Seúl (Corea). El 23 de septiembre de 2023, víspera del Día mundial de acción por el clima, más de 500 organizaciones medioambientales de Corea del Sur, entre ellas Laudato Si’ Movimiento, organizó la Marcha por la Justicia Climática 923 en el centro de Seúl. Entre los participantes estaban también las FMA del grupo inspectorial JPIC (Justicia, Paz e Integridad de la Creación), y otras FMA de la Inspectoría Stella Matutina (KOR) junto a los jóvenes del VIDES.
Poco antes de la Marcha, en una calle cercana a la estación de Seúl, se celebró una Santa Misa presidida por el Obispo auxiliar Mons. Timothy Yu Gyoung-Chon, responsable de la Pastoral social de la Archidiócesis de Seúl. Los sacerdotes portaron estolas rojas, que simbolizan “la Tierra en llamas por la crisis climática”, y los fieles también portaron prendas y complementos del color rojo.
En la homilía, el obispo Timothy Yu dijo: “La principal causa de la crisis climática es las emisiones de dióxido de carbono. Somos una de las diez principales economías del mundo, pero somos el séptimo país con mayor emisión de carbono del mundo y debemos responsabilizarnos. Por nuestra culpa, las buenas tierras donde Dios siembra y cultiva están desapareciendo poco a poco. Debemos recordar que, como administradores de la creación, nuestra responsabilidad es cultivar y preservar el mundo según la voluntad del Señor. Como cristianos debemos seguir a Cristo y, como apóstoles de la ecología, no dejarnos tentar por el mundo y seguir orando, estudiando y llevando un estilo que dona vida. Invitamos a otros a vivir una vida como esta, hasta que el mundo cambie”.
Después de la Misa en la calle, el grupo compuesto por miembros de JPIC de la Unión de las Superiores Mayores y Superiores Generales de Corea encabezó la marcha frente a la Municipalidad de Seúl, lugar del encuentro.
Al final de la manifestación, los participantes se dividieron en dos grupos, uno se dirigió hacia Gwanghwamun, sede del gobierno, y el otro hacia la oficina del presidente en Yongsan. También crearon un espectáculo llamado “die-in”, con varias personas tiradas en la calle como si estuvieran muertas, representando la posibilidad de una alteración de la vida cotidiana hasta llegar a la extinción provocada por la crisis climática.
La Marcha por la Justicia Climática de Seúl fue una llamada a la acción, para recordar que la lucha contra el cambio climático es urgente y requiere no sólo esfuerzos individuales, sino también cambios sistémicos. Tomando las calles para manifestarse por la justicia y el futuro, los ciudadanos y organizaciones que participaron en la Marcha instaron al gobierno a abandonar los combustibles fósiles y pasar a las energías renovables públicas, pidiendo acciones inmediatas para abordar la crisis climática que amenaza al planeta y a sus habitantes.