coordinador mundial de los Salesianos Cooperadores, Sr. Antonio Boccia, diversos representantes de los Grupos de la Familia Salesiana, jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano y familias, además de Matteo Benassi, Alcalde de Boretto (RE), con un grupo del país natal de Zatti, un grupo de Viedma, en Argentina, donde hizo el camino de santidad, y uno de las Filipinas, de donde proviene la persona milagrosa.
Como subrayó el Rector Mayor, los protagonistas de este evento – invitados por él a acudir a Roma de todo el mundo y presentes en 600 – son los que comparten la misma vocación del nuevo Santo, los Salesianos Coadjutores: “el don es un don de fiesta grande para todos nosotros. Mañana será una fiesta del todo particular para vosotros Salesianos consagrados laicos, los Salesianos que Don Bosco quería en mangas de camisa”.
Siguiendo el ejemplo de una frase de Romano Guardini: – “Hay tantas historias de fe como creyentes, ya que cada uno se entrega con su propia personalidad”, continuó diciendo: “así fue para Zatti: la fe como adhesión personal a Dios fue para Artimede una historia personal, llevándolo a la santidad en el trabajo concreto, en el cuidado de los enfermos, en el mundo de la sanidad”.
A continuación, esbozó su figura, retomando el testimonio que el propio Coadjutor dio con motivo de la inauguración de un monumento funerario en memoria de don Evasio Garrone, Salesiano misionero por él considerado bienhechor por su vocación, en que se encuentran las palaras del lema de la Canonización: “CREÍA, porque sabía por fama que María Auxiliadora lo ayudaba de manera visible. LO PROMETÍ, porque siempre fue mi deseo ser de ayuda en algo a mi prójimo. Y, habiendo Dios escuchado a su siervo, SANADO“.
Al final de la Celebración Eucarística, animada por el coro con las Novicias de los Noviciados Internacionales FMA de Roma y Castelgandolfo, con los estudiantes del Postnoviciado SDB de Roma, San Tarsicio y los jóvenes, dirigido por el P. Francesco De Ruvo, SDB, hubo un momento de escucha de los testimonios, esperando la llegada del Santo Padre.
Don Pierluigi Cameroni, SDB, Postulador General de las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, leyó la biografía del nuevo Santo, enriquecida por testimonios de los médicos y de la crónica del Collegio de Viedma, que documenta su muerte con las palabras proféticas: “Un hermano menos en casa y un Santo más en el cielo”. Don Cameroni expuso también el hecho milagroso que determinó la buena consecución de la Causa, invitando junto a sí al Sr. Renato Narvaez, cuya curación inexplicable ha llevado a la Canonización de Artemide Zatti, y su hermano Roberto, Salesiano Coadjutor, que en seguida lo confió con fe a su intercesión.
La llegada del Papa Francisco fue recibida por la asamblea trepidante, con las notas festivas del canto “Giù dai colli”, ciertamente de él conocido en su pasado salesiano. El Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, le dirigió su saludo, agradeciéndolo por haber concedido esta especial audiencia a los peregrinos y a los devotos de Zatti.
En su discurso, el Santo Padre recuerda la figura de Artemide desde cuatro puntos de vista: como emigrante, por la “parentela” con todos los pobres, como salesiano coadjutor, como intercesor por las vocaciones.
“Vivía la donación total de sí a Dios y la consagración de todas sus fuerzas al bien del prójimo. El trabajo intenso y la infatigable disponibilidad para las necesidades de los pobres se animaban con una profunda unión con el Señor: la plegaria constante, la adoración eucarística prolongada, la oración del rosario. Artemide es un hombre de comunión, que sabe trabajar con los otros: hermanas, médicos, enfermeras; y con su ejemplo y su consejo forma a las personas, moldea las conciencias, convierte los corazones”. Son algunos de los rasgos más significativos, acompañados de su experiencia personal:
“Desde que comenzamos a orar por su intercesión – mientras era Provincial de los Jesuitas de Argentina – aumentó significativamente el número de jóvenes coadjutores; y fueron perseverantes y muy comprometidos“.
El Papa Francisco termina subrayando la importancia de esta vocación: “Los hermanos tienen un carisma especial que se alimenta de la plegaria y del trabajo. Y hacen bien a todo el cuerpo de la Congregación. Son personas de piedad, son alegres, trabajadores. (…) ¡A vosotros, queridos hermanos coadjutores, gracias, gracias! Que también vosotros estéis siempre agradecidos por el don de esta llamada, que da un testimonio especial de la vida consagrada, y proponiéndola así a los jóvenes como una forma de vida evangélica al servicio de los pequeños y de los pobres”.
Con la bendición apostólica impartida a todos los presentes, se cerró este bello momento de Familia, que prepara a vivir el mañana, con alegría y gran agradecimiento a Dios, el evento histórico de la elevación a los honores de los altares del Beato Artemide Zatti, el primer Salesiano Coadjutor no mártir proclamado Santo.
Para seguir la Celebración del 9 de octubre de 2022
