Roma (Italia). El 6 de abril de 2021 se celebra la Jornada Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, instituida por la ONU en el 2013. Se celebra en todo el mundo en memoria de la inauguración de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, llevados a cabo en Atenas (Grecia) el 6 de abril de 1896.
La finalidad de la Jornada es contribuir a acrecentar la consciencia del papel histórico del deporte en la persecución del desarrollo, la paz, la igualdad de género y la integración social. El deporte permite, en efecto, promover la integración social y el desarrollo económico en contextos geográficos, culturales y políticos diversos y difundir ideales y valores fundamentales como la fraternidad, la solidaridad, la no-violencia, la tolerancia y la justicia, que contribuyen a la paz.
La analogía deportiva del “trabajo de equipo” está en el centro de la Jornada Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz 2021. El hasta #OnlyTogether will we play again, recuerda el papel del deporte y de la actividad física para ayudar a la sociedad en la fase de recuperación de la Pandemia de Covid-19. El deporte como factor de cohesión puede atravesar los confines, desafiar los estereotipos y mejorar la salud física y emotiva, generando esperanza. Instituciones y organizaciones deportivas están llamadas a difundir el mensaje de igualdad y de resiliencia que puede contribuir a una sociedad más saludable.
Para celebrar la jornada, el 6 de abril de 2021,la Organización Mundial de la Salud, en colaboración con otras agencias de las Naciones Unidas, promueve el Webinar “reINVENTAR y reCONSTRUIR: sistemas de actividad física más fuertes, más equitativos e inclusivos para todos”, en el cual se tratará de la importancia de la actividad física y del deporte para la salud mental y física para personas de todas las edades y de los desafíos y oportunidades para reinventar y reconstruir un sistema deportivo más fuerte, justo e inclusivo.
En la tradición salesiana, el deporte es una dimensión fundamental en el Sistema Preventivo de Don Bosco para la educación integral de la persona y para transmitir valores humanos y cristianos. El deporte es “palestra que educa a la vida”. En el patio se expresa la pedagogía del ambiente con que Don Bosco transforma la vitalidad de los chicos en energías de bien, para que se hagan ”buenos cristianos y honrados ciudadanos”: “Yo me serví de aquella exagerada recreación para insinuar en mis alumnos pensamientos de religión. A unos, con una palabra al oído les recomendaba mayor obediencia y mayor puntualidad en los deberes del propio estado” (Memorias del Oratorio)
En una entrevista para el periódico deportivo italiano Gazzetta dello Sport, el Papa Francisco habla del valor pedagógico-educativo del deporte, cuya práctica a menudo nace en los campos de juego parroquiales: “La Iglesia ha alimentado siempre un gran interés por el mundo del deporte. Podemos decir que en el deporte las comunidades cristianas han construido una de las gramáticas más comprensibles para hablar a los jóvenes. Pensamos en Don Bosco y en los oratorios salesianos, pero pensamos en todas las parroquias del mundo, también y sobre todo las más pobres, en las cuales hay siempre un pequeño patio disponible para jugar y hacer deporte. Por medio de la práctica deportiva, se anima a un joven a dar lo mejor de sí, a ponerse un objetivo a alcanzar, a no desanimarse, a colaborar en un grupo. Es una ocasión buenísima para compartir el placer de la victoria, la amargura de una derrota, para juntarse y dar lo mejor de sí”.
El deporte es un lenguaje universal para promover la paz y transformar la sociedad: “Los valores del deporte son valores de universalidad y armonía, se basa en conceptos de respeto, comprensión, integración y diálogo, y contribuye al desarrollo y a la realización de los individuos, sin distinción de edad, sexo, orígenes, creencias y opiniones”, ha declarado Audrey Azoulay, Director general de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
