Ciudad Quezón (Filipinas). El 22 de septiembre de 2024 en Cubao, Ciudad Quezón, en la Fundación Laura Vicuña (LVF) de la Inspectoría Santa María D. Mazzarello (FIL), que se ocupa de las necesidades y problemáticas de los niños en situación de riesgo, se realizó un encuentro para padres de familia sobre el tema: ““Forever vs. Divorce”  (Para siempre vs. Divorcio).

Los participantes, cerca de un centenar de padres de los centros FMA de Mabalacat, Pampanga, Canlubang, Laguna, Sta. Mesa, Manila, y de las comunidades LVF de Cubao, Quezon City, se reunieron para reflexionar sobre cómo la ley de divorcio, recientemente aprobada por la Cámara y aún por aprobar en el Senado filipino, puede tener un impacto en la familia. La propuesta, de hecho, pretende reconocer el divorcio en el país -el único del mundo junto con el Vaticano- que actualmente reconoce el matrimonio como indisoluble, admitiendo solo la nulidad decretada por los tribunales canónicos en casos de faltas graves.

El evento se abrió con el saludo de sor María Victoria Santa Ana, FMA, Directora Gerente de la Fundación, que subrayó la importancia de la familia como fundamento de la sociedad. Luego compartió la conmovedora historia de una pareja, cuya separación llevó a un sufrimiento duradero para sus hijos, destacando las consecuencias profundas y a menudo ocultas de los matrimonios fallidos.

Los ponentes, el Sr. Relly y la Sra. Myrna Baclit, y la moderadora, la Sra. Carol Monz Thor, profundizaron en conceptos como la sacralidad del matrimonio, los retos a los que se enfrentan las familias y la creciente realidad del divorcio en la sociedad filipina.

El Sr. Relly Baclit recordó a los participantes que el matrimonio no es solo un contrato, sino un pacto sellado por Dios, que requiere sacrificio y amor. Su esposa, Myrna Baclit, enfatizó el poder del perdón y la reconciliación, alentando a las parejas a orar y trabajar a través del compromiso y el sacrificio, en lugar de optar fácilmente por el divorcio.

La historia personal de Lyn, residente del Centro Laura Vicuña de Cubao, impactó a los presentes. Proveniente de una familia desestructurada, ella y sus hermanos fueron separados y sumidos en la pobreza, consecuencia de la separación de sus padres. Su historia arrojó luz sobre las repercusiones emocionales y financieras que una separación puede tener en los niños.

Los debates en los grupos estuvieron cargados de empatía, marcada por el contraste entre la visión católica tradicional del matrimonio y las realidades concretas que a veces llevan a las parejas a la separación. Si bien muchos participantes apoyaron la creencia de “para siempre”, la conversación abrió un espacio para la compasión y la comprensión de que la separación, y posiblemente el divorcio, podrían ser una alternativa necesaria para algunos.

El evento coincidió con la Semana de la Familia Filipina, una iniciativa nacional que promueve la unidad y la fuerza familiar. A la luz de la ley del divorcio, Suor María Victoria concluyó el Congreso recordando el poder permanente del amor, el perdón y la fe para mantener fuertes a las familias. Instó a los participantes a no aceptar el proyecto de ley del divorcio y, en cambio, adherirse a los valores cristianos, mientras enfrentan las complejidades de la vida moderna.

El Congreso de Padres de LVF 2024 sirvió como un recordatorio de que, si bien los cambios legislativos pueden cambiar el panorama del matrimonio, el corazón de la familia filipina, arraigado en la fe y en un pacto de amor sellado por Dios, sigue siendo vital más que nunca. El evento finalizó con la Celebración Eucarística presidida por el P. Rey Paglinawan y con una comida compartida, una muestra más de cercanía y apoyo de la Fundación Laura Vicuña a las familias.

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